Capítulo Doce.

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HyunJin se despertó y se estiró hasta más no poder. Dado que estaba en un hospital, se sorprendió un poco de que la cama fuera en verdad cómoda. Era como que lo envolvía en un cálido abrazo que no quería que acabara. Aun así, abrió los ojos, más que nada porque tenía hambre y no quería perderse el desayuno.

Cuando vio a Felix sentado en la silla al lado de la cama, HyunJin sonrió.

Había estado en el hospital por un par de días, y Felix no se había alejado de su lado ni una vez. Bueno, excepto para ir al baño.

Felix parecía estar dormido en lo que debía ser la posición más incómoda del mundo. Su largo cuerpo no estaba hecho para entrar en la pequeña silla de plástico, para empezar. Su posición encorvada empeoraba todo. Estaba usando la pared como almohada, lo que le torcía el cuello en un ángulo extraño, y su culo estaba como a una pulgada de deslizarse del asiento.

Felix debió sentir que estaba siendo observado, porque abrió los ojos lentamente y miró a HyunJin. HyunJin sintió como si hubieran absorbido el aire de la habitación, y se encontró a sí mismo inmovilizado en donde estaba.

La intensidad con que Felix miró a HyunJin, fue algo que él nunca había experimentado antes. Por supuesto, hubo un montón de tipos que habían deseado a HyunJin, pero en la expresión de Felix había algo más.

Era como si tuviera un ansia que sólo HyunJin podía saciar. Como si Felix quisiera más que sólo una follada y una nota de agradecimiento.

Ambas cosas excitaban y asustaban a HyunJin.

—Hey, todavía estás aquí —HyunJin dijo.

—¿Molesto? Si es así, me voy.

HyunJin dudaba que Felix se fuera muy lejos si fuera expulsado. No es que HyunJin fuera a hacerlo. Disfrutaba de su tiempo a solas con Felix.

—¿Pensarías que estoy actuando como una damisela en apuros si digo que quiero que te quedes? —HyunJin preguntó.

—En lo absoluto.

Felix todavía le estaba dando a HyunJin esa mirada.

A pesar de que estaban en medio del hospital, y había una tonelada de espectadores, HyunJin sintió que se estaba excitando. Lo que sólo demostraba lo puto y retorcido que era.

—Podría besarte por todo lo que has hecho por San y por mí —HyunJin dijo.

Felix le sonrió con sensualidad.

—¿Qué te hace pensar que no voy a aceptar tu oferta?

El corazón de HyunJin latió con fuerza en su pecho.

—Me encantaría que lo hicieras. El único problema es que tengo mal aliento, así que no creo que quieras acercarte mucho.

—¿Qué tal si soy yo, el que juzga eso?

Felix se inclinó tanto que sus rostros estuvieron a solo pulgadas de distancia. HyunJin se encontró sin saber qué decir mientras quedaba atrapado en el momento. Lo único en lo que podía pensar era que los labios de Felix se iban a juntar con los suyos.

—Está bien, puedes intentarlo. Pero no digas que no te advertí —HyunJin contestó.

—Me gusta vivir al límite.

Felix se movió y capturó la boca de HyunJin para un beso. Al principio HyunJin se puso tenso pensando que Felix se alejaría disgustado. Pero el leopardo hizo exactamente lo contrario. Tomó la parte posterior de la cabeza de HyunJin con una mano. HyunJin soltó un jadeo justo antes de que Felix deslizara su lengua dentro de la boca de HyunJin.

Felix tiene una golosina.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora