Capitulo tres.

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Felix entró como una tromba al edificio de la Hermandad. Aunque todavía se veía como un hotel envejecido por fuera, el anuncio de está Lleno estaba permanentemente puesto. El sitio no estaba abierto más para huéspedes humanos. Los únicos que vivían ahí eran cambiaformas. Y no de cualquier tipo, sino Asesinos.

Todos habían sido agentes libres. Hasta que Felix y sus amigos YunHo, YeoSang, SooBin y Jackson habían decidido unirse. Compraron el hotel y tantearon el terreno por otros Asesinos que quisieran unirse al grupo.

Al principio, Felix tuvo dudas de que pudieran sacar adelante toda la operación, pero había estado equivocado. Al poco tiempo tuvieron cambiaformas tocando a la puerta pidiendo unirse. Pronto, tuvieron su propio grupo. Había sido SooBin quien decidió el nombre oficial de Hermandad de Asesinos. Sin embargo, aún tenían que idear un logo que fuera con el nombre. Algo que realmente necesitaban hacer ya que por fin habían sido reconocidos por el líder de la coalición de felinos de Flint.

Por supuesto, WooYoung tenía que ser uno de los Asesinos que estaba pasando el rato en el vestíbulo. WooYoung era un Tigre sabelotodo que nunca podía mantener la boca cerrada. Como siempre, WooYoung estaba vestido para matar. Aunque llevaba puesto el mismo negro que todos ellos, vestía un jean negro apretado y una camiseta aún más apretada. Cómo diablos el tipo lograba pelear con ese atuendo era milagroso.

Tan pronto como Felix lo pasó, WooYoung olisqueó el aire.

—¿En dónde mierda conociste a un Petauro del Azúcar?

Felix se quedó congelado a la mitad de un paso. ¿Qué carajo?

—Tu olfato debe estar desconectado. Estuve peleando con un Ratel, no un Petauro del Azúcar —Felix afirmó.

WooYoung se rió.

—Honestamente no caíste en eso, ¿o sí?

Ahora Felix estaba confundido y enojado. No sabía si alejarse o quedarse el tiempo suficiente para darle un puñetazo a WooYoung. Al final, Felix decidió picar.

—¿De qué estás hablando? —preguntó, sin hacer ningún intento por ocultar la irritación en su voz.

—Un Petauro nunca confesaría qué tipo de cambiaforma es. Son poco comunes y los persiguen aún más que a los Koalas. La primera cosa que hacen cuando se chocan con otro cambiaforma es mentir sobre su especie.

—Eso sería estúpido. Tienen que saber que cabrones como tú pueden oler la diferencia.

Felix se juró a sí mismo que si WooYoung no dejaba de sonreírle, el Tigre iba a terminar de patitas en la calle. Felix estaba cansado, sucio y con hambre. No estaba de humor para la mierda de WooYoung. Felix tan sólo quería ir a lamerse las heridas y descansar.

WooYoung sonrió con suficiencia.

—Eso es porque la mayoría de los cambiaforma nunca han visto a un Petauro, muchos menos estar lo bastante cerca para olerlo.

—Y supongo que tú sabes esa información porque vas a afirmar que follaste a uno.

La sonrisa abandonó el rostro de WooYoung.

—No. Mi madrina era uno. Pensé que ella era la última de su especie y que se habían extinto cuando ella falleció. Pero, parece que estaba equivocado.

Maravilloso, ahora Felix se sentía como un culo por ser tan rudo con WooYoung. ¿Se le podían poner las cosas peor? Acababa de descubrir que alguien había puesto precio a su cabeza. El primer tipo en el que Felix se había interesado en mucho tiempo, daba la casualidad que era el asesino que pretendía dar el golpe. Además, era evidente que no podía diferenciar entre un Ratel y un Petauro.

Felix tiene una golosina.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora