Una fila de coches muy caros se alineaba en la entrada de la villa palaciega de Robert Donnington en las afueras de Florencia. -Yo pensaba que esto iba a ser una comida informal para unas pocas personas -comentó Liv con sofoco.
Era demasiado consciente de que su vestido de paseo no podría competir con las ropas que llevaran puestas los dueños de los coches y, sin embargo, no hizo ningún comentario al respecto. No era culpa de Carlos que se hubiera tomado la palabra «informal» demasiado literalmente.
-Eso es lo que decía en la invitación. Pero a la hija de Robert, Chantal, le gustan demasiado las fiestas -respondió Carlos con aire preocupado.
Durante un momento, Carlos se puso a pensar en que Theo Demakis estaba intentando reunir últimamente todas sus armas financieras para derribarlo. Theo no tenía idea de que el matrimonio que había patrocinado por fin estaba dando sus frutos. Carlos había hecho todo lo posible por mantener el secreto, ya que quería alejar la maligna influencia de Theo de sus vidas. Por eso, era consciente de que tenía que ir a Londres cuanto antes para planear la batalla que estaba por venir. El tiempo que había pasado en Italia le había dejado más expuesto a las argucias de Theo. Sin_ embargo, Robert Donnington le daría su respaldo. El banquero ya había advertido a Carlos de que la venta del yate para acelerar la compra de Oakmere Abbey había sido un error, ya que había empañado su imagen y revelado un flanco débil. Y aun así, si le hubieran dado la oportunidad de ir hacia atrás en el tiempo y hacer las cosas de otra manera, habría hecho exactamente lo mismo. La abadía era el sueño de Liv hecho realidad e, igual que la luna de miel, una compensación bastante pequeña por todas las decepciones que había sufrido en el pasado.
Cuando Chantal Donnington salió para saludarlos, Liv se sintió tensa. Reconoció inmediatamente a la anfitriona como una de las ex de Carlos. Su entusiasta bienvenida no encajaba con la frialdad de los ojos. Con la excusa de hacer que Carlos se encontrase con su padre en la sala de billar, separó a marido y mujer.
Sola en la grandiosa terraza con una bebida alcohólica que no quería tomarse, Liv tenía demasiado calor incluso en la sombra. El calor de mediodía era insoportable. Se empezó a preguntar si el periodo estaría a punto de llegarle, ya que llevaba unas semanas retrasada. ¿Sería por culpa de la píldora? ¿Qué posibilidad había de que la píldora no hubiera funcionado y se hubiera quedado embarazada? No, eso era .una tontería; se dijo, exasperada.
Antes de que pudiera ponerse a pensar por qué no se encontraba con su energía habitual de todos los días, Chantal Donnington llegó y le dijo:
-Deja que te presente a un par de invitados que se mueren por conocerte... Los ojos de Liv se abrieron de par en par al ver que una belleza de pelo negro con una falda escandalosamente corta se aproximaba hacia ella. La morena estaba acompañada por una rubia vestida con un traje suelto que sólo una mujer muy delgada podía aspirar a ponerse. A no ser que estuviera equivocada, y la memoria de Liv era bastante buena, estaba a punto de conocer a otras dos de las antiguas amantes de Carlos. El antagonismo femenino que había en el aire le puso la piel de gallina.
-Hola, soy Jenna Mardsen -anunció la morena.
-Zoe Amberley -dijo la rubia con una sonrisa desafiante-. Quizá no te has dado cuenta de que aquí todas tenemos algo en común.
-Carlos... -Liv prefirió no fingir ignorancia.
-Carlos Sainz es un tipo extraordinario -la picardía que había en el tono de Zoe hizo que la tensión de Liv aumentara-. Totalmente inolvidable.
-Sí, de verdad que está a la altura de su legendaria reputación -Chantal descansó sus despreciativos ojos verdes en el rostro de Liv.
Aunque sus mejillas estaban teñidas de color, Liv sonrió y dijo:
-¿Verdad que sí?
-Cuando Chantal mencionó que su esposa vendría a la fiesta, Zoe y yo decidimos que teníamos que conocerte -dijo Jenna a la defensiva, dando a entender que ella también se sentía incómoda por la tensión que había en el aire-. ¿Cómo es estar casada con él?
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Dinastía Española
RomanceTERMINADA ---------------------------------------------ADAPTACIÓN--------------------------------------------------------------------- Hacía ya ocho años que Liv se había visto obligada a casarse con Carlos Sainz, pero siempre habían vivido separado...