Addams En Hogwarts

C2 - Harry James Potter

Un 31 de julio el llego al mundo, el primogénito de una joven pareja que creía en el bien.

Recibido con amor por su pequeña familia, junto a los amigos de sus padres que daban la cálida bienvenida al pequeño ser.

Y en un día secreto fue bautizado, en un lugar secreto con sus padres y sus dos padrinos, ese día se lo llamo como Harry James Potter y así un recién nacido era víctima ya de una profecía, aunque no fuera el único en ella sus padres y padrinos temieron.

Aún cuando ellos añoraban esconderse, una persona en su confianza los convencio de que estarían a salvó en aquella casa, que los hechizos ahí los protegerían y aún con dudas aceptaron aquello.

Los meses pasaron alegres para los cuatro adultos, creando una unión mayor, dando se una lealtad que no esperarian años atrás, aquellos que una vez fueron enemigos ahora eran compañeros que se apoyaban entre si, aunque de una manera extraña.

En este tiempo una vida feliz creyeron que tendrían, esperando que nada malo pasará pero cuando llegó no lo esperaron, cuando la magia oscura se presentó en sus sentidos trataron de negarlo, pero cuando sus ojos divisaron al mago oscuro cuyo nombre no debía ser nombrado, supieron que habían sido engañados, supieron que debían pelear aunque su poder no fuera mucho tratarían de proteger a su pequeño.

Dieron todo lo que tenían pero no basto contra su enemigo, hechizos verdosos chocando contra ellos acabo con sus vidas, dejando en la soledad a un bebé.

A merced de aquel mago oscuro el bebé no sabía del por qué su llegada, pero la mirada que tenía en el llegó a frenar al mago que observo con cuidado al ser que miraba en su alma.

Dejando caer su varita se acercó al bebé que no temió por su apariencia, su tan lastimada alma lo había dejado de mal ver.

Pero ahí estaba un bebé paseando sus manos por su rostro con paciencia, tomo al pequeño en brazos y con cuidado delineó su pequeña nariz.

- ¿Que hago aquí? - pregunto a la nada mientras arullaba al bebé.

Lo dejo durmiendo en su cuna y antes de que pudiera tomar su varita la misma fue tomada por un brujo mayor que molesto veía la escena.

- es que no podías ni siquiera seguir una simple orden - musito con molestia.

Apuntando al inocente bebé arremetió con una maldición prohibida, aquel mago oscuro trato de interponerse en el camino, pero no lo consiguió, en el pequeño cayó el mal y este rebotó por el amor de aquella madre que tanto quiso protegerlo, choco contra el mago oscuro que no esperaba que el supuesto mago de la luz hubiera atacado a un bebé, una marca por el hechizo quedó en la frente del pequeño que aún dormía por suerte.

Se desvaneció en el suelo mientras su ya fragmentada alma se aferraba al pequeño que trato de proteger.

Él bebé que ahora dormía quedó solo en el lugar mientras el hombre que había tratado de matarlo se marchaba satisfecho de su final, dejando la varita que una vez perteneció a un mago oscuro que trato de proteger a un bebé que apenas conoció.

Las horas pasaron y con la llegada de un hombre se notó, mojado por la lluvia y con la mirada temerosa llegó a la casa de aquel bebé, apenas entró noto el cadáver de quién alguna vez considero su rival, subió más y se encontró con el de su mejor amiga tirada aún con su varita en mano, siguió subiendo y se encontró con el de su señor dejandolo esto en un shock.

Su señor, el mago oscuro más poderoso ahora yacía en el suelo muerto, junto a la cuna de su ahijado que dormía plácidamente, mismo que ahora tenía una marca de un rayo en su frente.