SIEMPRE HAY UN AMOR. | MARCOS Y JULIETA.

El peso de los secretos. {EDITADO}

JULIETA.

Después de la discusión con Marcos y de haber visto a Coty en su habitación, me sentía frustrada. Me había esforzado por acercarme a él y arreglar las cosas, pero terminé sintiéndome celosa y enojada por su cercanía con Coty. Sabía que era absurdo, pero no podía evitar sentirme así.

Luego de un rato, decidí salir de la habitación para tratar de distraerme un poco. Encontré a Romina en la cocina y me senté a hablar con ella mientras limpiaba.

- ¿Cómo estás, Juli? - preguntó Daniela con una sonrisa amable.

- Todavía me siento un poco frustrada por lo que pasó ayer con Marcos - respondí sinceramente.

 - ¿Qué sucedió? - preguntó preocupada.

Le expliqué todo lo que había pasado en la habitación de Marcos y cómo me sentía celosa de la amistad que tenía con Coty. Romina me escuchó con atención y me dio algunos consejos sabios sobre cómo manejar mis emociones y hablar con Marcos.

- Entiendo que te sientas insegura, Juli, pero debes recordar que eres una persona valiosa y que mereces ser feliz. Si sientes algo por Marcos, deberías hablar con él y aclarar las cosas. Y si no, entonces debes seguir adelante y enfocarte en ti misma - me aconsejó.

Sabía que tenía razón, pero no podía hablar abiertamente sobre mis sentimientos debido a las cámaras de Gran Hermano. Mi novio estaba viendo el programa y no quería que pensara que estaba interesada en alguien más.

Asentí en silencio mientras pensaba en lo que Daniela había dicho. Necesitaba encontrar una manera de lidiar con mis emociones y aclarar las cosas con Marcos, sin revelar demasiado en frente de las cámaras.

Después de terminar de ayudarla a ordenar, me dirigí a la pileta donde me encontré con Marcos. Me acerqué con cautela, tratando de ocultar mi molestia por la situación de la mañana anterior.

- Hola, Marcos. ¿Puedo sentarme? - dije con una sonrisa forzada.

- Hola, Ju. - respondió él, pareciendo un poco incómodo. Asintió con la cabeza y me hizo un gesto para que me sentara a su lado.

- ¿Estas bien? - pregunté, preocupada.

Marcos suspiró y luego se giró hacia mí. 

- Si estoy bien, sólo un poco nervioso por la gala de hoy, supongo.

- ¿Por qué? ¿Hay algo en lo que pueda ayudarte? - Pregunté, tratando de ser lo más amable posible.

- Sabes, Juli, he estado pensando mucho en lo que pasó últimamente. Perdón si te di la impresión equivocada, mi intenciones con vos siempre fueron buenas.

- ¿Cómo? - pregunté, confundida.

- Bueno, nunca fue mi intención mostrarme distante, simplemente suelo tardar en poder mostrarme con confianza. Y ahora me doy cuenta de que puede haber hecho por error cosas que te estén molestando.

Me sentí un poco aliviada al escuchar sus palabras y supe que tenía que aprovechar esta oportunidad para expresar mis sentimientos también.

- Sí, Marcos. Realmente creí que no nos podíamos llevar bien. Pensé que podías tener algún problema conmigo y preferi no decirte nada para no ser una carga.

- Nunca serás una carga para mí, Juli. Siempre estaré aquí para escucharte y ayudarte en lo que pueda - dijo Marcos, colocando una mano en mi hombro.

Después de nuestra charla, me sentí mucho más tranquila y menos sola. Aunque todavía había cosas que necesitaba resolver por mi cuenta, sabía que podía llegar a tener un amigo en el que podía confiar. Nos quedamos sentados allí en silencio por un momento, disfrutando de la tranquilidad del jardín. Me di cuenta de que me gustaba estar con Marcos, que me hacía sentir segura y protegida.