"Confesiones y decepciones. {EDITADO}"

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Marcos.

Después de la fiesta, me sentía mareado y confundido. Había pasado una noche increíble bailando y riendo con mis compañeros, pero algo en mi interior había cambiado. Desde hacía unos días, había estado sintiendo algo especial por Julieta, pero no había tenido el valor de confesar mis sentimientos.

A medida que avanzaba la noche, mis sentimientos hacia ella se intensificaron, y no podía evitar sentir celos cada vez que la veía conversando con otro chico de la casa. Por eso, cuando Julieta se acercó a mí para preguntarme si quería bailar, sentí que todo mi cuerpo se tensaba. Por un lado, estaba emocionado de tener la oportunidad de estar cerca de ella, pero por otro lado, estaba preocupado por lo que pudiera suceder.

Al final de la fiesta, decidí que era hora de hablar con ella en privado. Le tomé del brazo y nos alejamos un poco de los demás. Hablamos un poco sobre la fiesta y sobre cómo nos sentíamos dentro de la casa, pero sabía que tenía que decirle lo que sentía.

"Julieta, tengo que decirte algo", le dije, con un poco de temblor en la voz. "No puedo seguir actuando como si nada pasara. He estado sintiendo algo por ti desde hace un tiempo y creo que tú también sientes lo mismo por mí".

Vi la sorpresa en su rostro y sentí como si mi corazón fuera a salirse de mi pecho. Esperé su respuesta con nerviosismo, pero ella parecía aturdida y no sabía qué decir.

"Marcos, no sé qué decir", dijo finalmente, intentando encontrar las palabras adecuadas. "Tú sabes que tengo novio fuera de la casa, y no quiero complicar las cosas".

Sentí la decepción y la tristeza en su voz, y supe que había cometido un error al confesar mis sentimientos. Me quedé en silencio, procesando lo que acababa de pasar. Sabía que no podía forzar las cosas y que tenía que respetar su decisión.

No podía dejar de pensar en lo que dije y en cómo había sido tan tonto al confesar mis sentimientos. ¿Qué había pensado? ¿Que ella sentiría lo mismo por mí? Sabía que tenía novio fuera de la casa, pero no había podido contener mis emociones.
Sentí un nudo en la garganta y un dolor punzante en el pecho. ¿Cómo iba a enfrentar a Julieta después de esto? ¿Cómo íbamos a convivir en la casa? Sabía que tenía que ser maduro y respetar su decisión, pero no podía evitar sentirme triste y confundido.

Decidí que lo mejor era retirarme a la habitación y pensar en lo que había sucedido. Necesitaba procesar mis emociones y tratar de encontrar una forma de seguir adelante. Me despedí de Julieta y caminé hacia la casa, sintiendo como si hubiera perdido algo importante.

En la habitación, me senté en la cama y cerré los ojos. Traté de ordenar mis pensamientos y entender lo que estaba sintiendo. Sabía que Julieta era una chica increíble y que había estado sintiendo algo por ella desde hacía tiempo, pero también sabía que no podía forzar las cosas.
Pero por más que intentaba concentrarme en el juego y en mantener una buena relación con todos los chicos de la casa, no podía dejar de pensar en Julieta. Cada vez que la veía, sentía un nudo en el estómago y un cosquilleo en la piel.


La noche de eliminación había llegado y la tensión en la casa era palpable. Todos estábamos nerviosos por saber quién sería el primero en salir de la competencia. A pesar de que había intentado mantenerme enfocado en el juego, no podía evitar sentir una sensación de ansiedad que me hacía temblar las manos.
La noche anterior había sido difícil, sobre todo después de confesar mis sentimientos a Julieta y recibir su respuesta. Me sentía incómodo y algo triste, aunque también sabía que tenía que respetar su decisión. Por eso, traté de mantenerme alejado de ella durante el día, pero eso no impidió que me sintiera incómodo y un poco celoso al verla hablando con otros chicos de la casa.

SIEMPRE HAY UN AMOR. | MARCOS Y JULIETA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora