LRS | Jeongin investiga y sabe todo sobre todos dentro de la gran universidad de Corea.
Algunos piensan que es un acosador, pero para él es un simple pasatiempo que le hace ganar algo para mantener sus estudios y algo más.
Pero un día se le acerca...
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—Sam, deberíamos hablar.
—Estamos saliendo de un hospital, Hyunjin, luego de esto iré hacia la pista, no tengo tiempo.
Como había dicho mi hermano estábamos caminando en el pasillo del hospital, habíamos salido de nuestra revisión de rutina, y este aún no me dirigía la palabra o no completamente.
A los lejos vi a Jeongin, y mi hermano parecía que también lo vio, este hablaba felizmente con un médico de mediana edad y cuando terminó la charla se acercó de igual manera a nosotros.
Lo que me sorprendió es que nos abrazó a ambos.
¿Acaso estaba soñando?
—Lo lamento, estoy muy emocionado, chicos— Jeongin se separó con una sonrisa.
—¿Paso algo, Jeongin?— Dijo Sam, quien en ningún momento saco su mano de la cintura de este.
—Mi mamá, está perfectamente bien, bueno dijo el doctor que no la descuidemos... ¿Recuerdas que te conté Hyunjin?
—¿Y el abrazo?— Sonreí a Jeongin y este parecía ponerse nervioso.
—Es que estoy contento y como los vi solo quería saltar de la emoción...
Yang y yo nos miramos con una sonrisa por unos momentos.
—Que bueno que tu mamá esté bien, Innie. No sabías que estaba enferma.
—Sí, es una muy buena noticia, de verdad.
—¿Sabes? Estos días estuve pensando en vos.
Mire a mi hermano, quien aún mantenía su mano ahí, y seguía manteniendo una sonrisa, era una sincera, claro que lo sabía.
—¿En mí?
—Está por estrenarse una película, quería saber si querías venir a verla conmigo.
—Claro y podemos ir con Hyunjin también, es de muy mala educación, invitarme a mí y no a tu hermano.
—¿Sí, quieres ir Hwang?
Mire a ambos y Yang me estaba sonriendo, como si me quisiera convencer o eso parecía.
—Claro... ¿Por qué no?
—Bien, avísenme.
Jeongin saco de su mochila una pequeña agenda dónde escribió algo y se lo entrego a Sam.
—Ahí está mi número, háblame para organizarnos.
Y se fue despidiéndose de ambos y yo vi como Sam guardaba ese papelito y se iba a lo que yo tuve que seguirlo, pero ambos seguimos distintos caminos.
¿En verdad no me iba a hablar más? Capaz lo mejor era dejar ir a Jeongin; sin embargo, mi hermano merecía ser feliz.
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