LRS | Jeongin investiga y sabe todo sobre todos dentro de la gran universidad de Corea.
Algunos piensan que es un acosador, pero para él es un simple pasatiempo que le hace ganar algo para mantener sus estudios y algo más.
Pero un día se le acerca...
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—¿Realmente te tienes que ir, Hyunjin?
Este volvió su mirada al mar, para sonreírme un poco.
—Mi madre, quiere que me vaya por seguridad, hasta que mi padre sea sentenciado.
—¿Justo ahora?
—¿Esperarás por mí?
—Dime que si Jeongin, porque cuando vuelva lo primero que haré será buscarte.
—¿Y Sam?
—Él se quedará, él decidió eso.
—Te esperaré, no importa si incluso es más de un mes, lo haré.
Hyunjin rio y me abrazo, para luego mirarme.
—Le diremos a Sam sobre lo nuestro, no quiero lastimarlo más.
—Yo tampoco, tu hermano es una buena persona, él me había citado acá, pero no vino, es raro, ¿Le habrá pasado algo?
—Vamos a casa, seguro está ahí, otro lugar no creo que esté.
Yo asentí y tomé la mano de Hyunjin, para caminar hacia su casa, según él no quedaba muy lejos de acá. Pero fue mentira, quedaba lejos y Hyunjin me charlaba de cualquier otra cosa, y mis piernas no daban más, de tanto caminar.
—¿Estás cansando, Jeong?
—Un poco...
De repente sentí como me alzaba como aquella vez que me caía y el mismo me curo, con cuidado y lo mire queriéndome reír.
—Bájame, puedo caminar bien.
—No, falta mucho, además yo te estoy haciendo caminar, es un favor. Termine aceptando y dejé que me llevará, enrede mis brazos en su cuello, mientras lo miraba.
—Deja de verme así, me pones nervioso.
—No lo haré, tengo que aprovechar en grabar en mi mente, tu rostro en todos los ángulos para que no me olvide vos.
—Me voy por un mes, Jeongin.
—Un mes es mucho tiempo.
Escuche reír a Hyunjin y cuando me di cuenta de que estábamos cerca de la casa de él, me bajo con cuidado y tome su mano para que no se pusiera inseguro, por su cambio de expresiones en su rostro lo noté.
—Va a estar todo bien, Sam lo entenderá y no se enojará por toda la vida con vos.
—Eso espero.
La sorpresa cuando entramos es que la casa estaba totalmente vacía, no se encontraba en ese momento Sam, y Hyunjin comenzó a llamarlo, pero solo nos encontramos a kkami ladrando alegremente.
—Parece que salió.
—¿Y si estuvo donde se iba a encontrarme conmigo?
—No lo creo, Innie. Lo hubiéramos visto o supongo que me hubiera insultado, no lo sé, espero que venga antes de mañana.
