Caleb

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Había algo en Caleb que me hacía sentir especial, me resultaba familiar, como si ya antes hubiera hablado con él.


Era un chico alto, me sacaba dos cabezas y media, aunque eso era fácil ya que yo no era muy alta. Era fuerte, se notaba que durante su vida había hecho mucho deporte. Me atraía su forma de ser, su forma de andar, la manera en la que me miraba, su olor, su voz...


Sinceramente creo que ya había conocido a Caleb antes, aunque no podía recordarlo porque había olvidado todo lo que pasó antes del accidente, sólo recordaba a mi familia y el momento del golpe. El médico dijo que si despertaba algún día podría presentar ciertos síntomas de amnesia y creo que ya, aún estando en coma, los tenía.


-Bueno pequeña, ¿has tomado ya alguna decisión?

Me gustaba su forma de llamarme, esa palabra "pequeña" me resultaba tierna y me hacía sentir que él estaba conmigo.

-No, ¿Cuánto tiempo ha pasado ya?

-Dos meses y trece días.

-La verdad, es que me encanta pasar el tiempo aquí contigo, pero creo que mi familia me necesita.

Caleb se quedó callado, de repente se puso demasiado serio, creo que no quería que me fuera.

-Es normal que quieras volver Abi, pero recuerda que siempre estaré a tu lado, protegiendote y si necesitas ayuda sólo pídela, háblame como si estuviera a tu lado, porque lo he estado durante todo este tiempo.

-Caleb ¿Qué eres?

-Bien, yo fallecí hace dos años, me daban la posibilidad de que mi alma quedara aquí con la condición de que tendría que proteger a la persona a la que más quería, y esa persona querida Abi, eras tú. Soy un ángel negro, porque decidí quedarme aquí en vez de ir con otros ángeles.

Ví como una lágrima recorría su mejilla, no pude evitarlo, estiré la manga de mi jersey y le sequé la lágrima. Nuestras miradas se cruzaron y se quedaron mirando fijamente, finalmente seguí a mi corazón, y le besé.


-Bien, creo que es hora de que vuelvas. Recuerdame, y recuerda que siempre estoy a tu lado, que te veo, que te siento y que te toco, y no olvides lo más importante, que te quiero Abi.




El ángel negroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora