Esta vez Adri fue el primero en levantarse, yo estaba realmente cansada. Adri se levantó y preparó un desayuno rápido, pero rico. Me dejó dormir hasta la una y media de la tarde. Me desperté y lo primero que hice fue estirarme en la cama y frotarme los ojos. Me levanté, estaba desnuda, me puse la camisa que Adri llevaba anoche y me la abroché hasta la mitad, salí al salón, Adri estaba jugando a la play, en cuanto me escuchó dejó el mando sobre la mesa, y se levantó, me dio los buenos días y me dijo que qué me apetecía para comer, le dije que cualquier cosa estaría bien si era con él.
-Pero bueno, a ti que te ha dado por ponerte mi ropa, ¿pero esto que es?
-Es que huele tan bien. El usaba el perfume de Invictus que a mi me volvía loca y me gustaba oler a él. -Además sabes que tu ropa me queda mejor a mi que a ti.
-Protesto, me gustas más si nada.
Le besé y me fui al baño para lavarme. Abrí una puerta que no había visto hasta ahora, la abrí y ví una habitación, con su tele y todo. Llamé a Adri. -¿Pero tu no decías que aquí solo había una habitación? Se echó a reír y me besó de nuevo. -Es lo que hay pequeña jajaja.Era nuestro último día y yo no quería irme, quería quedarme a vivir en ese maravilloso lugar con Adri, nos veía a él y a mi viviendo allí en un futuro.
Llamamos a un chino que nos trajo la comida a casa, por la tarde Adri se echó la siesta porque tenía que conducir mientras yo veía una peli en el DVD.
Llegaron las diez de la noche y salimos para Madrid. Nos montamos en el coche y arrancamos.
A mitad del camino un coche se nos cruzo y nos chocamos.
Desperté en una playa a lo lejos estaba Caleb. Estaba llorando:
-Lo siento Abi, debí haberte protegido pero me mataban los celos y desaparecí, perdoname.
-¿Qué? ¿Qué ha pasado?
-Abi has, has muerto, yo lo siento, lo siento de verdad.
-¿Qué? No no puede ser.
Noté las lágrimas cayendo por mis mofletes.
-¿Dónde está él?
-Él no tenía nadie que le protegiera y decidió hacerse ángel de su madre.
-¿Ya no le veré más?
-No, pero puedes quedarte aquí conmigo, para siempre. Te quiero.
No, yo no quería eso ahora, era feliz con Adri. Quería a Caleb, pero él ya no estaba, y ahora quería a Adri.
Me preguntaba si había alguna forma de volverle a ver, pero explicarme como le dices a alguien que te ama y que está gastando su "vida" en protegerte, que quieres irte con otro chico.
Me senté en la arena junto a Caleb y lloré junto a él.
-¿Podré ver a mi madre y a Adri?
-No, tu sitio es este, a mi lado, para siempre, juntos, solos tu y yo.
Algo me hizo odiar a Caleb dentro de mi, a Caleb y esa situación. No quería estar con él, es más había algo maligno en él, no me transmitía buenas vibraciones.
De repente Caleb se tumbó encima de mi y me desnudo, intenté resistirme pero no tenía fuerzas y me violó.
Lo estaba pasando verdaderamente mal, él no era Caleb, que habían hecho con él, él jamas me trató así.
-¡Para por favor! Me estas haciendo daño.
-Gilipollas, tú has sido, eres y seras siempre mía. No lo entiendes o dejas a Adri o las pagaras tú, tú y él.
No entendía nada de esto. De repente escuché una voz conocida, la de Adri era suave y tranquilizadora, -Abi, Abi despierta ¡ya hemos llegado!
Dios mio había sido una pesadilla, menos mal, me sentí aliviada.
Le di un beso a Adri y cogí mi bolsa del maletero, abrí la puerta, las chicas ya estaban durmiendo, subí a mi habitación, dejé las cosas y recibí un mensaje anónimo:
-Recuerda tú has sido, eres y seras siempre mía. No lo entiendes o dejas a Adri o las pagaras tú, tú y él.
Tiré el móvil en la cama, esa noche no dormí nada
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El ángel negro
Fiksi Remaja¿Nunca os habéis preguntado que pasa después de la muerte? ¿Qué pasa con nuestras almas? ¿Existe realmente el cielo o el infierno? ¿Hay ángeles o demonios? En esta historia, se unirán el mundo que todos conocemos con el de las almas perdidas.