Capítulo 9

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A pesar de la pelea con Stacy mi madre sólo se molestó un poco pero con el tiempo se le pasó.

James, bueno... El aún sigue molesto por ello.

Pero hoy eso no perturbara mi aura.

Ya estoy acostumbrada a vivir así,  solo quiero un respiro, quiero que mi mundo no gire alrededor de otros, al menos no por hoy.

Te preguntarás... ¿Porqué  hoy quiero un día feliz? ¿es por qué es especial o algo así? No, es un dia muy común, pero solo quiero un respiro por hoy.

Bajo las escaleras, me despido de mi madre con un beso y vuelvo a la realidad: Clases.
No quiero ir, pero al menos este es mi último año, espero que la universidad sea distinta.

James casi no me habla, siento que esta distancia pueda ser mortífera y la odio, lo amo, pero solo por una vez quería defenderme sin él y al parecer eso le disguto.

A veces inventa una excusa para no llevarme a clases, al menos siento que son excusas y en vez de ir a agarrar el autobus escolar, salgo más temprano  de mi casa y me voy caminando. Prefiero caminar a que tener que aguantar las burlas de mis compañeros.

Mientras camino observo las casas todas son hermosas en sí, son tan ostentosas, son fascinantes pero siento que les falta algo: vida.

Miro los árboles y miró como se mueven por la fuerte brisa, la naturaleza es inevitablemente hermosa, es agradable y natural.

En estos dias que voy de camino a clases, voy escuchando música, me ha gustado, he despejado mi mente e ignoró a la gente de mi alrededor.

Siento una mano en mi hombro que me echa hacia atrás y por un instante mi instinto se pone alerta, cuando miro quien es: James. Me pierdo en su mirada, extrañaba su cercanía, esos momentos cuando no pronuncias palabras pero el ambiente es cómodo ¿alguna vez les ha pasado?

Retira los audifonos con delicadeza, sin dejar de mirarme, me sonríe y eso me desarma, dos semanas había dejado de hacerlo y si lo hacía era fingida, sin embargo, lo miro y sé que es genuina.

—Pradera —me dice sacandome de mi ensoñamiento. —te estuve pitando, pero al parecer no me escuchabas —lo dice señalándo los audífonos.

—Lo.. siento, no pensé en verte sino en clases. —le digo sin despegar mis ojos de él

—Te escribí, dije que vendría a buscarte, fui a tu casa, tu mamá dijo que ya te habías ido, pensaba que te habías ido en bus, pero veo que no fue así... —oh, oh, nunca le dije que cuando no me buscaba me iba caminando, ni a mi madre, jamás me hubiera dejado ir sola —así que caminabas a clases estas semanas...

—Si —no le miento, no puedo, aunque sonó más como una afirmación que una pregunta —pero ha sido por qué he querido, tenía tiempo sin pasear  y me apetecía.

—Eso no hubiera ocurrido si yo te recogía esta semana, debí llevarte yo en estos días... —me molesta esta palabra  "debí" yo no soy un deber el cual él debe de cumplir, solo soy su novia no una obligación.

—¿ah?, con que debías ¿verdad? pues te quito ese peso de encima, ¡yo no soy tu obligaci... —no terminó de gritarle y descargarme cuando me abraza, dejándome con miles palabra altisonantes en la boca e inmediatamente el olor de su perfume muy característico de él inunda mi sistema respiratorio y se incrusta en mi piel, lo añoraba, lo quiero nunca podría aburrirme de estar con él, así sea que estemos enojados, su compañía es cómoda.

Mis manos estan a los lados, de forma rígida, su abrazo me deja desorbitada, mientra me calmo voy subiendo mis manos para corresponder a su abrazo. Cuando empieza alejarse, ya siento frío y no recuerdo haberme puesto ninguna chaqueta hoy, siempre lo hago, pero hoy se me olvido al parecer.

 En dos MundosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora