La amiga de Dylan es muy graciosa, al menos hizo que me sintiera cómoda en medio de ellos, a pesar que éste hablo muy poco, hizo que el ambiente fuera menos tensó.
Terminó de arreglar mi cabello y salgo a despedirme de mamá cuándo escucho la bocina de un vehículo, no sé quién sea, así que salgo a averiguar lo.
Observó a Dylan fuera de su carro, está sentado en el capo de su vehículo, pensativo, frunce el ceño hasta que levanta la vista en mi dirección y me sonríe al acercarme.
—¿Parece que no estás contento en llevarme o es mi imaginación? —Le pregunto por el ceño fruncido de hace rato.
—¿Por qué estaría molesto por llevarte pequeña pulga? — y agita mi cabello juguetonamente, lo que me hace sentir tan rara.
—¡Oye! ¡Deja mi cabello grandote! ¿Quieres que te demandé? —Le digo sería, conteniendo mi risa
Me mira por unos segundos intentado descifrar mis palabras y mi rostro, o eso pienso.
—Es broma —le suelto sin poderme contener más y comienzo a reírme mientras subo al asiento del copiloto.
Este sube y pone en marcha el vehículo y lo contemplo por unos segundos, dándome cuenta de la diferencia con mi novio, a pesar de su parecido.
—¿Te gusta lo que ves? ¿Acaso no puedes disimular por una vez? —giro mi cabeza hacia la ventana evadiendo la pregunta, pero me parece que le estuviera diciendo que sí, así que me giro de nuevo.
—¿No crees que tu pregunta está sacada de un libro de Romance Cliché? Sólo me pareció extraño que me llamarás pulga. Mido 1,70 eso es ser alta, aquí el gigante eres tú —Lo señalo con seriedad y este sé ríe.
—¿Tomaste una pausa para decirme eso? ¡Vaya, sí que eres una chica genio, ya veo por qué te decían así! —suelta sarcásticamente.
—¿Cómo sabes que me decían así? —vuelvo mi mirada de la ventana hacía él intrigada.
—Jack me dijo, ya que su hermano estudió contigo. ¿Qué tiene de malo eso? Yo también lo era. —una mueca de tristeza pasa por un instante en su rostro, hasta que vuelve a estar serio.
—¿Cómo qué lo eras? —le pregunto cuando se estaciona en la universidad.
—Nació Annette y mis poderes de niño genio se transpaso a el pequeño moustrico de mi hermana —Sonríe al hablar de ella.
Bajamos del carro y seguimos hablando de las clases, ya que cambia la conversación y dejó zanjado el tema, al darme cuenta que no quiere hablar de eso.
Camino al salón al ver a un sonriente Albert junto a la risueña de Annette a su lado. Ambos hacen una hermosa pareja, ella saca el lado dulce y tierno que Albert esconde.
—¡Tortolitos madrugadores! ¡Hay un mundo a su alrededor por sí no lo sabían! —Les declaró en modo boba.
Cuando Annette refunfuña el profesor entrá y no la deja quejarse como debe así que me hace una señal de que hablamos mejor afuera.
Transcurren las primeras dos clases con total normalidad, recojo mis cosas para ir a comer algo dulce en la cafetería, hasta que veo a los amigos de Dylan esperando en la puerta del salón de clases.
—¿Qué hacen allí parados obstruyendo el paso? —Le reclama Annette en broma.
—Vinimos a escoltar a las Damiselas a la cafetería —menciona Jack contemplando con dulzura a Annette, haciendo que Albert lo mire molesto.
—Las Damiselas tienen quién las escolte — toma de la mano a Annette y pasa por al lado de él quien lo mira con molestia, observó la escena y me da mucha risa, no pensaba que eso iba muy enserio.
—¡Vaya a mí que me coman los perros! —grito ya que Albert no se debe haber acordado que cuando dijo Damiselas hablaba en plural, ya que sólo tiene ojos para mi amiga.
— ¿Es así siempre? —pregunta Jack cuando me acercó. Sin embargo yo le hago un gesto de que le reste importancia y es lo que hacen todos.
Llegamos a la cafetería, charlando de todo un poco, pero en está no esta Albert ni Annette lo que me desconcierta, sólo Dylan en una esquina con varias chicas un poco incómodo o al menos eso intuyo.
Jack me toma de los hombres —Vamos rescatar a nuestro amigo—y me apresura a llegar a dónde Dylan para deshacerse de las chicas.
Todas se van menos Cris quién me saluda cálidamente.
—¿Y tú? ¿Acaso no tienes algo más que hacer? —Le pregunta un irritado Alex.
—¿Yo qué? ¿Acaso no estás viendo que estoy desayunando con mi amigo, salvaje? — Abraza a Dylan y todos lo abuchean y esté se enfada más.
—Ella se queda, hasta ahora se lo ha ganado — Sonríe Dylan, sin quitarle la mirada al plato.
Alex quiere contradecirlo, pero todos empiezan a hablar entre sí sobre temas triviales, dejando a éste con un sabor amargo e ignorando lo acontecido.
—¿Qué tal ha ido tu día pulga? —su mirada sube del plato a mis ojos y mi pulso se acelera.
—Ha estado de maravilla grandote — éste sonríe, haciendo que mi corazón se paralice y vuelva a latir con más fuerza.
—¡Vaya! ¿Ahora se llevan bien? —no disimula Cris.
—¿Y antes nos llevabamos mal? —pregunto mirando a Dylan con total sarcasmos.
—No que yo recuerde, un día tal vez, pero creo que nos apreciamos demasiado como para llevarnos mal ¿No lo crees? —ambos nos miramos fijamente con complicidad.
—¿Saben qué? Debo ir a clases, nos vemos —hablo levantando me de la mesa. —me despido y en ves de ir a clases subo a la azotea de la universidad.
Observó el espacio y la brisa toca mi piel haciendo que ésta se erice, siento que en tan poco tiempo mi vida ha cambiado, aún no sé si mañana seguirá cambiado aún más y de qué forma lo hará.
No se en que momento me quedo dormida, cuando escucho a lo lejos el sonido de mi celular, abro mis ojos con pereza y respondo la llamada sin ver quién es.
—¿Dónde estás? Te has perdido dos clases Stella Josefina hija de tu mamá, porque de la mía no es —escucho un par de risas y alguien que le insiste que me pregunté donde estoy, cuando sigo en silencio.
—Lo siento me quedé dormida en la azotea, ya bajo —aun con el sueño que llevo intento caminar.
Cuando bajó por el tercer piso de las escaleras, no afincó bien el pies y me resbaló cayendo apresuradamente hasta llegar a bajo de las escaleras, me duele la cabeza y el cuerpo e intento levantarme, pero pierdo la consciencia después de escuchar una voz.
—¡Stella! ¡Stella! Vengan se cayó —grita Annette.
—¡Maldición! ¡Tranquila vamos a la enfermería!
Lamento la tardanza gente, muy pronto se vienen más capítulos de momento siganme en mis redes y estén al tanto de mi contenido.
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En dos Mundos
RomanceStella Rivas es una chica que ha sufrido mucho pero que tiene un corazón bonito, en su momento no había pensado en tener un amor cliché sin embargo en su vida aparece James Lee Smith quien le enseñara la esencia del amor. A pesar de su romance, en...