Capítulo 21

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Despierto después de escuchar dos veces mi alarma, sabiendo que llegaré tarde si no le presto atención y me levanto, terminó de vestirme y de maquillarme bajo a desayunar.

Me despido de mi mamá y salgo camino a mi segundo día de clases, cuando llego, veo a Ann con hablando con su hermano enfrente de la universidad, al verme su mirada se ilumina haciendo que su hermano mire en mi dirección para luego mirarla a ella y decirle algo a esta, lo cual hace que ella le golpee el brazo y niegue con la cabeza. Me acerco a donde están y este no me mira.

—Hola Stella ¿Cómo estás? —Sonríe.

—Hola, estoy bien. Al menos llegamos temprano hoy.

—Eso es verdad, aunque hoy no veamos al profesor loco de ayer. Por cierto este es mi hermano Dylan.—Sonrió en su dirección, pero este me mira de forma despectiva, ¡que rayos les pasa!

—Mucho gusto, me llamo... —No termino de decir mi nombre cuando me corta.

—Debo irme, nos vemos en clase hermanita. —Y se va sin más, me dejo con la mano estirada y la palabra en la boca, sin duda hay una enorme diferencia entre James y él.

—Lo siento Stella, mi hermano es... muy complicado, difícil, extremadamente difícil de llevar, no sé cómo lo soporto, pero lo hago y estar aquí lo pone peor, nos mudamos hace un mes y ya se lleva mal con medio mundo. —me dice apenada.

—Tranquila entiendo. Vamos a clases.—Entramos y al ver a Albert enfrente de un aula me alegra saber que al menos él está aquí, nos sigue y nos acompaña a la siguiente clase.

Caminamos a la cafetería en la hora de almuerzo, algo que me hace acordar a la secundaria cuando tenía miedo de almorzar, ya que siempre se metían conmigo, me hizo recordar que al menos ahora era diferente y eso me hace feliz.

—Stella no creo que mi mamá me deje ir a tu casa, porque no conozco mucho la zona, pero puedes venir a mi casa, si te dejan para hacer los tres informes y el ensayo ¿Esta tarde te parece? —Asiento y busco el número de mi mamá para informarle.

—Está bien, no hay problema.

Le escribo a Sara para pedir permiso en el trabajo y acceden, Ann me da la dirección y como lo imaginaba es la casa de James, aunque él no esté sigue siendo su hogar, no sé cómo estarán las cosas allí, pero solo espero vuelva pronto.

Camino a mi casa, al llegar subo a mi habitación para arreglarme y llevar lo necesario para hacer los trabajos, con las cosas ya organizadas bajo camino a su casa.

........

Toco el timbre esperando que abran y al salir el padre de James me mira asombrado para luego sonreír

—Stella tiempo sin verte por aquí, ¿a qué se debe tu visita?

—¿Esta Annett? Debo hacer una trabajo con ella —Le hablo tajante, ya que este hombre no le debo respeto como antes.

—Claro pasa, está en su habitación, la que está al lado de James.

Subo las escaleras y al pasar por la habitación de mi novio, muchos recuerdos vienen a mi mente y sigo extrañando cada día su presencia. Toco con las puntas de mis dedos su puerta, mientras suspiro en derrota, abro mis ojos para dirigirme al cuarto de Ann, cuando tropiezo con el fornido cuerpo de alguien, cuando me percato quién es, mi semblante cambia y no logro disimular el miedo que me da estar delante de Dylan, este me intimida con su mirada haciendo que retroceda.

Sin pensarlo, camino hacia su dirección tratando de esquivarlo para llegar a la puerta de Ann, pero me jala hacia él, haciendo que caiga en su pecho e intento alejarme, pero este no me suelta.

—Al parecer no te importo que te haya rechazado esta mañana sino que vienes a mi casa para volver a verme—Lo miro incrédula por lo que dijo, hasta que me di cuenta que el cree que lo estoy persiguiendo por que me gusta.

—¿Que te hace pensar que vine hasta aquí por ti? —Le respondo con la misma crueldad que él lo hace.

—No soy estúpido, te pasas observándome en clases, ¿crees que soy tonto? Sé que viniste por mí, pero déjame decirte algo —Se acerca a mi amenazante, algo que me hace retroceder —No obtendrás nada de mi, déjame decirte que nunca me interesaría en ti.

Ahora era yo quien quería reírme, acababa de escuchar las palabras más estupidas en toda mi vida, lo miré irritada, sin poder evitarlo sonreí con picardía y me acerqué.

—Dejame decirte algo: Espero te quede claro, tengo novio y no me importa lo que tu digas, no espero que te intereses en mi, por qué yo no estoy interesada en ti, solo vine hacer una tarea con tu hermana si me crees bien y si no también, es tu problema —Estaba molesta, no quería que nadie me subestimara, sabía que lo observaba, pero no era como el creía, no me dejaría intimidar estoy segura de eso.

Gire hacia la puerta de su hermana y toque, está al abrir y verme se alegra y paso para empezar con la tareas, hablámos de forma animada y sin darnos cuenta ya era tarde y debía irme, estar con Ann, era como estar con Sara, las dos me hacían sentir bien y me daban mucha confianza.

Me despedí de Ann, cuando miré la hora eran las 8:49 pm, llegaría tarde a casa, así que comencé que caminar lo más rápido posible a la parada, antes de llegar sentí una mano tomar mi muñeca tan fuerte haciendo que me tambale y caiga al asfalto.

—Auchh. —mire mi rodilla y vi un poco de sangre en ella, miro al hombre parado en enfrente de mi, está totalmente ebrio, su mirada es lobuna, algo que me hace entrar en pánico.

—¡Oye, Bonita ven acá!—Me llama mientras se trataba de mantener en pie, intento pararme deprisa, pero el parecer el dolor en mi pierna no deja que me levante.

Este intenta acercarse cada vez más, pero cuando esta a un paso de mi, alguien lo empuj de lado, haciendo que este caiga sentado detrás de unos árboles.

Miro al hombre que lo empujó y su mirada me hace querer huir de nuevo. Se acerca a mi y me carga como si no pesará nada, paso mis brazo por su cuello, mientras aspiró su perfume me doy cuenta que no es él y jamás lo será, aunque me mira con sus hermosos ojos azules, su mirada no es la de él, son parecidos pero ambos son tan diferentes, aunque no conozco del todo a Dylan, se que su aura es peligrosa y tengo un límite que no estoy dispuesta a pasar, a pesar de su magnetismo.

 En dos MundosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora