Capítulo 22

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Intento tragar grueso por el silencio incómodo en que me encuentro, Dylan me deja en la acera, mientras entra a la farmacia toco mi tobillo izquierdo y está inflamado, arde mucho a parte del raspón que me hice en la dos rodillas, trato de mantener la calma y pensar serenamente, cierro mis ojos mientras respiro buscando la calma.

Siento una mano tocar mi rodilla y entonces abro los ojos, miro a Dylan enfrente de mi agachado inpeccionando mi rodillas, mientras la limpia y luego pasa a mi tobillo.

-¿Crees que puedes caminar? -Me interrumpe de mi ensoñamiento, sin saber he quedado anonadada con su voz.

-Creo que sí, digo... no lo.. sé -me golpeó internamente por lo estupida que parezco, así que decido arreglarlo
-Dejame intentarlo, de todos modo debo llegar de alguna manera a mi casa.

Me apresuro a levantarme, pero mi tobillo cede y vuelvo a caer, soltando un gemido de frustración, cuando lo intento de nuevo Dylan me pide que pare porque me seguiré haciendo daño, él me toma en sus brazos de nuevo y se dirige a la misma calle donde estábamos hace un rato, diviso una motocicleta y me dice que me suba, obedezco.

Aspiro su aroma mientras me sujeto de su cintura, odio las motos, la velocidad me paraliza por eso James siempre iba a una velocidad considerable en su auto a pesar que le gusta manejar como un psicópata. Cierro mis ojos rogando que no nos pase nada malo, llegamos a la dirección que le indique, éste baja primero que yo para ayudarme a bajar, vuelve a agarrarme en sus brazos y llegamos a mi puerta, tomo mis llaves, entrando a la casa en un profundo silencio, pensando en que mi mama no está le indico que me lleve a mi cuarto a pesar de soltar un bufido lo ignoro.

-Escucha sé que no nos conocemos y toda la cosa, solo... lo lamento, lamento haber sido una carga, espero no vuelva a pasar...-le digo cuando me deja la cama mientras toma una distancia considerable, sin saber que más decir me quedo en silencio.

-¿Acaso no crees que es mucha coincidencia que hoy cuando vas a mi casa, haya pasado todo este rollo y termine hoy estando en tu casa, en tu cuarto a solas? -Su manera arrogante de decirlo me dan ganas de abofetearlo, sin dudas no podía seguir comparando a mi novio con el engreído que tenía al frente.

-Oye si crees que estoy muy feliz o ilusionada de que estés aquí conmigo te equivocas, estoy agradecida por tu ayuda, tal vez nadie se hubiera acercado a mí a ayudarme y menos traerme a mi casa, pero no me interesas y mucho pienso nada de lo que tu crees, no se que mundo te estas imaginando -Estoy enojada, no puede ser que el se crea el dueño del universo, si tan mal le caigo, por qué no se larga de una vez.

Dylan se ríe haciendo que su hoyuelos se marquen y su hermosa sonrisa Colgate aparezca.

-Primero no me estoy creando ningún mundo, segundo ¿Qué crees que estoy pensando y por qué estás tan segura? ¿Acaso lees mentes?

-Tal vez sea mala educación, pero ¿Puedes largarte de mi casa? No nos conocemos para que estemos en este plan -Nunca he sido mala educada con nadie y menos con personas que me han ayudado, pero no soportaré que me trate como si no valiera nada.

-Escúchame conozco a las chicas como tú y un día me rogarás por que me quede, pero no lo haré no eres mi tipo y si quieres que te crea entonces aléjate de mí hermana - Me guiña un ojo y se va como si nada.

Observo la puerta con enojo, frustrada pensado en lo que dijo, de verda piensa que dejaré de hablarle a su hermana como si nada, tonterías, el puede creer lo que quiera pero seguiré hablándole a Ann sin importar lo que él diga.

Miro al techo sin poder conciliar el sueño, a penas nos conocimos y ya estamos en este plan, podía suponer que ese chico iba a ser un problema en mi vida, sin embargo estoy dispuesta a plantarle cara, si Ann es una buena chica no pienso de dejar mi amistad con ella por su culpa.

.....


Había llegado el fin de semana y no podía caminar aún bien, mi tobillo estaba menos inflamado pero igual seguía doliendo, cómo podía intentaba caminar, Ann al otro día se sorprendió que no había ido así que me llamó preocupada, le explique por encima los detalles y cuando escucho que su hermano me había ayudado al principio no lo creyó, pero luego escuché un suspiro de alivio en la otra línea.

El otro tema era mi mamá al principio se asusto, pero le conté lo que pasó y sintió un profundo agradecimiento por el chico que me salvó y esperaba recompesarlo con alguna comida, sin embargo insistí en dejarlo así.

No quería que el chico se creyera la gran cosa y pensara que tengo algún interés en él, estaba decidida en alejarlo de mi lo más que pudiera y no tener que estar cerca de él, ya que cualquier tipo de acercamiento parecería que en realidad tenía algún interés.

Falte una semana a clases por qué al parecer lo del tobillo era un poco grave, así que debía dejarlo descansar para que bajara la hinchazón cosa que ya estaba pasando.

Annet me envió todo las clases al correo y así pude mantenerme al día sin ningún problema, en el trabajo llamé a Sara para decirle al gerente que tendría una semana de permiso por razones ajenas a mi voluntad.

Y estando sola otra vez en mi cuarto sentía que era una completa eternidad, necesitaba volver a mirar los ojos de la persona más dulce y cariñosa que tenía, poder sentir su mano entrelazada con la mía, su aroma, su risa, no quería extrañarlo, pero ya era tarde me estaba haciendo mucha falta, a penas había pasado un mes y medio, creía que era eterno el tiempo que no lo había visto.

Cerraba mis ojos e imaginaba donde estaba y cómo se sentía, quería creer que aún me extrañaba y me seguía amando, confiaba en su promesa, yo sería su esposa y en suspiro de satisfacción, me quedé dormida en mi cómoda cama.

 En dos MundosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora