Prólogo

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A veces llegamos a un punto donde no nos soportamos a nosotros mismos. Te encierras en un círculo donde solo esta: el daño que le hiciste a los demás, los errores, la culpa y tú.

Puede que incluso no eras consiente del acto que estabas llevando a cabo, puede que realmente no lo estabas haciendo con verdadera intención; pero si ese es el caso... ¿Cómo decirte eso a ti mismo? ¿Cómo haces para que tu cerebro lo crea también? Y sobre todo ¿Cómo haces para perdonarte?

Las cosas cambiaron mucho desde esa noche, cambiaron para mal. Y a pesar de que ya había pasado mucho tiempo desde que esa herida fue formada, nunca dejaba de sentirse fresca. No quedaba en el pasado como la mayoría de cosas; No era un simple recuerdo amargo que venía a ti de vez en cuando.

Un error trajo consigo una herida, esa herida trajo una acción, esa acción vino con una consecuencia y esa consecuencia solo abrió paso a mas errores.

El pasado que nos uneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora