4. Caja de Pandora

84 19 55
                                    

Bored - Billie Eilish


10 de octubre, 2010

10 de octubre, 2010

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Kosuke

El corazón se me va a salir del pecho, pero no me importa.

En algún lugar del recinto, Liz Langdon, una de las mejores amigas de Annisse, está pinchando discos, mezclando música electrónica. Un tipo de música que no es necesariamente mi favorita, pero tampoco me importa. Quizás había estado subestimando el género, ni idea, pero el beat que acompaña mis pulsaciones puede que sea lo mejor que haya escuchado en mi puta vida.

Estoy sudando. Yo no bailo. No se me da muy bien, pero ahora solo tengo ganas de hacerlo, al compás de su cuerpo y el mío. Porque no tengo ojos para nadie que no sea ella y las constelaciones que se forman en sus pecosos pómulos. Las luces hacen que su rostro se vea poblado de estrellas y sus ojos verdes sean una supernova a punto de absorberme.

Es tan hermosa.

Es perfecta para mí. La dosis justa de locura que necesito.

—Oh, Anns, ¿por qué no puede ser así siempre? —la interpelo, al mismo tiempo que cojo su rostro por ambos lados y me aproximo a este, respirando el aroma cítrico de su perfume—. ¿Te he dicho lo hermosa que eres?

—Aunque no lo dijeras, tus ojos lo gritan —responde, cerca de mi oído—. Eres una maldita caja de Pandora, Ko. Y basta solo mirarte para saber que lo que pasa dentro de ti, te excede. Es como si tu cuerpo no te alcanzara para sentirlo todo y adoro que me mires de esa forma. Adoro mirarte y saber enseguida que eres mío.

Necesito besarla ya. En cambio, me rio.

—Joder, cariño, estás drogada.

—¡Pues sí! —responde Annisse, risueña.

—Debe ser el discurso más meloso que te he escuchado desde que te conozco.

—¡Cállate, imbécil!

—Esa es mi chica.

Entonces, la beso. Esa lengua afilada, esos insultos cargados de un fuego que me sube por las venas, llega a mi corazón, para luego viajar hasta el sur de mi cuerpo; lo quiero todo para mí ahora. Me siento completo si estoy con ella, es absurdo que no pueda ver el lado positivo de la vida si la tengo a mi lado. Le agradezco a todos los dioses que exista el M, porque necesitaba verlo todo con esta claridad.

Nos subimos a un taxi, dejando la fiesta, y tengo que aguantar con todas mis fuerzas el no devorarla antes de llegar al piso en el que vive con su madre. Esta última se encuentra de viaje, por lo que tenemos casa para nosotros solos... Y vamos a aprovecharlo. No hay nada que necesite más que este momento.

Last night on Earth (Libro #0.5)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora