10. Casa

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Don't resent me
And when you're feeling empty
Keep me in your memory
Leave out all the rest
Leave out all the rest

Leave out all the rest – LINKIN PARK

30 de noviembre, 2010

Durante todo el camino en el auto, los Uchiha fueron en silencio. Una actitud muy poco común en la familia, que se caracterizaba por hablar hasta por los codos. Kenshin, Hitomi, Kaoru y Kyo no sabían qué decir por primera vez en mucho tiempo. Habían sido tres meses de terapia para todos, en los que habían tenido que aprender a comunicarse nuevamente, porque el impacto de casi perder a un miembro de su familia había sido enorme.

Cada uno, a su manera, había descubierto que el poder de las palabras mal empleadas tiene efectos letales para alguien que no procesa las emociones como el resto y que, pese a que eran una familia muy unida y comunicativa, había herramientas que no poseían para poder ayudarse entre sí.

Así, tan difícil como suena: no importa qué tanto ames a una persona, hay lugares de su corazón a los que no puedes entrar.

Aunque desees ayudar, es muy probable que consigas el efecto contrario y está bien. Porque no podemos saberlo todo y porque parte del ejercicio desprendido de amar implica el aceptar que no somos la respuesta a todos los problemas del otro. Y que, probablemente, tengamos que verlos caer más veces. No para que el otro aprenda a no equivocarse, sino para que uno pueda dejarlo ir.

Permitirle a quien amas que crezca, validando lo que siente y sin tomarlo personal, es un desafío que esta familia ha tenido que afrontar, sabiendo que no es una tarea que puedan concluir algún día, sino que se debe transformar en un estilo de vida.

Kaoru, por su parte, tiene los audífonos puestos. Está escuchando Dust in the Wind, no solo porque el violín la calma. Sino porque fue la primera canción que su hermano mayor sacó en la guitarra y, el verlo mover sus dedos por las cuerdas con tanta destreza, la hizo decidir que ese era su instrumento favorito, uno que ella también quería tocar.

Muchas veces habían hecho dueto de voz y guitarra con aquella canción, y como le había sugerido la terapeuta que tuvo que ver por obligación, luego del "shock de haber salvado a Kosuke", se concentraba en los recuerdos felices.

La verdad, a Kaoru siempre le pareció un chiste que la psicóloga la instara a aferrarse a los buenos momentos, porque era imposible para ella pensar en su hermano de otra forma. Kosuke siempre iba a significar felicidad para ella, sin importar cuán intrincado se hubiera puesto el camino.

¿Por qué se esmeraron tanto en sacarle la impresión de aquel día? No dejaba de preguntárselo. Si eso era ser adulto, francamente, no se le ocurría algo más estúpido.

Tuvo que fingir estar de acuerdo, hasta que -de verdad- todos se dieron cuenta de que ella no estaba traumatizada por lo que había pasado aquel día, no. Era otra cosa la que la molestaba.

¿Cuándo carajo alguien le iba a preguntar por qué no estuvo presente? ¿Cuándo le iban a cuestionar las veces que no escuchó a su hermano? ¿Las veces que ignoró las señales, porque prefirió verlo como una roca, su fortaleza, siendo que pudo dejarlo descansar un momento sobre su hombro?

¿Por qué nadie la regañó? Kaoru siente que necesita que alguien la remeza, que la responsabilice. Al menos de esa forma sentiría que hay algo con lo que trabajar. Una tarea real. Algo concreto que pudiera hacer para ayudarlo. Pero no. Y le frustra más que nada en su vida.

Siente que no tiene idea de qué hará de ahora en adelante.

Kaoru suspira, ya que no confía en que alguien le haga las preguntas correctas. Pero eso no la va a detener de enmendar sus acciones.

Last night on Earth (Libro #0.5)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora