Era una noche lluviosa en aquel pueblo llamado Karmaland, el como las gotas caían con intensidad sobre el suelo, los árboles y la casa, era lo único que se escuchaba. Eso y las respiraciones agitadas de un par de amantes que no negaban que de vez en cuando, les gustaba pasarla bien con el otro y otros.
Aún cuando están interesados en alguien más.
O por lo menos, solo uno de los dos estaba profundamente interesado en alguien más, mientras que el otro, solo tenia ojos para el chico con el que estaba ahora mismo.
–Señor alcalde... ¿Le gustaría una taza de café? –preguntó un tanto divertido el chico de ojos verdes.
El azabache soltó una pequeña risita, se humedeció los labios mientras asentía y luego, volvió a dirigir su mirada hacia el chico de enfrente.
–Si no es molestia –una boba sonrisa se le dibujó en el rostro.
El híbrido de oso sonrió levemente y después se levantó de su asiento, para luego dirigirse a la cocina de su casa.
El menor miraba atento cada movimiento de aquel chico que tanto le gustaba, se sentía tan afortunado de que alguien tan berrinchudo como lo era el mexicano, tuviera como "primera dama" a alguien tan único y especial como lo era Rubius.Rubius era su todo, el que siempre había estado para él, especialmente en la campaña de su presidencia. Nadie había estado tan presente en su vida como aquel chico oso lo estaba.
–Estaba pensando... –dijo en cuanto salió de sus pensamientos– Que podríamos hacer oficial lo nuestro.
Las esponjosas orejas de oso se movieron un tanto confundidas mientras que Rubén arqueaba una ceja.
–¿A qué te refieres? –preguntó extrañado.
–A eso... Hacer oficial lo nuestro, que todos sepan lo que tú y yo somos –se levantó del sofá y comenzó a acercarse a su amante.
El de cabello blanco sonrió divertido– Todos ya saben que soy tu primera dama, Quackity.
–Eso no, pendejo! –soltó un suspiro y luego tomó suavemente la mano del otro– Quiero que todos sepan que tú y yo de verdad somos más que socios, más que amigos... Que... Que nos gustamos –sintió un gran calor en sus mejillas mientras una boba sonrisa se encontraba en su rostro.
El híbrido de oso sintió un escalofrío al escuchar las palabras de su amigo, suavemente pero también en un movimiento rápido, alejó su mano del menor, quien lo seguía observando con una linda sonrisa formada por sus labios.
–Lo acabas de decir, Quackity –se humedeció los labios– Somos socios... Nada más.
La sonrisa del menor comenzó a borrarse poco a poco, miró a todos lados hasta que finalmente soltó una pequeña risita.
ESTÁS LEYENDO
𝑸𝒖𝒂𝒄𝒌 ✿︎ℒ𝓊𝒸𝓀𝒾𝓉𝓎ت︎✿︎
Fiksi PenggemarEres un chico que finge tenerle miedo al compromiso, solo hasta que la persona de la que estas enamorado se decida a tener algo serio contigo. Pero... ¿Cuánto más vas a esperar? ¿Qué tienes que hacer para que él se decida de una vez? ¿Qué tiene que...