La Villana Vive Dos Veces.

Capítulo 44.

Aunque no dijo que pudieran entrar, la puerta se abrió.

Alice entró, sus mejillas sonrojadas por la emoción. Como si estuviera corriendo, estaba sin aliento.

- Extrañar.

- ¿Qué ha pasado? Artezia preguntó con calma y se volvió hacia ella.

Alice pareció recobrar el sentido cuando vio una habitación colorida llena de vestidos, joyas y telas. Conteniendo la respiración, camina hacia Artezia.

- ¡No! ¡Tendrá polvo encima!

- ¡No puedes pisarlo!

Los empleados de Emily armaron un escándalo, pero Alice los ignoró.

"Milady, han llegado noticias de la casa de la marquesa Rosanne", dijo Alice en voz baja al oído de Artezia.

Emily rápidamente se dio cuenta de esto y se distanció de Artezia. Sophie abrió los ojos e inclinó la cabeza.

- Anoche... No, hoy en la madrugada dijeron que Bill murió.

- Entendí.

Parece que Ray hizo lo correcto.

- Gran trabajo.

Artezia felicitó a Alice.

Esta vez los datos fueron insignificantes. Sin embargo, es importante escuchar las noticias al menos un poco antes que los demás.

Para Alice, trabajar con información no era diferente de lo habitual. Ella era encomiable.

Alice rió de placer.

- Sí. Nora vino a darme la noticia. Ella es una criada que trabajaba en la lavandería.

- Recuerdo.

Todo esto se debe a las consecuencias de ofrecer sobornos en lugar de regalos. Se le dijo a Nora que les hiciera saber si había alguna noticia y corrió tan pronto como supo que este incidente había sucedido e informó a Alice al respecto.

Sophie escuchó el nombre de Nora y preguntó:

- ¿Quién es Nora?

- Ah, esto es....

- Bill está muerto.

Alice miró a Artezia, preguntándose si tenía que ocultarlo.

Artezia asintió con la cabeza con una mirada que no contenía la menor preocupación o duda.

El mayordomo de Millaira murió. En cualquier caso, la noticia se difundirá en medio día.

Los artículos también aparecerán en el periódico esta semana. No había razón para ocultarlo.

- ¡Dios mío!

Sophie se asustó y detuvo el grito con la mano. Emily también gritó sorprendida.

Como Millaira visitó a Emily varias veces, la mayoría de sus empleados sabían de Bill.

El asombro y la conmoción se extendieron.

- Ah, ¿cómo sucedió?

- Anoche señora, ay.

Alice se quedó en silencio y rápidamente cerró la boca. Se notó que mencionó a Millaira.

Artezia negó levemente con la cabeza y señaló que no importaba, para que pudiera decirse. Entonces Alice habló con confianza.

- Parece que la señora golpeó a Bill en una rabieta, por lo que se enojó y salió a tomar una copa en medio de la noche.

- ¿Y luego?