Ábralin [+18]

PRÓLOGO

El corazón me latía a mil, no podía parar pensando en lo que acababa de presenciar.

¿Y si me hace algo a mi también? Tenía que escapar.

Sentía que en cualquier momento me iba a morir del cansancio, y la lluvia de la noche no me ayudaba para nada.

Lo escuché gritando mi nombre a lo lejos, suplicándome que parara... Hasta que no lo escuché más.

Seguí corriendo por un buen rato, y llegó el momento en el que tuve que parar a tomar aire.

Pero me quedé en blanco cuando noté su silueta parada frente a mi, con su torso lleno de sangre que no le pertenecía y sus manos lastimadas.

Me miró con esa sonrisa ladeada que hace unos momentos me hubiera encantado pero ahora me asustaba.

-No me mires así, Hannah.-Dijo.
Su pelo mojado tapaba sus ojos y parte de su nariz.

No me había dado cuenta de que mis lágrimas empezaron a salir, y después de escucharlo solo pude decir en un susurro:

-Marko, ¿Qué mierda acabas de hacer?