Ábralin [+18]

Bon ami

Bajé a desayunar tarde, la verdad que había dormido fatal. Me sorprendí al ver a Vanesa en casa, pensé que estaba en el trabajo.

-Hola hija. -Se acercó a darme un beso en la frente- Te quise preparar el desayuno antes de irme.

-Gracias. ¿Dormiste bien? ¿Te pudiste calmar? -Pregunté antes de comerme una galleta casera de mi madre.

-¿Calmar? ¿Con qué?.

La miré extrañada.

-Con tu ataque de ayer.

-No se de que hablas Hannah. -Confesó con el ceño fruncido. -Como sea, tengo que irme. Nos vemos pronto mi amor.

-Nos vemos... -Solté confundida.

-Ah, me olvidaba.

-¿Si?

-No olvides de llamarme ante cualquier cosa. Vendré lo más rápido posible. Alarmas puestas, teléfono prendido y sin salir. ¿Entendido?

-Entendido.

-Esa es mi chica. -Se despidió con una sonrisa y cerró la puerta.

Solté un suspiro. A veces era difícil entenderla, pero hacía lo posible para que la relación de madre e hija no decaiga.

Supuestamente hoy es la fiesta la cual Theo me obliga a ir. Mi madre me va matar... Al menos de que no se entere.

***

POV SARAH:
Estaba a punto de dar el último. Quería sentirlo vacío, poder largarlo todo. Pero una llamada me interrumpió.

"Llamada entrante: Anna Allard"

Suspiré y atendí.

-¿Hola?

-Hola Sari. Quería saber si al final nos íbamos a ver en el club esta noche.

-¡Si! Obvio que sí. Iré después de cenar, apenas llegue te aviso. -Traté de ocultar los sollozos míos y fingir estar bien cómo siempre hacía.

-Genial.

-¿Vas a ir sola? ¿Segura que no quieres que te lleve?

-No, no hay problema. Conozco bien el camino.

-Está bien, como gustes. Cualquier cosa me avisas.

-Lo sé, gracias. -Se quedó un momento en silencio, hasta que soltó la bomba.- Escucha, sobre lo de anoche...

-Tranquila. -Interrumpí- Entiendo, estabas borracha. Hoy lo hablamos bien en persona, ¿Te parece?

-Me parece bien.

Esperé a que ella terminara la llamada, y lo hizo.

Escuché que alguien le pegó a la puerta con fuerza.

-¡Me estoy meando hija! ¡Joder! Deja de hacer tus estupideces y lárgate de una vez del baño.

-¡Ya voy papá!

Me lavé rápido las manos y los dientes, tiré la cadena y salí.

Me encontré enfadado a mi padre, esperándome.

-La próxima que me ignores hago que te follen por el culo. ¿Me entendiste?

-Si, papá. -Dije avergonzada sin mirarlo.

-En una hora viene un cliente nuevo que hice del pueblo. Tiene buena cantidad de dinero, y lo necesito pequeñita. Así que dale los gustos que te pida, ¿Está bien?.

Trate de ocultar mi mirada de desprecio. ¿Por qué el gordo con aliento a cigarro no se ponía a trabajar en vez de prostituirme?

-Está bien. ¿De dónde lo conociste?