Pére

1K 72 0
                                    

POV HANNAH:
La cantidad de personas que habían invitado me sorprendió bastante.

-¡Markitos y Hannah! ¿Dónde estaban, tortolitos? -Pregunta Jack. -Vamos a emborracharnos.

-Bueno, tú ya lo estás. ¿De dónde salió toda esta gente?

-Amigos míos, tranquila que son de confianza, los conozco de hace muuucho. -Rápidamente se perdió entre las personas para ir a bailar.

Veo a Marko rodear los ojos.

No puedo escuchar muy bien por la música y el murmullo de la gente, pero si llegué a entender lo que me dijo el rubio.

-Voy a buscar algo para tomar. ¿Quieres algo?

-No, estoy bien, te espero aquí.

Al decir eso lo perdí de vista entre la multitud y vi a Madeleine acercarse a mí.

-No pegan en nada. -Suelta.

-¿Disculpa?

-Tú y Marko. Son como agua y aceite.

-¿Y tú quién eres para opinar? No nos conocemos.

-No, pero se nota.

Solté una risa áspera. -No necesito la opinión de nadie y menos que me digan con quien tengo que estar o con quien no. Así que, si me disculpas, voy a buscar a mi novio.

-Mándale saludos de mi parte a tu querido novio.

-Si, una zorra que no pudo estar con él y sólo puede mandarle saludos. Otra más para agregar a la lista.

-¡Ridícula!

Le saqué el dedo corazón y me dirigí donde estaban las bebidas para ir con Marko.

Lo vi enseguida con Lucas que estaba hablándole muy contento mientras él lo miraba de mala gana. Encontró mi mirada y suspiró de alivio, acercándose a mi y dejando a medias a su amigo.

Me reí de ello.

-¿Divirtiéndote? -Pregunté irónicamente.

-Uf, muchísimo. -Usó el mismo tono que yo.

Iba a decir algo cuando mis mejores amigos se acercaron.

-¡Vamos a bailar! -Me grita Theo, dándome de su bebida. -¡Y a beber!

-¡Presume esas caderas y esas tetas chica! -Sarah gritó y me arrastró al centro del baile y de la multitud. Vi a Marko y noté que se estaba riendo.

Me di cuenta al instante de que mis amigos estaban muy borrachos. Demasiado. Y lo sospeché desde que se acercaron sin tenerle ninguna importancia a Marko.

Estuvimos mucho tiempo bailando que me dolían los tobillos. Pero el alcohol disminuyó todo dolor y cansancio que habitaba en mi cuerpo.

Fui de nuevo a buscar otro trago y me topé con Sebastián.

-Así que con Marko, ¿eh?

-¿Qué pasa con él? -Pregunté riéndome de no sé qué.

-Sinceramente, pensé que había una posibilidad entre nosotros dos.

-Oh... perdón por confundirte. No quise...

-Está bien. Eres muy hermosa, ¿sabes?

-Gracias... -Tomé un trago y me di vuelta para irme, pero me detuvo.

-Escucha Hann, sé que lo de ustedes es solo calentura, ni siquiera van en serio.

Fruncí el ceño.

-¿Qué insinúas?

Ábralin [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora