Dios del omniverso

Capítulo 41: Despierta, Dios Del Omniverso Parte 2 (El Gatillo)

Dios del omniverso de GodOfBrutality
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Arias, sin darse cuenta de la conspiración de Gregor, procedió a ir al Iceberg por la tarde.

Normalmente se aislaría en su oficina cuando estuviera allí, dejando que Roulette supervisara la mayor parte del trabajo preliminar mientras estudiaba la información diferente a su disposición y planificaba para el futuro.

Mientras estaba haciendo esto, un golpe resonó en la puerta y apareció Bárbara, vistiendo un uniforme escolar de Gotham Heights con una pequeña y linda bolsa atada a un hombro.

"Estoy aquí para presentarme a trabajar". Habló casualmente mientras Arias miraba su reloj de pulsera y la miraba de soslayo antes de responder.

"Ya son las 5:00 p. m., solo vete a casa. Lo último que necesito es que los medios de comunicación me acosen por contratarte. Tengo una niña de la escuela que visita mi oficina todas las noches, la hija del comisionado nada menos. Vuelve el fin de semana". Arias le indicó que se fuera con una mano, haciendo que frunciera el ceño antes de tirar su bolso en la esquina de la habitación.

"Bueno, mi padre ya sabe que trabajo aquí y está bien siempre que esté en casa a las 9. Además, vi a muchas otras chicas y chicos en uniforme abajo, este es un lugar popular para la mayoría de los estudiantes hasta que comienza la restricción de edad a las 10 p.m., así que no hay problema allí también".

Habló con su modesto pecho hinchado con orgullo como si su argumento fuera completamente sólido y sin fallas.

Arias no estaba interesado en tratar con ella en este momento, así que la dejó en paz. "Entonces ve a servir a algunos invitados como mesero o algo así, no tengo nada que realmente necesite de ti hoy".

Bárbara frunció el ceño ante esa instrucción por un momento antes de acercarse a su escritorio y pasar un dedo por la superficie, acumulando un poco de polvo en el proceso.

"¿Qué tal si limpio la habitación? Quiero decir que está muy sucia. Sí, déjame hacer eso". Sin esperar una respuesta, Bárbara salió corriendo de la habitación antes de regresar momentos después con una escoba y ponerse a trabajar.

Arias la ignoró la mayor parte del tiempo hasta que ella eligió comenzar a barrer cerca de él, alcanzando la escoba debajo de su escritorio y, a veces, haciendo contacto entre ella y su pie.

Él suspiró ruidosamente y se frotó las sienes antes de mirarla con molestia. "Es suficiente, puedes limpiar mañana cuando esté libre. Estás interrumpiendo mi trabajo en este momento".

"Todavía tengo mucho tiempo hasta que me vaya, ¿algo más que quieras que haga?"

Arias cerró la carpeta que estaba revisando y se recostó en su silla antes de responder. "Bailar."

"¿Bailar?" repitió con visible confusión.

"En tu currículum menciona que haces gimnasia y danza como pasatiempos, así que baila para mi entretenimiento. Si eso es mucho pedir, entonces puedes irte".

‘¡Está tratando de deshacerse de mí!’ Bárbara pudo ver lo que Arias estaba tratando de hacer y eso la molestó en silencio.

"B-Bien, puedo hacer eso totalmente". Con una expresión de disgusto en su lindo rostro, se aflojó la corbata de su uniforme y se desabrochó los primeros dos botones de su camisa antes de comenzar a moverse.

"Vaya, debes hacer esto a menudo". Arias bromeó para hacerla retorcerse y ella inmediatamente disparó en defensa.

"¡No lo hago! Mi mejor amiga y yo bailamos así en el karaoke a veces, ¡no soy una stripper!"

Arias se encogió de hombros y asintió.

"Con movimientos como esos, te creo. Espero que no esperes que pague por esta actuación mediocre".

Arias continuó presionando sus botones y enojándola aún más y funcionó.

"¡Hmph! ¡Solo mírame!"

Ella no trató de defenderse con palabras, sino que comenzó a bailar más seriamente frente a él, aunque su ceño fruncido nunca abandonó su rostro.

Mientras bailaba, ocasionalmente lo miraba para ver su reacción hacia sus movimientos, pero descubrió que su expresión no estaba impresionada.

Luego pateó las cosas un poco más y bailó más provocativamente, dejando que su falda se moviera libremente, ocasionalmente mostrándole sus bragas.

"Bonitas bragas, definitivamente no material de stripper".

Cuando Arias dijo esas palabras, Bárbara dejó de bailar como si estuviera aturdida y rápidamente se bajó la falda mientras miraba mal a Arias.

"¡Qué sabrías! ¡Me voy de aquí!" Avergonzada de decir algo apropiado, recogió su corbata y salió corriendo de la habitación.

Arias luego miró la bolsa que ella dejó en la esquina antes de sacudir la cabeza y regresar a su trabajo.

Un momento después, Roulette entró mientras balanceaba sus caderas de manera exagerada como de costumbre antes de colocar una taza de café negro caliente en su escritorio.

"No sabía que te gustaban jóvenes, jefe, tomaré nota de eso". Ella comentó con una sonrisa descarada.

"Preferiría que no lo hicieras. ¿Qué piensas sobre el anuncio de hoy?"

Arias se tomó un descanso de su trabajo y comenzó a conversar con Roulette mientras de vez en cuando tomaba un sorbo de su té.

!!

De repente, sintió que su corazón latía y un gran dolor se apoderó de todo su cuerpo, lo que provocó que apretara los dientes y se agarrara el pecho mientras miraba a Roulette.

"Oh, no me mires así, te lo dije antes, solo soy leal al dinero".

Roulette se acomodó y se sentó en su escritorio antes de cruzar las piernas con una sonrisa en su rostro.

"No todos los días una chica tiene un multimillonario llamando a su puerta. Realmente fue una elección simple, una pena, disfruté tu compañía hasta cierto punto".

Mientras Roulette hablaba, su teléfono sonó y ella inmediatamente lo contestó con una sonrisa.

"Querido Lex, habla sobre el tiempo, acabo de terminar tu pequeña tarea. ¿Hm? Oh, no te preocupes por las propiedades, me dio rienda suelta para tomar decisiones en su nombre, solo prepara el dinero y tendré el papeles de transferencia listos para la mañana. ¿El cuerpo? Sí, sí, me aseguraré de deshacerme de él adecuadamente, dile a ese alcalde sin carácter que se relaje, este no es mi primer rodeo ".

Clic~

"¡Shade! Ya es hora de que terminemos las cosas".

Después de que ella habló, Shade apareció desde la esquina de la habitación mientras agitaba casualmente su bastón.

"Bien, ¿a dónde?"

"El puerto, colocaremos su cuerpo en un bloque de cemento y lo hundiremos en el fondo del mar".