Ronald caminó hasta la cocina, somnoliento y usando solamente su pijama marron decorada con sombreros de mago por todas partes. Sus pies no traían pantuflas o calcetines. En su mano, él arrastraba un peluche con forma de un muslo de pollo.
Harry y Mione todavía dormían, él también lo habría hecho pero ya eran las siete de la mañana y era hora de su desayuno. Él nunca se perdía su desayuno, en realidad, él nunca perdía ninguna comida. Tenía su horario de comida y era estricto con eso.
Tal vez debería vestirse y prepararse para ir a tomar el expreso a Hogwarts, razonó. Pero no tenía ganas de vestirse todavía. Le gustaba usar su pijama.
Él niño entró a la cocina y se sentó en la mesa, ignorando completamente a sus dos padres que parecían estar en medio de su coqueteo mañanero con besos, subidos de tono, incluidos.
—Mhm... ¿Te he dicho lo jodidamente bonito que eres sonrojado, cariño? —Cassano dijo con voz ronca a su esposo, su acento italiano marcado en su tono, mientras sus ojos brillaban con un deseo oscuro.
Elían se sonrojó furiosamente y miró avergonzado a su esposo: —Me lo dices cada mañana... después de avergonzarme. —una suave risa escapó de sus labios y aunque lo último sonó como una queja, no lo era.
—Ti piace quando ti metto in imbarazzo, mio sole. —la voz del hombre estaba cargada de seducción.
—Cassano... —Elían se quejó, antes de que él hombre en cuestión lo besara profundamente otra vez.
Ron hizo una mueca. No había mermelada de fresas para el desayuno esa mañana. Era una pena, le gustaba esa mermelada.
Sus azules se enfocaron en lo siguiente en la mesa, sonrió cuando encontró mermelada de calabaza allí. Estaba bien, le gustaba la mermelada de calabaza, podía trabajar con eso. Echó mermelada a su tostada y comenzó a comer felizmente, mientras los adultos a tan solo unos metros de él, se besaban como si fueran a tener sexo allí mismo. Ninguno parecía darse cuenta de la presencia de Ron allí. A Ron no le importaba; no mientras solo fueran besos, así que todo eso estaba bien según sus propios pensamientos. Mientras lo dejaran desayunar en paz, todo estaba bien con él niño.
Ron bebió un tragó de su taza de leche, haciendo ruido al sorber de la taza y luego decidió probar suerte y comenzar a comer un trozo de pastel de arándano, ladeando ligeramente la cabeza mientras analizaba el sabor.
Cassano y Elían se detuvieron, ambos mirando horrorizados al niño de once años.
—¿Desde cuando estas aquí? —Elían preguntó con cuidado. Su voz sonando preocupada y horrorizada a partes iguales.
Ron pensó que el pastel de arándanos estaba bueno para ser de arándanos. A él no le gustaban los arándanos, pero el pastel estaba lo suficientemente bueno como para seguir comiendo.
—¿Ronelio? —Cassano llamó a su hijo.
—Es Ron. No me gusta Ronelio, es aburrido. —él niño ni siquiera los miró, demasiado concentrado en su desayuno. Pero aún así continuo hablando: —Y sé que le dijiste a mio babbo que era lindo sonrojado, pero no sé nada antes de eso.
—Merda. —Cassano maldijo. Al menos Ron no había escuchado todo.
—Sé educado. —Ron reprendió a su padre, dándole un ceño fruncido. —Estoy comiendo. Mamá dice que no maldecimos cuando alguien esta comiendo.
Elían simplemente suspiró mirando al mayor de los trillizos. Ron, al igual que sus otros dos hijos, siempre fue indiferente ante las muestras de afecto que él y sus esposos se daban. Posiblemente se debía al hecho de que estaban acostumbrados a verlos besarse o a pillarlos en situaciones demasiado vergonzosas sin que ellos pudiesen evitarlo. Los niños eran demasiados silenciosos cuando caminaban y, generalmente, podían ser invisibles a plena vista si realmente lo querían. Tenían esa extraña habilidad con ellos y era difícil controlarlos por la misma razón.
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Hufflepuff House Tempos |Harry Potter|
FanfictionHarry, Hermione y Ron renacen en la época de los merodeadores, tiene nuevos nombres, se van a Hufflepuff para no levantar sospechas y cambian el futuro. ¿Listo para conocerlos en esta nueva aventura del Golden Trio?