Capitulo 52

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Me levante de golpe y me acerque a Carlos con mucho miedo a su respuesta, sentí en mis hombros las manos Juan listas para reaccionar a cualquier situación que viniera
- bueno, ella esta bien, está estable, aún inconsciente pero con algunos golpes y fracturas en la pierna y  brazo pero está bien
- gracias- de la emoción no pude evitar darle un abrazo que me regreso - oye y porque debían intervenir? - pregunté separándome
- tenía una hemorragia pequeña en el abdomen y un golpe en la cabeza, por suerte salió bien la tomografía
- puedo verla?
- aún no, en una hora te dejo pasar
- gracias nuevamente enserio
- cuídate, debo irme- me dejó un abrazo y saludo a Juan y se fue
- sentía el tiempo congelado- suspiro Simón sentándose en una silla, Juan me abrazo por los hombros.

Al pasar la hora efectivamente me dejaron pasar estaba muy golpeada y dormía, no tranquilamente, más bien angustiada, tenía una pierna con yeso y su brazo izquierdo, debo admitir que tuve miedo en perder a mi mejor amiga, de solo saber que no tendría quien me regañara por comer mal, no dormir bien o no ir a gym sentía un vacío y no podía dejar de llorar, solo pude estar cinco minutos porque aún estaba en recuperación, mi la hora y ya iba ser el amanecer podía ir por la familia de Alejandra al aeropuerto, Kevin y Susana se quedaron en el hospital, Simón y Paula se fueron. Estaba agotada pero no podía dejarlos solos, mira a Juan y tenía unas ojeras gigantes, el durmió en la silla del hospital como veinte minutos, los primeros rayos del sol de la sábana salían entre las nubes, Juan iba conduciendo, este filtro de luz lo hacía ver pálido y sus ojeras más marcadas, el volteo a verme y tomo mi mano para dejar un beso en ella.

- estás mejor?
- si- respondí casi en suspiro
- Cómo van tus cólicos? - por culpa de todo hasta los había olvidado y el frío del hospital no me molestó en nada
- creo que del susto se fueron- dije sobando mi abdomen
- ahora vamos a dejar a la familia de Alejandra y vamos a descansar
- no los puedo dejar solos- respondí cerrando los ojos recostando mi cabeza a la silla
- ellos van a estar con ella, no puedes asumir tanta responsabilidad, no quiero que te enfermes
- no  va pasar
- hemos estado toda la noche
-esta bien - la verdad ya no tenía energía de pelear con el.

Al llegar al aeropuerto recibimos a la mamá de Alejandra y su hermano, estaban demasiado angustiados en especial su mamá, trate de calmarlos de camino explicando lo sucedido y que la cirugía había Sido un éxito, estuvimos un rato más Juan prácticamente me obligó a irme a descansar, de camino dejamos a Susana, Kevin se fue en su moto, debí admitir que moría de sueño y de camino a casa volvieron los odiosos cólicos por lo que Juan paro a comprar unas pastillas, lo único que quería era cama, tome una ducha y me dormí sin ver la hora.

- amor levántate - escuchaba la ronca voz de Juan al fondo- amor
- Que hora es? - pregunte entre medio dormida aún
- son las 6 de la tarde, tienes que comer algo
- has sabido algo de Alejandra? - pregunté recordando
- si hablé con su hermano hace un rato y que ya despertó
- de verdad? - me senté de golpe
- si, pues estaba algo adormilada pero ya había despertado
-tengo que ir a verla - empecé a recoger mi cabello que estaba desordenado
- no podemos, ya pasó las visitas, mejor mañana vas
- mañana trabajo
- pues vas en un momento
- pues si no queda otra
- vamos a comer algo te prepare cena
- que hiciste?
- te hice algo sencillo pero rico - dejo un beso en mi mejilla - no como yo pero si está bien
- quien te dijo que estabas rico? - me miró indignado - de pronto eres millonario pero no rico - dije tratando de no reírme
- pues fíjate que no soy ni millonario pero rico si estoy, tu me lo mantienes diciendo
- ja sueña querido
- contigo todos los días - dijo robándome un beso - vamos a comer tengo hambre - finalizó tomando mi mano para pararme e ir a cenar.

Habían pasado varios dos días del incidente con Alejandra y estaba de nuevo con el descontrol hormonal, en los últimos días había está muy mareada y en mis días el hambre se borraba de mi día, lo que más consumía era bebidas cítricos, se podía decir que tenía una dietas líquida, Alejandra estaba estable con varias fracturas, yo iba en cada oportunidad que tenía, me dolía ver a mi amiga con esos golpes, al darse cuenta que Julián había fallecido entro en angustia pues debía iniciar un trámite legal y demostrar que fue en defensa propia, el director había ofrecido el servicio de la casa de abogados que trabajan para el hospital, lo que implica que Juan Pablo Villamil hablara con Alejandra y me lo encontraría, eso me generaba mucha ansiedad y no me paraba la hemorragia ni mucho menos la migraña que tenía desde que me dijeron.

Eran aproximadamente las 11:30 e iba hablando con Simón de como cubrir a Alejandra ya que su incapacidad sería muy larga, no podía tomar una decisión sin autorización de dirección y Simón me ayudaba a planteando varias opciones mientras caminábamos hacia la habitación de nuestra amiga, en un momento sentí que algo se desconecto de mi y empecé a ver borroso, cerré los ojos y me detuve en seco sosteniendo el brazo de Simón, ya llevaba varios mareos pero no tan fuertes
- Antonia que tienes? - escuché a Simón, tomándome de los brazos
- no me siento bien- con mi mano vacía buscaba desesperada algo donde recostarme, sentía que me iba
- oye, ven ven,- sentí que me agarró más fuerte- Antonia?! - a lo lejos escuche su voz y que todo se fue apagando y más ruido sonaba - traigan una camilla! - fue lo último que escuche y senti como mi amigo me alzó  y gritaba mi nombre, solo se que todo me dormí y perdí el control de mi cuerpo.

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⏰ Última actualización: Jan 16 ⏰

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ya no puedo olvidarte (morat J.V)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora