Abrió sus ojos y aún era claramente de noche, la habitación estaba completamente obscura y solo lograba ver un poco gracias a la luz que pasaba entre las cortinas de su habitación. Giró su cabeza y pudo ver tenuemente el rostro de Javier, siéndole imposible el dejar de apreciar su rostro tan lindo. Una sonrisa se dibujó en sus labios, ojalá despertar así todos los días.
— Umh que hora es... — se susurró a sí mismo mientras trataba de levantarse, ya que uno de los brazos de su amigo lo envolvían. —
Cómo pudo, haciendo el más mínimo ruido, logro levantarse y salir de la cama, mañana ya sería lunes y tendría que ir al colegio para su desgracia. Camino a paso tranquilo hacia el baño, no sin antes tomar su teléfono de la mesita de noche y ver la hora, 5:34 a.m.
Era tan raro que él se levantara tan temprano, comúnmente siempre era Javier quien despertaba primero y lo levantaba, pero suponía que al dormirse temprano durmió lo suficiente.
— Lunes de mierda. — poco a poco se fue desvistiendo y al ya estar completamente desnudo entro a la ducha, haciendo su rutina habitual, nada del otro mundo. —
•••
Este fin de semana había sido tan especial para Carlos que deseaba que nunca terminara. A su lado sobre la cama ya se encontraba Ari tumbado, ambos se miraban mientras por debajo de las sábanas sus manos se tomaban y de vez en cuando, Ari dejaba un beso sobre sus labios.
— ¿Entonces...? — Ari presionó sus manos con suavidad, acercándose un poco más al menor. —
— Entonces Estefani está en el departamento de Javier y Miguel jodiéndole la vida a ambos, aunque más específicamente a Miguel. —
— Qué putada. — contestó simple el mayor. —
— Lo sé, imagínate tener que compartir casa con tu ex mejor amiga que es la ex de tu mejor amigo que a la vez es el chico del cual llevas enamorado desde siempre. — mencionó rápido y cómo pudo, haciendo que Ari soltara una risa. —
— Sí, pensar que Miguel y Estefani eran casi hermanos, porque se separaron? —
— Umh Miguel me contó que Estefani lo escuchó decir que le gustaba Javier, entonces Estefani comenzó a salir con él o algo así. —
— Qué zorra. —
— Shh no digas eso, quizás no lo hizo con la intención de dañar a Miguel. —
— ¿Tú crees? —
— No lo sé, solo ellos saben qué pasó realmente. —
Ambos se acurrucaron, acercándose lo más posible al cuerpo del otro, sintiendo sus respiraciones a escasos centímetros de cada uno. Carlos, derretido por el momento, escondió su cabeza sobre el pecho de Ari, siendo este quien acaricie su cabeza con suavidad.
— ¿Sucede algo? —
— No lo sé, es que tú y yo se supone que somos mejores amigos y ahora estamos tumbados en la cama abrazándonos. — mencionó un tanto nervioso, saliendo así de su escondite. —
— Lo sé, y de sí algo estoy seguro es que no quiero ser cómo Javier y Miguel. —
— ¿A qué te refieres...?
— Me refiero a que yo si quiero ser valiente y decirle al chico que me gusta que... me gusta, y tú eres ese chico. —
Carlos se quedó perplejo sobre su lugar, al momento de reaccionar lo único que atinó a hacer fue el darse la vuelta, dándole así la espalda a Ari.
— Idiota no digas eso de la nada... — mordió su labio inferior con fuerza, sintiendo como las mariposas revoloteaban por su estómago. — ¿estás seguro de eso? No puedo gustarte de un día para otro.
— Lo sé, y siento que no es de un día para otro, si no de ya hace tiempo y joder, quiero ir por todo contigo. —
— ¿Te estás escuchando? — Carlos se sentó sobre su sitio, acto que imitó Ari. — vas muy rápido Ari, y no te creo eso de que te guste de repente, por favor no mientas así. —
— ¿por qué no me crees? — el pelinegro miró con incredulidad al menor, apretando su mandíbula con fuerza. —
— Porque cómo tu mejor amigo te conozco demasiado, y sé que un chico cómo tú solo busca experimentar con un sin fin de personas. — Carlos se levantó de la cama, quedando en el borde de esta mientras miraba a su amigo. —
— Quiero intentarlo, hablo en serio. —
— Ya me han dicho esas palabras en muchas ocasiones. — Carlos sonrió como pudo a su mayor, sentándose sobre el colchón. —
— ¿Me acabas de rechazar? — Ari lo miro, soltando una risa, cosa que el contrario hizo también. — Nunca me habían rechazado, auch.
— Para todo hay una primera ves. — Carlos suspiró y llevó sus manos hacia las del mayor, mirado lo directamente. — iré a dormir a mi habitación, buenas noches. — Ari asintió y antes de que se alejara el menor no dudó en besar sus labios. —
— Descansa y si te da miedo sabes que aquí estaré siempre. — Carlos asintió y salió de la habitación de su amigo. —
Quizás la había cagado, pero dentro de él sabía que el hecho de que Ari le pidiera salir no sería como él esperaría porque vamos, no llevaban ni una semana probando el ser algo más que amigos, no se conocían para nada en ese aspecto romántico.
Con el corazón en la boca llegó a su habitación y no tardó en dejarse caer sobre el colchón, sintiendo el lugar frío, sin duda ya estaba extrañando a Ari.
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Mikellino (en edición)
FanfictionDormir profundamente es lo que hacía Mike, ¿realmente todo fue real, o simplemente un bello sueño? ¿Realmente el se llama Mike o.... También eso no es real? Eso fue lo que se preguntó al despertar. Una ilusión... Un sueño... Una historia alternat...