Mikellino Cap 5

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¿Hasta qué punto se puede llegar por amor? O siquiera atracción física hacia alguien, en qué punto llega a ser malo sentir ambas cosas por alguien que mantenía una relación amorosa con otra persona?

Sin duda algo que es parte de eso es la culpa después del pensamiento, la culpa viene acompañada de los errores y posteriormente ambas cosas te hacen sentir miserable.

E-es broma, solo pasó porque estaba tocando directamente tu miembro, eso no te hace gay... - una risa salió de los labios del castaño la cual demostraba el nerviosismo que invadía su cuerpo en esos momentos, rápidamente se apartó del regazo del pelinegro y apartó la mirada. - Es muy tarde ya, ¿no?

Javier lo miró algo sorprendido y sin saber qué hacer simplemente asintió con su cabeza, al cabo de unos segundos más simplemente apagó la luz acostando así su cuerpo sobre la cama y cubrir su cuerpo con las sábanas.

Por otro lado Miguel no podía cerrar los ojos sin pensar en su amigo, comenzaba a sentir culpa cada vez más y se sentía mal por siquiera amarlo, él sentía que la palabra "amar" era demasiado fuerte y más para un chico como él, pero lo tenía tan claro, tenía muy claro los sentimientos de él hacia el pelinegro y eso lo hacía sentir miserable. ¿Cómo podía? Su amigo tiene novia, la ama y ella a él, tiene una vida perfecta y el solo sentía que la arruinaría al estar con el pelinegro.

Un suspiro escapó de sus labios, sentía su boca seca y su mente le daba vueltas por los miles de pensamientos que rondaban por su cabeza, pronto se levantó de la cama saliendo poco después de la habitación, caminó a pasos sigilosos y suaves tratando de hacer el menor ruido posible llegando hasta la cocina en donde tomó un vaso con agua.

Porque todo tiene que ser tan horrible - dijo susurrándose a sí mismo, un puchero se dibujó en sus labios y dejó el vaso sobre la encimera y nuevamente comenzó a caminar hasta la habitación pero se detuvo en la entrada mirando en la que estaba Ari - si voy a olvidarlo... será mejor empezando con pequeñas acciones, cierto?

Aquello resultó tener sentido en la cabeza del castaño y se apartó de la habitación del pelinegro para caminar a la suya en donde se encontraba Ari, entró en esta y vio al mayor despierto, sin más se inventó una excusa y prosiguió a dormir con el.

❝ ₊˚✧ ❞



A la mañana siguiente, el castañito se levantó relativamente temprano, o eso creía al ver como Ari seguía a su lado en la cama. Un bostezo escapó de los labios del menor mientras estiraba su cuerpo aun estando acostado y tan pronto como empezaba a despertar sentía como un delicioso olor a panqueques invadía sus fosas nasales.

Huele delicioso... - susurro para sí mismo, sin dudarlo ni un segundo se levantó de su cama y antes de salir se quitó el pans que se había colocado la noche anterior para dormir con Ari, normalmente Miguel dormía con solo una camisa y su ropa interior ya que se le hacía incómodo dormir con pantalones. Salió de la habitación comenzando a caminar hasta la cocina. -

Buenos días, dormilón - Javier miró con una ceja alzada al contrario, vio cómo salía de la habitación vestido como ayer y pronto desvió la mirada para continuar cocinando. -

Uhhh huele delicioso, quiero, quiero - Miguel caminó hasta llegar a la barra y se sentó en uno de los taburetes, apoyó sus brazos en la barra mientras miraba a Javier. -

Javier no respondió nada y simplemente continuó cocinando mientras que por otro lado, Miguel había mantenido un puchero en sus labios ya que le había estado hablando un par de veces, al notar que Javier lo seguía ignorando decidió levantarse del taburete y caminar hacia el.

¿Me escuchas? - ya estando al lado del pelinegro comenzó nuevamente a hablarle pero no obtuvo respuesta alguna - oye..!

Miguel se cruzó de brazos mientras miraba al peligro con una expresión de enojo para poco después hacer un puchero que terminó por ser una expresión triste, dejó caer sus brazos a los costados de su cuerpo y se dirigió a los gabinetes eh intento tomar una de las sopas instantáneas que se encontraba dentro de este. pero para su mala suerte el gabinete estaba demasiado arriba y no alcanzaba.

¿Puedes al menos bajarme una..?  - giró su cuerpo para ver a Javier pero este siquiera lo miró, simplemente continuó con lo suyo emplatando su desayuno - Porfavor... tengo hambre - sin recibir respuesta soltó un pequeño grito al ser ignorado nuevamente, con algo de frustración se dirigió por una silla para así poder alcanzar la sopa, con cuidado subió a una para así tomarla y comenzó a hacerla, fue por agua vertiendo un vaso en la sopa y se dirigió al microondas.

No metas eso al microondas - Miguel se giró al escuchar a Javier, rodó los ojos y metió la sopa en el aparato - Te dije que no metas eso ahí, te hará daño.

Que te jodan - sin importarle mucho puso el tiempo en el microondas y está prosigo a hacerse -

Miguel - Javier ya se encontraba comiendo pero al ver como el menor lo desobedeció, pasó su lengua por el interior de su mejilla algo molesto, se levantó de su asiento y se dirigió al castaño - Estás mierdas hacen mucho daño, no se porque las sigues comprando -

Que te importa - Miguel se apartó del pelinegro al escuchar el pitido del microondas y se dirigió a sacar su sopa, la colocó sobre la barra y fue a buscar un tenedor -

Ey... come algo mejor, Miguel - el pelinegro camino hasta llegar a su amigo, se colocó detrás suyo para enrollar sus manos sobre su cintura - te puedo dar de mis panqueques ¿no es lo que querías?

El castaño detuvo lo que estaba haciendo, sentía un ligero enojó hacia Javier y simplemente se apartó de él para comenzar a caminar a su habitación- ya no tengo hambre, iré a arreglarme para la escuela -

Javier algo sorprendido miró al castaño irse, por otro lado, Ari iba saliendo de la habitación y miro con una ceja alzada a ambos chicos.

¿Debería preguntar qué pa...

No.

Me sirve.

Y sin más, cada quien se fue a alistar

Mikellino (en edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora