En el que ___ y Douma reciben información para la batalla final

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-No sé ni cómo acepte esto -se quejaba ___ mientras subia junto a Douma las escaleras del templo.

Para ser específicos, las escaleras de su templo dedicado al Paraíso Eterno.

-Vamos, tenemos permiso de nuestros amos.

-Patrón. Y te recuerdo que yo recibí un cuervo como respuesta, tu recibiste una amenaza directa de Muzan por si holgazaneabas en el trabajo.

-Es casi lo mismo... Entonces...

-¡Douma-sama! -los interrumpió el grito de un hombre que practicamente lloraba por la emocion de verlo.

-Hola -lo saludo en respuesta muy tranquilo.

-¿Donde ha estado? Lo hemos esperado por bastante tiempo, ¿quien es la señorita que lo acompaña? -le cuestiono.

Douma sonrio en respuesta y avanzo hacia el humano, acercandose a su oido le susurro unas palabras que ___ no alcanzo a escuchar.

-Oh, ya veo. Veremos los preparativos y organizare una habitacion para ella. Con su permiso y sea bienvenida -le dijo a ___ para luego salir corriendo.

-¿Que le dijiste?

-Una mentira. No le iba a decir que estoy cazando demonios contigo afuera.

-¿Soy tu criada o tu esposa ahora?

-Nada de eso. Eres invitada aqui -respondio.

Y eso no era nada mas que una pequeña mentira de nueva cuenta.

-No me decepciones - le pidio mientras seguia avanzando, pero la falta de descanso la hizo trastabillar y caer.

Y asi hubiera sido, pero Douma fue mas rapido y la atrapo.

-Deja de excederte, humana debilucha -le dijo cargandola como princesa.

-¿Debilucha? Podría darte una paliza ahora -replico ella acurrucandose en su pecho.

Sí, Douma había tardado cerca de dos meses para convencerla de ir a visitar su templo para ver a sus humanos leales, pero se nueva cuenta era una mentira.

Con la falta de alimento, el a veces tomaba ligeros descansos, aun así dormia menos que su humana y eso solo por unas horas de diferencia, por ello noto como en las ultimas semanas su aspecto habia decaido.

Sus mejillas estaban un poco palidas, su andar era torpe si caminaban largas distancias, la veia comer mucha fruta, pero casi nada de carne y sobre lo de dormir, efectivamente tenia suerte si dormia mas de tres horas al dia.

___ estaba pasando por un mal momento, eso era claro, queria terminar la mision cuanto antes y frenar los asesinatos que habian visto ultimamente, pero estaba motivada por un deseo personal, pues desde que aquel demonio habia manipulado sus recuerdos, su pasado estaba demasiado presente para ella y queria terminar su mision para deshacerse de la sangre que bañaba sus sueños.

Aunado a eso, era evidente que habia pescado algun tipo de enfermedad, pero por su necedad de no parar ni de querer que Douma se acercara a la finca de la mariposa, la habia ignorado.

-Me la daras despues, ahora necesitas descansar. Tenemos permiso de una semana.

-Pero...

-Cierra tus ojos -le pidio mirandola con una sonrisa confiada.

Y ella le hizo caso mientras aflojaba su cuerpo entre los brazos de Douma.

Con facilidad, Douma la llevo por los pasillos de su templo, prefirio evitar a su gente y escogio el camino menos concurrido, no queria que despertaran a su humana.

Educando a Douma Donde viven las historias. Descúbrelo ahora