Mordidas de amor

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Tails se estiro. Suspirando cuando la alarma del despertador enviaba su fuerte zumbido a través de su cabeza, el zorro se estiro para apagarlo, Tails de repente sintió una extraña sensación punzante en la base de su cuello. Haciendo una mueca de molestia, levanto su mano para frotar e intentar apagar la molestia. Rápidamente desistió de hacerlo ya que el ardor aumento a medida que frotaba su cuello.

El corazón de Tails comento a latir con mucha fuerza empezando a tener un ataque de pánico.

"Cálmate" se regaño a si mismo al saltar de la cama y comenzó a correr al baño rápidamente, es solo una punzada por la mañana.

Sin embargo, el espejo le dijo todo lo contrario. Tails sin aliento, noto el enorme anillo morado brillante sobre su pelaje y su piel, compuesto por dos U, los puntos de contacto coincidían en que se trataba de un "Chupetón" incluso se podían apreciar las marcas de dientes de la persona que se lo había hecho.

Una imagen de Sonic se repitió en la mente de Tails, ¿en qué momento le había dado semejante marca? Tails cerró los ojos tratando de recordar en qué momento los cálidos labios del erizo le habían apresado el cuello. Hubo un punto en particular en que ambos, mientras se besaban apasionadamente Sonic había aprovechado para apresar a Tails sin poder defenderse, fue ahí, sin poder evitarlo, que el erizo clavo sus labios sobre su cuello.

Por una fracción de segundo, Tails comenzó a entrar en pánico. ¿Y si él y Sonic hubieran hecho algo aun peor? No, por amor de Dios no, solo estuvieron en casa de Sonic poco más de una hora besándose, nada más, no hicieron algo de lo que de veras se estuvieran arrepintiendo. Solo se besaron... o al menos el, porque Sonic decidió hacerse pasar por un vampiro.

Tails comenzó a sentirse muy mal ¿en serio estaba tan ciego de placer que no se dio cuenta de que Sonic se estaba comiendo su cuello a besos? Esto estaba aun peor, pues la marca ni siquiera alcanzaba para que el cuello de una camisa lo cubriera. Las bufandas no estaban permitidas a menos que fuera invierno. Si alguien ve esta marca va a comenzar a hacer preguntas. No podría decir que Marine había sido la noche anterior, ya que ella podría negarlo todo y Tails caería en desgracia. No podría decir que había sido una chica distinta, pues bien, aunque la mapache no le caía muy bien, tampoco deseaba lastimar sus sentimientos haciéndola pasar por un vergonzoso engaño.

Regreso corriendo a su habitación, tomo el teléfono y rápidamente marco el número de Sonic equivocándose un poco debido a su nerviosismo. Apenas pasaban de las 7 de la mañana, de modo que era de esperar que Sonic siguiera dormido, después de un par de minutos, Sonic contesto el teléfono.

"Hmmmmmm... ¿hola?" Sonic suspiro pesadamente, con una voz cargada de sueño. Tails podía incluso escuchar como la madre del erizo le gritaba para que saliera de la cama en este instante, o que enfrentara las consecuencias.

"Sonic, soy yo" siseo Tails.

"¿Tails? ¿Qué pasa? ¿Todo bien?"

"dime Sonic ¿tenias mucha hambre ayer por la noche?"

"¿Qué? ¿Hambre?"

Tails suspiro irritado "¡ven a mi casa inmediatamente, que nadie te vea!"

"¿ahora?"

"¡SI!"

"Pero apenas son la siete de la mañana"

"AHORA!"

Tails colgó de golpe el teléfono, y se tiro nuevamente sobre la cama, estaba totalmente desesperado.

"¿Tails?" su madre llamo de repente del otro lado de la puerta "hijo ¿éstas despierto ya?"

Tails comenzó a sobar rápidamente la marca en su cuello al escuchar a su madre.

"uh, si ya lo estoy... no entres... estoy desnudo" su madre ya no quiso interrumpirle, por cualquier cosa que pudiera pasar Tails se aseguro de que su madre se alejara. El zorro comenzó a vestirse para ir a la escuela, casi rompiendo a llorar mientras miserablemente comprobaba que ninguna se sus camisas cubrían un poco la marca de amor que adornaba su cuello.

Esas tres palabrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora