Parte sin título 10

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-¡Tails! ¿Puedes bajar a la sala por favor?-

Tails rápidamente bajo las escaleras después del llamado de su madre. Camino a la sala donde no encontró a sus padres, se dio cuenta de que estaban en el comedor de la cocina. Los vio sentados en el extremo de la mesa con caras serias, automáticamente, el zorro ocupo un lugar opuesto para quedar enfrente de ellos. Tails comenzó a ponerse nervioso al notar que sus padres no cambiaban su semblante serio. Espero un momento, necesitaba ponerse tranquilo antes de contestar cualquier pregunta.

-Tails- dijo su madre. El zorro comenzaba a angustiarse, ella nunca lo había mirado de una forma tan seria. Tails trago saliva antes de respóndele.

-¿si?- Tails estaba al borde del pánico ¿Por qué sus padres lo miraban así? Jamás en la vida lo habían mirado de una manera tan seria. Su madre tosió antes de responder.

-¿Tails... hay algo... de lo que quieras hablarnos?-

-No- Tails respondió quedamente, casi susurrando. Realmente odiaba tener que mentirle a sus padres, aunque, técnicamente, decir que no, no era completamente una mentira, ciertamente el zorro no tenia porque decir algo sobre su relación secreta con Sonic.- ¿Por qué? ¿Existe algo que deseen saber?

-Pues...- la señora Prower no sabía cómo hacer la pregunta, había invadido la privacidad de su hijo, cosa que estaba mal, pero necesitaba saber más, lanzo la respuesta directamente.- Veras hijo... te escuche hace un rato antes de que colgaras el teléfono...- el rostro de Tails se quedo completamente sin color ante la aclaración de su madre. Se congelo, su corazón comenzó a latir fuertemente, intentando salir de su pecho.

-¿Tu... me escuchaste?- balbuceo el zorro, su boca comenzó a sentirse seca-¿Qué... que tanto?

-te escuche decir "también te amo" a alguien, luego colgaste la bocina- ahora su padre intervino –aparentemente dijiste eso- ya que el no había escuchado esa conversación.

-Así que... ¿no escucharon otra cosa?- Tails respondió, si sus padres habían escuchado el resto de la conversación que había tenido con el erizo, estaba más que condenado a muerte, ya que había aprovechado hasta el último momento para decirle a Sonic lo mucho que le gustaba su relación. La madre de Tails cruzo los brazos.

-Tails... deja de hacer el tonto por favor... sabemos que es una chica con la que estabas hablando por teléfono- Tails no se esperaba eso, en realidad, ni a él se le había ocurrido esa posibilidad.

-¿una... una chica?- Tails comenzó a tranquilizarse, era su boleto de salvación, pero debía jugar esa carta de manera adecuada, pero incluso, tontamente estuvo a punto de reclamar el que sus padres insinuaran que le gustaba una chica, pero ni modo, había que salir de esta penosa situación- si... pues yo...-

-está bien cariño- respondió calmadamente su madre – el hecho es que me preocupa que seas tan joven y le digas a una chica que ya la amas... no siento que estés preparado para eso. Además seria agradable saber quién es para charlar con ella, son muy jóvenes para comprender lo que es amor.

"si supieras" pensó en su mente el zorro de dos colas- disculpa mamá- Tails se levanto de la mesa- ¿podrían excusarme un momento?- pregunto cordialmente.

Tails corrió a su habitación y tomo el teléfono, aunque ya tenía idea de cómo salir del problema, su corazón aun latía rápidamente por el peligro que corría. Tomo su libreta de direcciones, busco entre todos los nombres y cuando encontró el que necesitaba marco rápidamente el numero en el teclado. Tails rodo los ojos, sinceramente a él no le gustaba nada la idea, de hecho lo avergonzaba. Después de unos momentos... Marine contestaba el teléfono.

Esas tres palabrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora