Adiós

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Tails fue el primero en despertar, se vio a si mismo acostado en la cómoda cama matrimonial de la habitación, atado de pies y manos, pero sin mordaza, no sabía cuántas horas había estado desmayado ni qué hora era, las persianas del cuarto estaban cerradas y no podía saber con exactitud la posición del sol. El pobre zorro se encontró extrañamente cómodo y descansado,había pasado por un sueño reparador pues no había dormido bien desde que toda esta pesadilla había empezado. Su rostro estaba hinchado y le dolía hasta respirar, pudo sentir una fragancia a árnica, quizás una pomada para desinflamar los golpes. Sus ojos le ardían producto de las horas de llanto y angustia del día anterior.

Y hablando del día anterior... como rayos había llegado a la cama después de semejante pesadilla de horror, Tails se dio cuenta de que más personas estaban ocupando la cama, lo primero que noto era que Sonic estaba frente a él, totalmente dormido, e igual con ataduras en las muñecas yen los pies, pero lo que más sorprendía es que la señora Bernadette Hedgehog estaba acostada mientras con un brazo abrazaba a su hijo de manera maternal, como si quisiera protegerlo.

Y ahora bien, se miró a sí mismo, al fin pudo notar que a él también lo estaban abrazando, noto que no traía su ropa con la que llego, si no con una pijama barato de esos que regalan los hoteles,un abrazo maternal también lo cubría a él, deduciendo que era su propia madre, Rosemary Prower quien lo abrazaba cálidamente.

Pero Tails, recordó al fin lo que había pasado, aquellos dos captores eran sus propias madres, los habían abducido, humillado, golpeado, física y mentalmente, y ahora ambas mujeres estaban acostadas con ambos chicos como si nada de lo anterior hubiera pasado, recordó que su cerebro no lo soporto más y se desmayó por la impresión. Tails volvió a sentirse nervioso, no sabía qué clase de juego sádico se trataba, pero si era necesario debía escapar por el medio que fuese.

Intento moverse bruscamente pero lo único que paso fue que alguien lo tranquilizaba "shhhhhhhh tranquilo... vuelve a dormir y no hagas ruido" era la señora Prower quien lo acariciaba cálidamente.

Una suave mano se posó sobre su cabeza intentando tranquilizarlo, pero solo hizo que el zorro se alterara más, comenzó a llamar a Sonic desesperadamente, el cual también despertó exaltado, Bernadette aprisiono a su hijo con los brazos y las piernas para que no se moviera, mientras que Rosemary hizo mirar a su hijo una jeringa con un líquido mientras lo aprisionaba con su cuerpo y con la otra mano le tapaba la boca al joven zorro.

"¡Hijo... hijo... tranquilízate por favor!" Tails miro asustado la jeringa "¿ves esto? Es tranquilizante de uso clínico... necesito que te calmes o te inyectare esto y perderemos valiosas horas" el joven zorro miro asustado a su madre y supo que no tenía más opción que obedecer, aun en su miedo,a sintió.

"Eso es... calmadito" decía Rosemary, ambos erizos miraban atentos la escena, Sonic más calmado dedujo que solo podían obedecer, quizás era hora de le empezaran a responder algunas preguntas que tenía en mente.

"Muy bien hijo... voy a quitar mi mano de tu boca y encenderé la luz... confió en que no harás nada tonto... Sonic... espero lo mismo de ti por favor... quiero que estén tranquilos... resolveremos sus dudas, pero necesito que estén tranquilos"

Y así fue, la señora Prower encendió la luz y ambos chicos permanecieron en la cama, aun amarrados, ambas señoras acomodaron a sus hijos para que se recargaran en las almohadas, mientras ellas, se sentaban al otro extremo de la cama mientras acomodaban sus ideas.

"Muy bien" comenzó la señora Hegdehog "primero que nada queremos pedirles..."

"¿Qué rayos fue lo de ayer?" interrumpió bruscamente Sonic, era obvio que aún estaba molesto por los eventos del día anterior, no quería oír disculpas, quería respuestas.

Esas tres palabrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora