Capítulo 1

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— ¡Bébelo hasta el fondo!

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— ¡Bébelo hasta el fondo!

Yeosang hizo oídos sordos ante el escandaloso grupo a un costado de la barra, eran un montón de jóvenes atragantándose con cerveza y los tragos más baratos de la carta, pero haciendo ruido como si fuesen los reyes de la noche. Nunca le gustaron los ruidos fuertes, sus oídos eran mucho más sensibles que los de una persona normal y lo único que quería ahora era alejarse de la barra.

Los hombres volvieron a gritar. Yeosang se encogió sobre sí mismo deseando que se marcharan pronto.

Podía compararlos con trogloditas, en serio.

Se preguntó si ese montón de humanos ignorantes correrían despavoridos si sabían el tipo de criaturas que les rodeaban. Después de todo estaban en el Santuario, uno de los pocos clubes nocturnos que fue fundado por lobos, así que estaba repleto de ellos.

El mismo, incluso. Por eso podía reconocer a algunos miembros de su manada pasando el rato y algún par de lobos desconocidos que decidieron visitar el club. Era casi divertido ver como ambos mundos estaban mezclados bajo las luces de neón y la música alta, con la ignorancia de los humanos obviamente.

— ¡Oye, bonito! Prepárame otro de estos. —Uno de los hombres sonrió bobamente y apuntó a la copa vacía en su mano. Yeosang asintió y recibió un guiño como respuesta.

Bajó la cabeza para esconderse de la mirada del sujeto y no sisear por enojo.

Humanos estúpidos.

— ¡Yeosangie! —El grito con su nombre lo hizo mirar hacia todos lados, notando a San sacudiendo su mano y acercándose con prisa—. ¿Qué haces ahí? Tu turno está por terminar, deja que otro haga eso.

Miró el único reloj colgando en la pared y descubrió que tenía razón, en apenas un par de minutos su turno estaría terminado. Dejó las botellas de alcohol a un lado asumiendo que el otro sujeto podría esperar por su pedido, ya no era su problema, ahora debía ir por sus cosas y regresar a casa.

—Gracias, pero se supone que estabas cuidando la entrada del Santuario. Hongjoong te regañará de nuevo. —Yeosang entrecerró sus ojos y San se rió encogiéndose de hombros, no le importaba haber abandonado su puesto.

Hongjoong y Seonghwa necesitaban contratar gente más responsable, ellos llevarían ese lugar a la quiebra.

—Sí, lo sé. Dejé a Mingi cubriéndome. —San se hizo a un lado y empujó al chico que estaba tras sus espaldas hacia el frente. Yeosang casi tiró la copa de vidrio que antes limpiaba cuando los ojos del lobo más joven se fijaron en él—. ¡Esta vez tenía motivos! Necesitaba traer a Jongho contigo, Hongjoong le ordenó que te llevara a casa esta noche.

—Y-Yo le dije que no necesitaba... uhm...

Yeosang frunció sus labios, incapaz de controlar sus nervios. En cuanto se enteró en la mañana que Yunho —su compañero de turno esa noche— no podría asistir al trabajo, se apresuró en decirle a Hongjoong que no enviara a nadie para ser su escolta, sin embargo una parte de él sabía que era inútil y que el alfa líder enviaría a alguien.

• Midnight Alpha • [JongSang]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora