Mi cabeza da vueltas advirtiéndome sobre las horas frente a la computadora, busco con la mirada a Jules quien yace dormido a mi lado, reviso con cuidado su hombro cubierto por las vendas recomendadas por el terapeuta, durante el día llegó a su máximo avance levantando unos kilos sin ayuda de su otro brazo.
Orgullosa beso la mejilla de mi novio quien continúa dormido, apago la computadora para ir en busca de agua, veo mi reloj marcando las 3 de la madrugada, me recuerdo dormir lo antes posible, tenía un compromiso con Kai, lo cual podría o no traer tensión con Jules; mi novio insistía en los sentimientos de Kai por mi sin embargo ignoro todo, mi mente no daba con tantas cosas por hacer, comenzaba a desear clonarme para tener tiempo para todo. Julian comentó hace unas semanas la idea de renunciar al hospital o la escuela, el debate llegó a nada luego de fingir no escucharle mientras conducía a su terapia, tenía que organizarme y sabia podría con todo, necesitaba tiempo.
Rio sintiéndome estúpida por casi caer de las escaleras, mala idea bajar las escaleras sin luz.
Retrocedo mis pasos antes de entrar a la cocina, la puerta está entre abierta, mi primer instinto es gritar, mi cuerpo tiene una idea diferente al paralizarme. Observo a mi alrededor luego de tomar un florero de la mesa, mis latidos se hacen sentir por todo mi cuerpo, vuelvo a respirar al cerrar la puerta y encender las luces, repito cada segundo antes de irnos a la cama tratando de recordar si cerramos la casa bien, me autoconvenzo de que todo está bien al revisar el primer piso dos veces, todo parece estar en su lugar hasta cuando casi me da un infarto al ver un adormilado Julian en las escaleras.
— ¿amor? — su voz me hace soltar el aire de mis pulmones. — casi caigo por tu zapato en la escalera. — pasa como si nada por mi lado dejando el calzado en mis manos, le miro beber agua y luego extender su mano. — ¿vas a quedarte aquí? — lo miro por unos segundos.
— no te vi, me diste un susto. — recobro la compostura.
— estás en todos lados, me preocupa tu salud. — toca mi mejilla. — insisto en que dejes la clínica, no puedes hacer todo y a todos feliz, toma tu tiempo. — me rodea en un cálido abrazo donde cierro mis ojos por unos segundos, podría dormirme aquí mismo.
— vayamos a la cama, mañana voy a ver a Kai luego de tu terapia. — me arrepiento de abrir mi boca cuando siento su cuerpo tensarse.
— ¿no te deja en paz? llevamos meses de novios y no desiste. — resopla cansado.
— es por su padre, ojalá compartieras con nosotros. — beso su mejilla. — por favor, por mí. — beso su cuello.
— ¿intentas convencerme? — su profunda voz hace cosquillear mis labios.
— no, quiero que aceptes y al mismo tiempo quiero besarte. — Acerco su rostro al mío, beso su boca lentamente.
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Protector~Jay
DragosteJulian Draxler un enamorado de las fuerzas militares, las cuales lleva en su sangre, hay barreras al entrar al ejército gracias a ser mitad alemán pero nada le impide avanzar hacia su meta que es ser un Navy Seal, cuando todo comenzaba perfecto en s...