Capítulo 9

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Inej y Darren salieron de dónde se encontraba Kaz. Alessandra sabía que los había regañado por salirse del plan

Alessandra también se encontraba molesta, porque al parecer todos sabían sobre la falsa traición de Nina excepto ella. Así que se encaminó a hablar con Kaz

Cuando lo vio en el Palacio Esmeralda golpeado y lastimado quiso cuidarlo, someter toda su voluntad y existencia a él, pero después de la plática con Alek y que Kaz no le contara todo el plan, además de admitir que no amaba nada ni a nadie, eso había cambiado

"Yo soy Alessandra Kirigan, la Grisha más poderosa y la Teniente del Segundo Ejército, tengo la capacidad para estar enterada de todo lo que pasa, merezco más, merezco estar a cargo"

Se repetía una y otra vez mientras se acercaba a Kaz

—Por qué no me contaste el plan completo?

—No necesitabas saberlo

—Todos lo sabían, incluso Darren sabía

—Alessandra, tus sentimientos y poderes no están bajo control. No necesitas saber cada detalle de todo

—Yo te conté cada detalle de todo

—Lo hiciste? Porque aún sospecho que tú y Darren ocultan algo

—Todo esto es por celos? Claro que no —Se contestó a ella misma— Tú no amas a nada ni a nadie no es así? Ese el secreto. No espera —Agregó sarcástica— Tú amas a la codicia y algunas personas, solo no me amas a mi. Y yo ya estoy harta de esperar y esperar por algo que jamás va a pasar

—Qué estás insinuando?

—No estoy insinuando nada. Te estoy avisando. Voy a ocupar mi lugar como Teniente de Alek, voy a luchar a su lado y voy a conquistar Ravka, ningún Grisha volverá a ser perseguido o lastimado y al fin estaré donde pertenezco, haciendo lo que merezco hacer, lo que entrené toda mi vida para hacer. Fue un placer trabajar con usted señor Brekker

Alessandra comenzó a caminar para salir del lugar y encontrar a Darren

—Te amo

Alessandra no había vuelto a escuchar esas palabras desde aquella vez en Ravka. Volteó la mirada y notó que Kaz no tenía los guantes puestos, notó que Kaz se estaba acercando a ella

—Te amo y eres más que mi socia de trabajo, los únicos sentimientos que estorban entre nosotros son la arrogancia y el miedo, la arrogancia no tanto

Conforme hablaba se acercaba más a ella

—Sí se qué estás haciendo aquí, lo se desde que nuestros ojos y nuestros mundos colisionaron aquella noche en la posada del conductor. Yo estaba parado, tú estabas ahí. Porque desde el primer momento en que te vi supe que nada ni nadie iba a poder separarnos, supe que solo lo lograríamos nosotros así que luché por hacerlo, pero estoy cansado de mentir, ni siquiera nosotros podemos evitarlo

Estuvo frente a ella, sus respiraciones chocaban, como tantas veces hicieron, la de Kaz era errática y apresurada, como si el estar sin sus guantes fuera igual que estar con el pecho abierto y el corazón expuesto. Kaz la tomó de las manos. Alessandra nunca había sentido las frías manos de Kaz Brekker, su piel era suave, pero al mismo tiempo áspera, los huesos de sus nudillos, la calidez de su congelada palma, la manera en que sus largos y delgados dedos abrazaban los de Alessandra. Sentía todo y Kaz también

—Ni siquiera lo roto que estoy puede evitarlo

Entonces la mano derecha de Kaz abandonó la de Alessandra y llegó hasta su mejilla, la respiración de Kaz seguía siendo irregular mientras que Alessandra había contenido la suya, asustada de romper el momento, celosa de que el aire que exhalara o inhalara se interpusiera entre ella y Kaz 

Pronto, los labios de Kaz se unieron a los de Alessandra. Alessandra sentía que era la primera vez que sus labios tocaban otros, sentía que ella fue hecha solo para eso. Se atrevió a sostenerse de la mejilla izquierda de Kaz y de su hombro derecho. Kaz necesitó acercarla más, sentir que su cuerpo estaba caliente y vivo a diferencia del de Jordie, así que con la otra mano la acercó a él

Y así, un cabrón de primera, sin escrúpulos, cuyo deseo era el dinero y la venganza, el bastardo del Barril, Manos Sucias, Kaz Rietveld, Kaz Brekker finalmente aprendía a amar. Una ruin desertora del ejercito que recibía satisfacción de cualquier clase de tortura, la Teniente del Segundo Ejercito, la Oscura, Alessandra Morozova, Alessandra Kirigan finalmente era realmente feliz

Cuando los pulmones de ambos suplicaron por aire, se separaron, la respiración de Kaz era rápida, la de Alessandra era profunda. Kaz puso distancia entre los dos de inmediato, pero aún sostuvo entre sus manos desnudas, las de Alessandra, dejó la vista en sus manos entrelazadas, intentando respirar normalmente, intentado que sus fantasmas no lo alcanzaran y lo arrastraran con ellos hasta la cripta

—Kaz —Alessandra llamó, saboreó cada letra del nombre, cada sonido. Kaz la volteó a ver— El precio de esta ciudad es la sangre y no me molestaría pagar todo lo que tengo por estar aquí, porque siempre se puede sangrar un poco más, siempre puedo luchar por ti un poco más.

—Eso significa...

Alessandra asintió

—Lucharé un poco más por hacer esto funcionar, después de todo, tú acabas de afrontar una enorme batalla, yo puedo hacer lo mismo

***

En las criptas, después del ataque, Nikolai le escribía a Alessandra

—Conozco ese cuervo —Dijo Alina acusandolo— Es el cuervo de Alessandra

—En realidad es mío —Dijo Nikolai— Pero sí, es para Ale

—La conoces —Entonces vio la mirada en los ojos de Nikolai— La amas

—Más que a nadie

—Si ella hubiera estado aquí me hubieras dado al Segundo Ejercito? Me hubieras propuesto ser tu reina?

—Claro que no Alina, ella tiene la experiencia y el poder

—Ella nunca lideró

—Vamos Alina, ella nació para gobernar, ella sabe todo lo que hay que saber

—Entonces llamala —La incito— Obligala a humillarse ante la reina y pedirle perdón para que nos lidere

—Ella no quiere, y no lo hará, no la humillaré ante mi madre

—Dijiste que te preocupas por Ravka, ella sabe cómo manejarnos y conoce al Oscuro

—No te confundas Alina, me preocupo por Ravka, pero traicionaría a quién fuera para garantizar la felicidad de Alessandra Kirigan




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Collide | Kaz Brekker | Donde viven las historias. Descúbrelo ahora