Capítulo 7

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Kaz estaba buscando maneras de entrar y de apartar toda la confusión que giraba alrededor de la Teniente Oscura

Y solo pensó en la manera más lógica, algo que había intentado hacer desde el principio, pero su curiosidad le había negado, apartarla y apartarse, sin conflicto de interéses que pudiera arruinar el trabajo

Regresó con una posible respuesta, pero se topó con que la Teniente ya había descubierto su plan. Mientras planeaba cómo salir de esa, ella habló

Había pensado en la mejor idea para recuperar su vida y a su hermano, para no ser desplazada y ella no tendría que mancharse las manos

—Yo los puedo meter en el pequeño palacio —Ofreció Alessandra

—Ya te he dicho lo maravillosa que eres? —Cuestionó Jesper abrazándola

—No lo suficiente, como sea, aceptan?

—Por qué? —Cuestionó Kaz, forzandose a desconfiar de la única persona que le había provocado confianza inmediata

—Disculpa?

—Por qué lo harías? Y qué nos dice que no correrás con tu hermano a advertirle? O que no nos estas llevando directo a una trampa?

—No soy fan de esa Alina Starkov

—Lo haces porque tu hermano mayor le dio una kefta negra a la invovadora del sol y estás celosa, esto es un berrinche contra tu hermano que puede irse en cualquier momento. No trabajamos así

—Bien —Dijo ella, en sus ojos podías ver lo herida que se había sentido, pero ni su tono ni su expresión lo demostraron, después de todo era una Kirigan— Entonces no veo porqué seguir aquí si no quieren ni necesitan mi ayuda. Hasta luego señor Brekker

Se dio la vuelta y comenzó a caminar

—No le digas a nadie de nosotros —Advirtió Kaz, con una opresión en el pecho que él relacionó a la ansiedad de que los delatara

—No es tan importante como para hablar de usted —Contestó ella, que tenía muy en claro sus sentimientos— Tal vez hable de mi increíble amigo Jesper, y la talentosa Inej, aunque jamás los delataría

Continuó caminando, cuando Jesper e Inej quisieron ir a despedirse, Kaz los detuvo. La vieron subir a su caballo y comenzar a ir rumbo a Os Alta

Alessandra cabalgaba, hasta que recordó su misión y cómo Arken estaba con Kaz, sacudió la cabeza, ella sabía que Kaz era lo suficientemente inteligente para entrar al Palacio, ahí atraparía a Arken

Kaz la vio sacudir la cabeza después de parar y luego seguir, volteó la mirada a sus cuervos, que aún esperaban el plan, el dolor no se fue

Entonces el atraco comenzó

Kaz caminaba vestido de escultor

—Buen día señor —Comenzó— Mi nombre es Ivanovsky, el escultor, así es.  Necesito desesperadamente su ayuda, me envía la Teniente Kirigan —Se reprendió a si mismo al mencionarla— Estoy trabajando en una obra para el baile de invierno, necesito las dimensiones de la entrada del Pequeño Palacio. La gran obra tal vez sea muy grande para entrar por la puerta. El rey cortara mi cabeza si su estatua debe quedarse fuera

Mientras Kaz esperaba, pensó en Alessandra, a esas alturas ya llevaría medio día de viaje

***

Al caer la noche Alessandra encontró un lugar entre Kribirsk y Balakirev para quedarse, se sintió satisfecha al tener medio camino recorrido en solo un día

Entre las características de Blackwind no solo estaba que fuera el caballo del negro más intenso que alguna vez se hubiera visto, si no también que era el más veloz, de ahí su nombre, si el caballo corría a su máxima velocidad, parecía una ráfaga de viento negra

Alessandra le escribió a Aleksander contándole que Nina no estaba, que probablemente habían sido los Drüskelle, pero no había tenido mucho tiempo de investigar y que enviará a un escuadrón a buscarla. También le contó que al anochecer del día siguiente ella estaría de vuelta con él

También recibió un cuervo de Ikaris, su esquife saldría el día siguiente, por lo que en 4 días se volverían a ver en el Pequeño Palacio. Alessandra deseó haberle hecho caso a Ikaris, no haber ido a ver al Conductor y esperar a encontrarlo en Novokribirsk como era el plan inicial. De haber sido así, ella estaría emocionada por la noticia recién recibida en lugar de despotricando contra Kaz Brekker y el cómo la había prácticamente corrido después de parecer tan interesado en ella

Esa misma noche los cuervos notaban que no había manera de entrar

—Debimos aceptar la ayuda de Ale —Se quejó Jesper

—Ahh ya le dices Ale? —Cuestionó Kaz

—Celoso jefe?

—Sorprendido de que te hayas dejado manipular

Inej y Jesper compartieron una mirada que gritaba que no le creían a Kaz, pero no dijeron nada

Oyeron un golpe tras ellos, voltearon a ver qué pasaba, una bailarina había caído

La mañana siguiente parecía brillar, excepto para Kaz, cuyo dolor que él había relacionado a la ansiedad no había desaparecido

Más tarde, dos de sus cuervos tenían una entrada asegurada al Pequeño Palacio

—Encontraré mi propia manera —Declaró Kaz

Lo fácil fue averiguar cómo entregar cartas al Pequeño Palacio, lo difícil fue averiguar qué poner en la carta

***

La noche había caído una vez más y Alessandra apresuraba a Blackwind tanto como podía, mientras más se acercaba al Pequeño Palacio, la idea de refugiarse en los brazos de su hermano mayor para no sentir el dolor se hacía mayor

Cuando pudo visualizar el Pequeño Palacio, también pudo visualizar a un hombre parado ahí, de gran altura y de postura perfecta, sonrió

—ALEK —En cuanto llegó, bajó del caballo aún en movimiento, corrió y fue recibida en los brazos de su hermano mayor

—Mi pequeña Ale —Susurró con cariño apretándola a él

—Ya no soy pequeña, fueron 5 meses Alek, debiste avisarme que la frontera con Fjerda es condenadamente fría

—Siempre serás mi pequeña. Ahora ven, es hora de que conozcas a Alina Starkov

Entonces ella recordó su coraje contra la Invocadora del Sol, pero al estar envuelta en los brazos de Alek, supo que su hermano jamás elegiría a Alina sobre ella

—No le voy a rezar a Alina eh! —Advirtió Alessandra riendo, Alek rió un poco junto a ella, pero luego se puso extremadamente serio

—No tienes que hacerlo mi pequeña Ale, no sirve de nada, al final de todo los santos rezan y sabes por qué rezan? Porque hasta los santos le temen a la sombra y a aquellos que la manejan

Le envió una sonrisa a su hermana que ella correspondió


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Collide | Kaz Brekker | Donde viven las historias. Descúbrelo ahora