°Dientes de León°

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•Canción de este capítulo:Dandelions, de Ruth B•

•Disfruten!!•

☆☆☆

Pompón esperaba pacientemente que el reloj diera las 11. Estaba sentado sobre su cama, leyendo un libro que había encontrado bien escondido en una biblioteca. Se sentía un poco nervioso por como podía resultar su hazaña, él no era una persona que desafiaba la autoridad, más bien le daba un poco de miedo, pero no iba a rendirse tan fácil.

—Es un poco aburrido estar aquí solo... —Miró el reloj que estaba a su derecha—. Ya son las 11. —Suspiró—. Supongo que ya es hora de ir al almacén.

Se levantó de la cama y metió al libro dentro de un cajón, para luego ponerse los zapatos y tomar una linterna de la mesita de luz.

Caminaba tranquilo por el campo de tiro, dirigiéndose al lugar en donde debía estar el Comandante Fluffy. Mientras caminaba, vio el despacho en donde posiblemente estaban sus amigos, le dio un vistazo a su reloj; eran las 11.03, hace tres minutos tendría que haber llegado al almacén, "Simplemente los saludaré y luego iré" pensó.  Una vez estuvo frente al despacho, iba a tocar la puerta por si el Comandante aún se encontraba ahí, pero su preocupación se esfumó al oír las voces de sus compañeros tras las paredes, por lo que entró como si nada.

Mala decisión.

Lo primero que vio fue a Grimaldo, quien tenía acorralado a Peludito en el sofá, parecía estar a punto de besarlo. Peludito estaba ruborizado y tenía los ojos cerrados, como si esperara el accionar del otro. La puerta era algo vieja, por lo que el chirriante sonido de ésta asustó a ambos, que por la sorpresa se separaron rápidamente.

—Oh, mierda —susurró para si mismo.

Peludito vio al Cabo parado en la puerta y la vergüenza lo invadió, por lo que tomó unas almohadas del sofá en el que estaba sentado y se cubrió el rostro. Grimaldo estaba en el suelo, quejándose del dolor por la fuerte caída que se había pegado. Se tapaba la cara con ambas manos, aguantando las ganas de pegarle a alguien.

—Carajo, Pompón. —Lo miró—. ¿Acaso no te han enseñado a tocar la puerta?

—L-lamento interrumpirlos en medio de...algo. —Rascó su nuca, nervioso—. Tan solo me iré y hagan de cuenta que nada de esto pasó.

Cuando Pompón estuvo a punto de salir del lugar, Grimaldo dijo:

—El momento ya está arruinado. —Se sentó—. Prefiero que te quedes y que no haya sido arruinado por nada.

Pompón negó con la cabeza.

—No quiero hacer mal tercio —dijo con vergüenza.

Peludito dejó la almohada a un lado y miró al Cabo.

—No hace mal tercio, Cabo Pompón. —Dio unas palmadas al sofá—. Puede sentarse aquí, no hay problema.

El Cabo cerró la puerta detrás suyo, dejó su chaleco en el perchero y luego se sentó junto al otro, manteniendo la distancia por la vergüenza que sentía.

—Entonces. —Agarró un cigarrillo que tenía guardado y lo encendió—. ¿A qué viniste? ¿Pasó algo?

—Bueno... —Tragó en seco—. Solo pasaba a saludar.

Grimaldo empezó a toser, preocupando a Peludito, el cual bajó del sillón para ver que le pasaba.

—H-hijo de —Tosió—. Hijo de puta, te voy a romper la —Volvió a toser—. La puta cabeza.

•Honor, Dolor, Mimos• /Fanfic De Unicorn Wars◇Azulin X Pompón◇Donde viven las historias. Descúbrelo ahora