33. ¿Paquete?

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Drake POV

Mi llegada a la oficina hoy resulta ser mucho más tarde que a lo que suelo acostumbrar. Son cerca de las 10am y yo apenas me encuentro subiendo yo solo por el ascensor, con el cabello húmedo por la resiente ducha y ropa más casual que siempre.

Me lo merezco.

Ayer me la he pasado hasta tarde trabajando en cosas que ni siquiera resultaban urgentes en la compañía, pero me eran de ayuda para poder mantener mi energía y atención canalizados en algo que no fuera ir a partirle el rostro a alguien.

Solo han pasado dos días desde el desastre en la fiesta por mi cumpleaños. Todo fue un caos, incluso al irnos del lugar. Maddie no estaba nada de humor por lo que permaneció en su habitación hasta que fue la hora de su vuelo ayer a media mañana. Mi madre era la más alterada, incluso la atrapé en una llamada con su abogado, pero pude resolverlo para que no tomara decisiones tan precipitadas.

Si hará algo, al menos que se tome dos días con emociones normales para estar segura.

Ni siquiera la presencia de Jack y Lincon en el penth pudo hacer algo para disminuir mi tensión. Estoy seguro que ambos sabían que ni ellos podían hacer algo con el tema. Es cosa de mi total disfuncional familia.

Me he despertado temprano esta mañana. Necesitaba dar con una forma de canalizar mi molestia en algo que no fuera el trabajo. Así que he terminado en el gimnasio del edifico, en una sesión de dos horas y media de boxeo —alternando con pesas—, la cual me ha servido solo para agotarme, no para hacer desaparecer los millones de pensamientos que recorren mi mente ahora.

El ascensor por fin se abre en mi piso, así que me bajo con dirección a mi oficina justo por el corto pasillo frente a mí. Ojeo en el teléfono algunos mensajes de felicitaciones a atrasadas de viejos compañeros.

—Buenos días, Greta — Le digo una vez paso por su escritorio sorprendiéndola por mi rápida llegada.

—¡Buenos días, señor Carson! — Se pone en pie — ¿Necesita algo?

—No — Ella asiente mientras abro una de las dos puertas grandes que dan a mi oficina — Qué no me molesten hoy, por favor.

—Claro — Le escucho decir una vez ingreso al despacho.

Tomo el control que enciende todas las luces del lugar mientras cuelgo mi chaqueta en una percha, quedando en un ligero suéter claro a media manga. Me dirijo hasta la mesa focal en donde solo encuentro una carpeta que puedo revisar a lo largo del día, así que dejo el teléfono sobre la mesa y aparto un mechón de cabello húmedo que me cae en la frente.

Debo ir por un corte esta semana. Tal vez deba secarlo si no quiero que la temperatura me haga resfriarme.

Me estiro un poco ante la tenso de mis brazos por los golpes al saco, con la idea de ir al baño de la oficina en donde tengo un secador para cuando me doy duchas aquí, pero un ruido me frena el plan. Viene de fuera de la oficina. Percibo la voz de Greta un tanto alta, antes de que la puerta de la oficina se abra abruptamente dejando entrar a mi padre con una cara de mil demonios al lugar, seguido de mi secretaria que parece verme como si temiera un despido instantáneo.

—Ya pensaba que no vendrías por aquí hoy — Dice éste entrando en la oficina con la misma actitud e imagen de siempre como si fuera suyo el lugar.

—Lo siento, señor Carson. Le dije que no quería... — La detengo con un leve gesto porque veo que está nerviosa por esto.

—Descuida. Lo sé — Lo último lo suelto dándole una mirada cansada a mi padre — Puedes irte — La miro a ella a unos pasos de la puerta ahora.

Su Hermano, y Yo #AH&L3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora