Extra 4: Niñeros 1

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Drake POV

Observo como Oliv camina de un lado a otro en la sala, mientras da saltitos para lograr calmar a Aaron que tuvo una rabieta al caerse su chupón, a la vez que Asher acostado en su silla mecedora, la observa atentamente con unos ojos de amor que conmueven a todo el mundo, y es que nuestro pequeño, siente un inmenso amor hacia su madre.

Hasta yo lo siento, cada día más.

Se ve hermosa, luciendo unos jeans sueltos, un suéter de punto color menta, junto a unos tenis blancos y su cabello castaño claro le cae en cascada por toda su espalda, y Aaron no deja de tomarlo para jugar con el.

Luce tan casual, tan cómoda, que nadie pensaría que está a punto de abandonarnos.

—¿Es muy necesario que se vayan? — Pregunto sentado en el sofá a su lado, mientras no puedo evitar notar mi tono apagado.

—Ya es la cuarta vez que digo que si, Carson — Menciona entre dientes mientras le pasa la palma por la espalda a nuestro hijo sin dejar de mecerlo — Papá, parece ser el que más sufrirá estos días.

—Claro que no — Por supuesto que sí.

Llevamos meses juntos en nuestra burbuja, solo concentrándonos en los niños, Oliv trabajando desde casa —gracias a su puesto de socia con Candice— , yo pasando más tiempo en casa que en la oficina. Y finalmente hay que regresar al mundo real, dónde se tienen pendientes que no pueden esperar.

Ya han pasado meses desde el nacimiento de los gemelos, están a mes y medio de cumplir un año, y eso explica toda su energía, ingenió, y las rabietas que ahora son más constantes. Todos estos meses Oliv ha permanecido en DC con los niños, con un par de viajes ocasionales a NY por un par de reuniones, pero más que todo, trabajaba desde casa para poder estar con los niños.

Claro que eso ya no es tan justificable cuando los niños ya están a nada de empezar a caminar.

—Claro — Pone los ojos en blanco y se inclina a dejar acostado a Aaron en la silla junto a la de su hermano, una vez se calma — Papá, es un mentiroso.

Suspiro y la observo atentamente. No tarda en girarse y notar mi expresión tan seria, así que viene hacia mí y se hace espacio en mi regazo para sentarse. Paso las manos por su cintura para sostenerla junto a mí, no queriendo que se aleje.

—Todo estará bien — Me repite con su hermosa sonrisa.

—Promételo — Hago un puchero, escondiendo mi rostro en el hueco de su cuello.

Escucho su risa.

—Lo prometo — Puedo jurar que sonríe cuando lo dice — Solo serán tres días.

Tres eternos días.

Desde que Maddie y Oliv han estado trabajando juntas en sus carreras, han tenido mucha atención, contratos e invitaciones, como ésta, dónde fueron invitadas a un pequeño evento en París, que las ayudará a ganar más contactos, según la explicación de la otra hija de mi padre.

—¿Por qué mi hermano parece un bebé enorme? — Levantamos la vista hacia la entrada de la sala, por la cual se asoma Maddie luciendo igual de relajada que Oliv en ropa, y con Sarah colgada de la cadera.

La pequeña coqueta de un año ya, lleva un vestido gris con flores de colores, y dos pequeñas colitas diminutas hechas con el poco cabello rubio que posee.

—5 minutos más — Pido ignorando a mi hermana.

Oliv ríe y saca mi cabeza de su cuello, para tomar mi rostro y besarme por lo que seguro son largos segundos, pero a mí me parece uno.

Su Hermano, y Yo #AH&L3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora