La cabaña

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Narra merlina

A la mañana siguiente de el baile, nos pasamos toda esa mañana guardando nuestras cosas.

Madre dejó que largo pasara por nosotras y nuestras cosas para llevarnos a la cabaña.

Por lo que en la tarde al ya tener las maletas listas, bajamos todo a la entrada de la escuela, donde largo ya estaba ahí con el carro de mis padres.

Tengo que conseguir uno para nosotras, eso es seguro, mas si es que enid llega querer entrar en alguna universidad.

Subimos las cosas con ayuda de largo, pero antes de irnos enid se despidió de sus amigos, los cuales se quedarían un par de días en los que todos empacan sus cosas o en lo que sus padres venían por ellos.

Mientras la esperaba estaba dentro del auto, mirando por la ventana el cielo azul, brillante y claro.

Claro, hasta que escuche la puerta abrirse y dos aromas llegaron a mi nariz, siendo estos de galletas girasoles y de manzana/miel.

Sabia quien eran por lo que volte mi cabeza para verlos, ellos estaban ahí, sentados frente a mi con unas sonrisas que brillaban...

-bueno... Nos alegra averte conocido. -comentó eugene-
-no se por que se despiden así, si en un futuro nos volveremos a ver -dije al ver sus miradas tristes y como intentaban mantener esa sonrisa-
-¿enserio?, pensamos que te marcharía y dejarías de hablarnos.. -hablo xavier-

Negué con la cabeza, aunque no quiera admitirlo, me e acostumbrado a estar junto a ellos o al menos a escuchar sus voces, por lo que a mi omega interior le resultaría difícil alejarse.

-oh.. Eso es bueno.. -volví a hablar el de lentes- bueno te tenemos este regalo.
-si, tardamos un poco en escogerlos ambos, pero sentimos que te gustara -hablo el de cabello largo, dándome una caja pequeña-
-gracias, aunque si me iban a dar algo, pudieron decirme para darles algo. -comenté tomando la caja-
-¡no te preocupes!, queríamos darte esto como regalo por, ¡tu nuevo hogar y por tu casamiento! -dijo el de braquets de forma emocionada-

Los mire unos segundos en silencio, tal vez después pueda devolverles el regalo con otros, aunque ahora solo puedo agradecer..

-gracias.. -dije de forma sincera-
-bueno, mantente en contacto, ¡cuando te cases pido ser caballero de honor! -hablo nuevamente el de lentes-
-claro, ustedes más que nadie merecen ese puesto.. -comenté- si alguien los daña, háganmelo saber.

Ellos asintiron y tras darme un abrazo se bajaron del coche dejándome sola con mi omega interior el cual entristeció por tener que despedirse de ellos..

¿Cómo se supone que siga como siempre si este omega interior se rige más por los sentimientos?, causando qué sienta lo mismo y no piense con claridad..

Unos minutos después de tranquilizar a mi omega interior y a mi, pude observar los que me dieron, haciéndome sonreír un poco, para volver a mirar el cielo, hasta que enid llegó.

Ella entró y unos segundos después el carro arrancó, llevándonos a la cabaña donde sería mi nuevo hogar, nuestro nuevo hogar..

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Narra enid

Mientras recargaba mi cabeza en el hombro de mer, veía mi teléfono, esperando llegar a la dichosa cabaña que ella nombró antes..

Pasaron unas cuantas horas, en las que nos acomodamos quedando ella en mi hombro durmiendo mientras yo seguía viendo mi teléfono, hasta que llegamos a un pueblo pequeño pero lindo..

Luego de pasar el pueblo, tardamos unos cinco minutos en llegar a un claro en el bosque, donde un a cabaña grande se encontraba, rodeada de pasto brillante y verde.

Esta era de color café obscuro con pequeños detalles más claros que otros, en la entrada pude ver como había tres personas..

Desperte a mer cuando estuvimos cerca de la entrada y el auto paro, para ambas bajar y toparnos a los padres de merlina y a su tío..

-¿que le pasó a la cabaña? -pregunto mer, tan solo estar frente a los tres adultos-
-bueno... -hablo su tio- me entere que te comprometiste.. Por lo que les quise dar un regalo restaurando la cabaña..

Merlina solo miro más la cabaña mientras yo saludaba a su familia, y sentía la mirada intensa de su tío..

-gracias por su regalo señor -comenté-
-me alegra que les guste, cuando me entere de su compromiso, recordé que esta cabaña era de merlina, por lo que pensé en renovar los muebles, pero... -respondió pero fue interrumpido por merlina-
-pero, por fuera y dentro estaba hecha un desastre, lo sabia tras un tiempo atrás venir a ver como estaba la cabaña -comentó sin interés-

Merlina tomó mi mano y hecho un último vistazo a la fachada de la cabaña para entrar a esta viendo la decoración que era simple, con colores de escala entre blanco y negro..

-hiciste un gran trabajo, aunque le haremos unos cuantos cambios.. -dijo mer mirando a su tío-
-me alegra, pensé que tu pareja sería igual a ti.. Aunque es una bomba de colores.. -comento viéndome-

Sus padres esperaron que ambas bajaramos nuestras cosas, para retirarse diciendo que esperaban ser bienvenidos a nuestro hogar igual que nosotras lo éramos en su casa..

Cuando ambas nos quedamos solas, nos dedicamos en acomodar nuestras cosas en la habitación principal.

Que igual que lo demás era de tonalidades negras, con cortinas blancas y negras..

Todo estuvo en un silencio cómodo y tranquilo, hasta que terminamos de acomar y bajamos a la sala donde nos sentamos.

-le falta color a este lugar.. ¿No creés? -pregunto mer mientas nos acurrucabamos-
-sí, pero es lindo así.. -comenté-
-bueno.. Tenemos que ir al pueblo... ¿Quieres que compremos pintura para la casa? -preguntó con tranquilidad-
-sí, tendremos tiempo hasta que te digan cuando será la venta de tu libro y mi ingreso a la uní -dije-

Nos quedamos unos momentos así, ambas juntas hasta que decidimos pararnos e ir al pueblo, aunque claro tomamos dinero y un suéter.

-oh.. Cierto. -comento ella antes de salir- eugene y xavier nos dieron esto como regalo por nuestro... Nuestro compromiso..

La mire y luego mire aquella caja pequeña que era de un color gris claro, al abrirlo encontré dos anillos de compromiso ambos de color oro iguales y simples..

Eso hasta que tome uno y al ver en la parte interior encontré grabado ambas iniciales solo que en uno se encontraba el apellido de ella y luego el mio, mientras que en el otro se encontraban al revés los apellidos.

-son realmente hermosos.. -dije teniendo ambos anillos en la palma de mi mano-
-sí... Lo son, saben escoger buenas cosas -comentó ella- yo tomaré este tu quedate como la señorita addams sinclair.

Reí un poco por lo dicho y tome devuelta el anillo que ella quería para colocarse lo en la mano cosa que logro colocar una pequeña sonrisa en su rostro...

Ella tomó el anillo que yo tenía e hizo lo mismo que yo hice con ella, haciéndome sonreír.

Tras eso salimos de la cabaña y caminamos con dirección a el pueblo, para conceguir provisiones y un poco de pintura si es que nos alcanza..

Predestinadas. ·~Weinclair~·Donde viven las historias. Descúbrelo ahora