Capítulo 16

52 7 0
                                    

Lisa POV:

Había convencido a Rosé de no hacer la denuncia pero no pude retener que me acompañara a ver a mi esposo. Resignada, dejé que viniera conmigo. No podía dejar a los niños con él ahora, tenía miedo.

–Tranquila –susurró Rosé mientras manejaba– estaré ahí contigo como abogada. No te pasará nada.

No respondí, solo hice un pequeño sonido de afirmación mientras ordenaba todo en mi mente para poder hablar con Freud, quería saber el porqué de su reacción. En los nueve años juntos nunca había sido explosivo ni violento, jamás había levantado la voz o tocarme sin consentimiento.

–Llegamos Lisa –avisó Rosé estacionando– ¿segura que estás viéndolo de nuevo?

–No voy a dejar a los niños –solté, mirándola– no puedo estar tranquila.

Nos acercamos a la casa y pude pasar sin problemas porque la seguridad me conocía, al entrar a la casa sentí como Rosé se pegaba a mi y antes de poder hablar, escuché un grito.

–¡No me hables así Luca! ¡Soy tu padre!

Me acerqué apresurada al origen del sonido y pude ver a padre e hijo enojados. Al parecer habían discutido, Freud sintió mi presencia y su semblante cambió totalmente. Luca seguía enojado pero se alejó de él.

–Luca, ¿estás bien? –pregunté acercándome a él– ¿qué sucede?

Él me miró y pude ver las lágrimas en sus ojos, sin pensarlo lo abracé y me devolvió el abrazo con fuerza. Desde que lo conocía, había sido reservado conmigo, no solía hablar de lo sentía o pasará. Me preocupa verlo de esa manera ahora.

–¿Qué sucede aquí? ¿El chico está bien?

Rosé apareció y pude sentir como Freud se tensaba. Lo conocía muy bien.

–Él está bien –aseguré– Rosé vino cómo mi abogada, Freud –hablé suavemente hacía mi esposo, mientras seguía consolando a Luca– lo mejor es que me llevé a los niños por esta noche.

–¿Llevartelos? –preguntó enojado pero sin levantar la voz– No puedes hacer eso, no voy a permitirlo.

Estaba de espaldas hacia él, abrazando a Luca que parecía ignorar todo lo que estábamos diciendo y solo seguía llorando. No quería exponerlo de esa manera ante los problemas y la presencia de Rosé no ayudaba.

–Rosé, ve con Luca al piso de arriba por favor –pedí mirando a la rubia– Luca, ¿tu hermana está bien? –pregunté en un susurró–

–Está con su nana en su habitación, iré con ella –dijo alejándose y limpiándose las lágrimas– ¿estás bien?

Solamente asentí con una sonrisa y lo dejé marcharse, Rosé no quería irse, lo podía ver en su mirada pero le pedí que se fuera. Necesitaba hablar a solas con Freud.

–No vuelvas a tocarla –soltó enojada la rubia–

Después de eso ella se fue siguiendo los pasos de Luca y Freud me miró con tristeza pero a la vez con un pequeño enojo naciendo de él. Sabía que ver a Rosé de nuevo desde la fiesta lo había puesto mal.

–Necesitamos hablar de esto –pedí con calma– nunca has sido, ¿qué sucedió hoy?

–Lisa, escucha –pidió acercándose pero yo me alejé y lo detuve– No voy a lastimarte, no me tengas miedo por favor...

–Hablemos de esta distancia, por favor –pedí alejada de él– por favor...

No era mi intención hacerlo sentir mal pero mi mente había puesto mi cuerpo en estado enérgico por los recuerdos y el miedo que habían surgido de nuevo en mi. Era algo que no me pasaba desde hacía años.

Rosé POV:

Al llegar a la habitación de la hija menor de Lisa pude ver que era su copia idéntica. Tenía el mismo rostro que su madre pero a la vez también sus hábitos y manías, sonreí inconscientemente por ver a una pequeña tailandesa reflejada en ella.

–Está bien Shua, es una amiga de mi mamá –habló el mayor frente a una joven que parecía asustada– ¿La recuerdas Lili? La vimos hace poco.

Su hermana asintió tímida y se refugió en los brazos de la joven que supuse era su nana, ella le decía algo en la oreja y al parecer logró que se volviera a acostar.

–Disculpen por interrumpir –hablé avergonzada– solo vine con Lisa por algunos inconvenientes.

La joven asintió y decidió leerle un cuento a la pequeña, mientras estaban en eso Luca se acercó a mí, parecía curioso.

–¿Eres abogada? –preguntó suavemente sin mirarme, su mirada seguía en la interacción de su hermana con la joven Shua– lo digo por tu ropa, es muy formal y de corte sastre.

–Si, lo soy –respondí un poco asombrada– eres muy observador...

–¿Por qué viniste con Lisa hoy? –preguntó serio– ¿Ellos van a separarse?

No supe qué responder ante eso, no me sentía cómoda hablando de esto frente a la niña y a la nana, no quería ventilar la vida de Lisa. Además de querer escuchar si ella estaba bien en el primer piso, no quería que ese tipo la volviera a tocar.

–¿Podemos hablar afuera? –pedí mirando hacia el mayor de los hijos– Me sentía más cómoda.

Asintió y salimos de la habitación. Lo primero que hice fue acercarme a la baranda para escuchar si todo estaba bien en el piso de abajo.

–Mi padre nunca había reaccionado así con Lisa –soltó Luca detrás mío– me asusté cuando lo vi sujetándola de esa manera y pensé que iba a golpearla.

–¿Había reaccionado así antes? –pregunté mirándolo de lado, ansiosa por la respuesta– ¿Lo había hecho con tu madre?

Pude ver por el rabillo del ojo cómo Luca se descolgó por mi afirmación, él pensaba que yo no sabía de su relación con Lisa, no era su hijo biológico.

–Conocí a tu madre hace unos días –respondí antes de qué él preguntará– ella me lo dijo. Que Lisa no es tu madre...

–Quizás no lo sea de sangre pero ella fue quién me crío, así que sí es mi madre –soltó un poco ofuscado pero podía notar la vulnerabilidad–

Hubo un pequeño silencio entre nosotros, no quería romperlo porque no sabía que decir. ¿Podía meterme en su vida como si nada? ¿Decirle que su madre lo buscaba?

–Pero respondiendo a tu pregunta... –hizo una pausa– creo que antes era de reaccionar así, con mi madre quiero decir...

–Luca... –llamé con tristeza–

Ahora si giré mi cuerpo para verlo, no pasaba de los quince años y si sacamos cuentas, sus padres seguían juntos hasta que él tuvo 6 años aproximadamente. No podía creer que estuviera expuesto a la violencia a tan corta edad, me compadecí de él.

–No recuerdo con exactitud y tampoco quiero acusar a mi padre de hacer algo que no ha hecho pero tengo miedo por Lisa, sé que ha sufrido demasiado, la he escuchado llorar muchas veces y no quiero que mi padre la lastime o la alejé cómo lo hizo con... su ex esposa.

Le costó decir lo último pero me puse en alerta y me sentí culpable cuando pidió que no juzgará a su padre sin pruebas, pude sentir el peso de mi culpa crecer un poco más.

–No voy a dejar que la lastimé –dije sin pensar–

–¿Qué relación tienes con mi madre?

Su voz sonaba seria y algo acusadora pero antes de poder aclarar todo con él, escuché como las sirenas de la policía sonaban y tocaban la puerta de la casa. Me asusté y salí corriendo con Lisa. 

-----------------------------------------------------

Hola. Lo siento por desaparecer pero el stream de Jisoo no se sube solo :') prometí que habría capítulos en esta historia y aquí esta uno de los dos que hice. Por favor sigan apoyando a Jisoo y no olviden votar aquí también, me ayudan a seguir escribiendo. Nos vemos pronto<3


El Error Que Nos Separó | ChaelisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora