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Dos amigos sentados en la cafetería de la universidad, resaltando unas ideas de aburrido papeleo.

-Que estupidez -bufó Jorge resaltando a pulso una frase con un resaltador naranja.

-Para ti todo lo es - Entornó los ojos Isaac haciendo lo mismo--Ya hombre, deja de quejarte. Solo vamos a asesorarlos por un año.

Un año y ya.

-La universidad me está comiendo vivo y,
¿esperan que ayude a otros? ¿que asesore a otros cuando ni yo mismo puedo memorizar mi horario?-rebatió irritado

-Oye, compréndelos-alentó - Hace dos años atrás cuando entramos a la universidad, estábamos aún más perdidos de lo que estamos ahora. Necesitan una guía, un punto de inicio, Coky. Joder, no sé porque eres tan poco empático.

-Nadie nos ayudó a nosotros.

-Por la misma razón que casi nos quedamos calvos del estrés, han implementado este programa nuevo, tonto.

-No quiero trabajar con mocosos- Se quejó

-Yo tampoco, pero mírame aquí trabajando contigo.

Jorge lo miro "enojado" y luego rió pellizcándole el brazo.

-¡Oye! -se quejó el castaño

-Respétame porque soy mayor, idiota.

-¡Por algunos meses! ¡Dos!

Los chicos dejaron de reír cuando sintieron una presencia extraña demasiado cerca a ellos.

-¿Eres Isaac? --preguntó un chico adorable; alto, labios voluminosos y cabello caoba interrumpiéndolos.

-Ehh, depende.

-Soy Ángel, un placer -tímidamente el chico le extendió la mano.

Entendimiento vino a la cara de Isaac.

-Oh... Tú eres mi pasante-recordó el peculiar nombre.

- Así es -contestó con una sonrisita ladina, Isaac sonrió relajado y le devolvió el apretón de manos, después poniéndose de pie.

-No sabía que ya estaban llegando los pasantes -comentó

-Hace unos minutos de hecho- le informó el menor

-Bien, entonces mi querido Ángel, vamos por aquí, dejame ayudarte a no volverte loco - bromeó

Ángel soltó una breve risita tímida antes se asentir.

Isaac le indicó que se sentaran en otra mesa para hablar un poco antes del recorrido.

Esos segundos que se quedó solo con Jorge, aprovechó para aconsejarle.

-No seas tan duro con ellos- Palmeó su
espalda

-No prometo nada -gruñó

Isaac reprimió una risa y le palmeó la espalda dos veces más al mayor para luego irse con su pasante.

Jorge se sentó de nuevo en la silla a esperar por el maldito pasante. De seguro vendría por
él pronto.

Dejó de pensar eso cuando 10 minutos después, no había rastro de un tal Diego Cárdenas.

La mayoría de los de su salón ya estaban con alguien, él siendo el único sin acompañante.

Si antes no le agradaba la idea, ahora menos que lo habían dejado plantado.

Dispuesto a irse, soltó un resoplido y se levantó de la mesa bruscamente, se giró para irse e irónicamente chocó con la persona que estaba esperado; un chico alto, pelinegro, delgado y guapo, quien había estado corriendo por su tardanza.

-¡Mierda, fíjate por donde va-

En el segundo que lo vio, su boca se cerró automáticamente.

Ya estaba quedándose ciego.

¿Era real? No, de seguro no era. Tenía que ser maquillaje o algo así...

¿Como puede existir gente tan bonita? Ni un solo poro, ni una sola imperfección, tan alto que le llevaba casi dos cabezas en ese entonces. Parecía esculpido por los mismos dioses.

Cada emoción negativa en Jorge fue disipada, solo quedando asombro.

-Lo siento, lo siento - hizo varias reverencias mientras se disculpaba una y otra vez -Estaba tarde y corrí, y no te vi y... L-lo siento
-bajó la cabeza- Yo... estoy buscando a Jorge Anzaldo, me dijeron que estaba en la cafetería, ¿por causalidad lo has-

-¡Tienes mucha suerte amiguito! - la voz de Isaac a sus espaldas lo sobresaltó -El chico torpe con el que te acabas te chocar es Jorge Anzaldo- le respondió

Ángel detrás del mayor observaba todo.

-¿Es así? Oh, yo... siento mucho mi torpeza.

Isaac reprimió una risa al ver a su amigo, Jorge parecía estar viendo a una hamburguesa gigante flotante o algo aún más alucinante. No salía de su ensoñación.

Isaac, solo para molestarlo, carraspeó.

-Le comió la lengua el gato por los nervios, pero sabe hablar, no te preocupes -bromeó sacándole a Diego una sonrisita - Amigo, ¿ya te registraste?

Zee frunció el ceño viendo ahora a Win.

-¿Registrar?

-Debes registrarte y dejar tu carnet en la entrada informó Isaac - Angel, por qué no vas y le indicas como lo hiciste? Esperaremos aquí.

-Claro -aceptó sin problemas- Vamos...-dejó la frase inconclusa.

-Diego- completó presentándose.

- Por aquí, Diego

Segundos después ambos chicos dejaron la cafetería.

Cuando Isaac se percató de que se fueron, puso su mejor mueca pícara para molestar a su amigo. Eso no era una reacción muy hetero
que digamos.

-Con que Diego, huh - lo molestó elevando sus cejas repetidas veces.

-Cállate -murmuró el mayor mirando al suelo.

-Eso fue muy interesante debo decir

se burló

-No soy gay -aclaró inmediatamente. Conocía al pesado de Isaac.

-¿Ah sí? ¿y que fue eso? -rió

-Parece un maldito muñeco. Obviamente iba a reaccionar así- se defendió - ¿Acaso no lo viste también? Hasta parece una chica de lo tan bonito que es!

-Se llama gay panic.

-¡No soy gay! - graznó con irritación

Isaac rio.

-Solo estaba molestándolo, su amigo no era gay, pero molestarlo era divertido

 ☆Only |diorgeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora