Capítulo 6 - Sin salidas.

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Muchos describen el momento de un beso como una gran explosión de fuegos artificiales, que iluminan el cielo nocturno, poderoso e inmenso con miles de luces de colores, otros lo describen como el despertar de un caudal de sentimientos ¿Existe algo así?

La noche cayó. Mey luego de aquel inesperado beso frente a casa, aunque fuese en la mejilla, la ansia de volver a repetirlo se insertó en su mente como el hasta de una bandera, sin quererlo, la piel de Sayho se volvió una adicción y no pararía hasta volver a sentir aquel dulce tacto que los labios de aquella chica le hicieron sentir, cosa que en años no había sentido.

Los días pasaron, Sayho era una persona ocupada, pero eso no le impedía divertirse de vez en cuando, pero, en el gran orden de las cosas, muchos de esos momentos no acontecían al lado de Mey, y eso, poco a poco caló en la mente de la pelirroja. El ansia crecía, de su mente no podía sacar la sensación de aquel pequeño beso, quería más, pero tampoco quería ser una molestia. Las cosas no parecían ir bien.

La lluvia llegó a la ciudad, dejando en el aire el aroma a tierra húmeda y frescura que solo el invierno podría dar, de repente, una llamada desconocida aparece en el teléfono de Mey.

— ¿Hablo con Melissa? — dijo la voz al otro lado del teléfono.
— Si, con ella ¿Con quién hablo? — preguntó la pelirroja.
— Mi nombre es Gabriel. Soy parte del personal de seguridad del bar "entre amigos" ¿Lo conoce? — respondió el hombre.
— Lo conozco. Dígame, ¿Cuál es el motivo de su llamada?
— Si, permítame le comento, tenemos una clienta aquí que nos está dando problemas, llegó ayer por la noche y no se ha ido hasta ahora que son las 11:27 am, según su licencia, su nombre es… — de fondo Mey pudo reconocer la voz de Sayho.
— Sayho… — dijo susurrando.
— Exactamente, ¿nos podría hacer el favor de venir por ella? Estamos por cerrar y se encuentra en muy mal estado.
— Voy para allá. — dijo en tono decisivo.

Al llegar, logro divisar a Sayho en la barra, pidiendo más licor ¿Cuanto habrá bebido?
Al entrar al local, el guarda inmediatamente por ella a la entrada.

— Hola, ¿tú eres Melissa?
— Si ¿Cómo lo supo?
— Pues… — dijo enseñando el teléfono de Sayho, en cuyo fondo había una foto de ellas, un tanto peculiar. De fondo estaban ellas, sentadas en la parte trasera de un taxi, Mey mirando por la ventana y Sayho apoyada en su hombro ¿Cuándo tomó la foto?

Mey se acercó a la barra, Sayho gritaba pidiendo que alguien compitiera con ella para ver quién se bebía más shots de tequila en 1 min, detrás de Mey, el guardia iba atento.

— ¿Cuánto tomó?
— Es su séptima botella joven, su novia tiene mucho aguante con el alcohol.
— ¿Novia? — preguntó confundida.
— ¿No son novias?
— Claro que no
— Disculpe joven.

Cuando Sayho vio llegar a Mey a la barra, sus gritos se apagaron, fue como si hubiera visto a su madre a los ojos.

— Perdón Mey, no lo volveré a hacer.
— ¿Por qué te disculpas Sayho? No has hecho nada malo.
— Si lo hice, me porté mal.
— ¿Ah sí?
— Shi – dijo Sayho haciendo un pequeño puchero, el cual inevitablemente conmovió a Mey.
— Vamos chica lista, tienes que ir a casa.
— ¡¿Por qué!? Todavía es temprano, son las 11 de la noche.
— No Sayho, son las 11 de la mañana, pasaste la noche aquí en el bar.
— ¿En serio? — dijo para luego taparse la boca en señal de sorpresa o que hizo algo malo, para luego reírse a pequeñas carcajadas.
— Si, vamos, tienes que ir a casa.
— ¿Irás conmigo? — pregunto Sayho.
— Si, iré contigo, vamos.

Sé que parece, Mey actuó de manera responsable, pero la verdad, es que su mente se quedó con la idea de que el guardia creyó que eran novias "¿Sayho habrá dicho algo?", "¿Sayho habrá pedido que me llamaran a mi antes que al resto de sus amigos?" Eran preguntas que Mey se hacía, ignorando el hecho de que tendría que llevarla a casa, ignorando las implicaciones de esto.

Sayho emocionada, como una niña pequeña tomó la mano de Mey, y rápidamente ambas se dirigieron afuera para subir al primer taxi que pasara. El guardia, observando la situación, se dirigió al bartender diciendo:

— ¿¡Si sabías que no son novias!? Pues vaya que lo parecen.

AmancerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora