Capítulo 9 - Decisiones

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"Si fuera especial tendría la oportunidad"

La vuelta a casa no ayudó en nada a olvidar aquel momento. La música, el olor del aire, la sonrisa de la gente, el correr de los perros, el olor del césped, todo llevaba a Mey hacia aquel piso de ducha, pero inevitablemente, ya sea por el destino cruel o una sorprendente falta de autoestima, cada bonito sentimiento se veía torcido en un

"seguro lo hizo porque estaba borracha, seguro ni se acuerda."

Todo muy alejado de la realidad.

— ¡LO HICE! ¡LO LOGRÉ! ¡PUDE BESAR A MEY! — gritaba Sayho, con una energía poco común para alguien que se desmayó en una ducha.
— Calma, calma, ¿Funcionó tu plan? — dijo la voz al otro lado de la línea expectante.
— ¡SI! ¡VINO POR MI Y SE QUEDÓ CONMIGO! ¡SE QUEDÓ CONMIGO! — Dijo Sayho saltando en la cama de su habitación.
— Quién diría que fingir estar borracha funcionaria. ¿Cómo convenciste al guardia de que te siguiera el juego?
— Le dí dinero.
— ¿Solo eso? — preguntó la voz al otro lado
— ¿Acaso se necesita otra cosa? *el narrador asiente con la cabeza*.
— Pero Sayho, quiero detalles, como fue todo, que te dijo, que sentiste, quiero saberlo todo.
— Es mucho que contar y debo dormir ahora, fue fingido lo de estar borracha, pero si me cansé demasiado. Al rato te cuento Chery, te encantará.

Mientras Sayho elaboraba otra artimaña para tener a Mey a sus pies, la pelirroja en el taxi no paraba de dudar si lo que sus labios experimentaron fue algo real, si no fue algo sólo del momento.

"No cabe la posibilidad de que haya ocurrido de verdad. No soy alguien especial, nunca lo he sido. Ella apunta a cosas mejores y efectivamente, yo no soy una de ellas, pero qué bonito sería poder decir que ella es mía."

El día paso, Sayho, una vez descansada, tomó la computadora y estuvo toda la noche hablando con Chery, quien, en esta ocasión, le daría más ideas para conquistar el corazón de la pelirroja, cosa innecesaria desde el punto de vista de su servidor, pero como no soy real, no puedo detenerla, y decirle "ya lo tienes todo, solo tómalo".

La noche hundía en la penumbra a la ciudad. Algunos fuegos artificiales fungían de estrellas iluminando tenuemente el firmamento nocturno, teniendo a las dos mirando vorazmente la luna, sin saberlo, se encontraban la una pensando en la otra, pero sin poder decirlo ni poder demostrarlo. Una de las dos debía tomar la decisión y demostrar lo que siente por la otra.

" — ¿Sabes? No estás siendo muy cooperativa. Tienes lo que querías, pero te niegas a aceptar que lo mereces ¿Es que acaso eres estúpida? Sayho te besó, disfrútalo, y vívelo al máximo aunque quizá sea una mentira ¿Qué más da eso? ¡LO TIENES! Y es más de lo que tenías cuando comenzaste a tener estos sentimientos por ella."

— Cállate, no sabes nada de lo que hablas, ella estaba borracha, y quizá no sabía lo que hacía.

" — ¿Te has puesto a pensar que sí lo sabía? ¿No se te pasó por la cabeza que ella lo planeo así?"

— ¿A qué te refieres?

" — ¿No te resulta extraño que el guardia te llamase a ti, y no a otra persona? Sayho tiene más amigos, es más, tiene familia en la ciudad ¿Por qué te llamaría a tí específicamente? Quería verte, quería tenerte cerca, quería besarte, si bebió o no, fue para darse el valor de hacerlo, ahora debe estar saltando en su cama, riendo y pataleando diciendo ¡Lo logré!"

— Dudo que sea así, si fuera especial, tendría una oportunidad. — dijo aquella chica, sentada en el sofá frente a la ventana, mirando los fuegos artificiales mientras conversaba consigo misma.



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