Alexia
Me encontraba en el mesón de la cocina, cuando estaba con mi computador revisando la bandeja de mi correo y al refrescar la página, un correo que no pensé que me llegaría cambió por completo mi realidad. El asunto decía: Aceptación de traductora para el Mundial de la FIFA. Con manos temblorosas y el corazón acelerado, abrí el correo y leí esas palabras que dejaron mi mente en blanco y con el pulso acelerado.
Me habían aceptado para cubrir el puesto como traductora para el torneo de fútbol más grande del mundo. Era difícil de creer. Mi alegría desbordante me llevó a dar saltos de felicidad por el área de la cocina, hasta que me percaté de la mirada perpleja de Alonso, mi ex, que, por casualidad, se encontraba en mi casa. Pero, ¿por qué él estaba aquí? La respuesta residía en un pasado que, aunque distante, nos seguía conectando: nuestros dos hijos.
Ha pasado alrededor de un año desde el día en que pusimos fin a nuestra relación. Un matrimonio que culminó después de 7 años, el enamoramiento entre nosotros se había desvanecido, las mariposas en mi estómago habían desaparecido. Fue así como llegó el fin de nuestro matrimonio, atrapados en nuestras rutinas y carreras, nos llevó a lo inevitable <El Divorcio> . A pesar de las preguntas de quienes nos rodeaban, sabíamos que lo más importante era mantener el respeto y la cooperación como padres.
Esta noche, Alonso se encontraba en mi casa porque nuestros hijos pasarían unos días con su abuela paterna y fue así que lo invité a quedarse a merendar, un gesto impulsivo que, curiosamente, coincidió con la llegada del correo que cambiaría el rumbo de mi vida, de mi carrera. Entre risas y una cerveza celebratoria, compartimos un momento significativo, una señal de que, pese a todo, aún podíamos apoyarnos mutuamente.
La mañana siguiente fue una vorágine de preparativos. Mientras Alonso se marchaba a su trabajo, yo me sumergía en un mar de llamadas, documentos y coordinaciones. Pasé la mañana ocupada con papeleo, actualizando registros y apostillando certificados que acreditaban mis habilidades como traductora. Al mediodía, corrí a comprar una maleta y algo de ropa extra para lo que prometía ser una aventura extraordinaria. Cada paso que daba me acercaba más a mi destino en Qatar.
Finalmente, el día llegó. La despedida de mi familia fue emotiva, y su apoyo me reconfortó mientras me enfrentaba a un vuelo agotador con muchas horas. Sin embargo, el cansancio no podía opacar mi emoción. Sabía que estaba a punto de vivir algo monumental: El Mundial.
Después de casi 2 días de viaje, vi el primer destello de Qatar a través de la ventana del avión, y me llené de asombro. La cultura, el idioma, todo era nuevo para mí. Aunque me sentía como una aventurera, era consciente de que seguía siendo solo una persona común, con una pasión y una comunidad en línea que me apoyaba. Al llegar al hotel, un lugar de ensueño, me di cuenta de que este viaje no solo sería una experiencia laboral, sino algo transformador.
En la intimidad de mi habitación, mientras el cansancio comenzaba a ganar terreno, supe que estaba a punto de iniciar un capítulo completamente nuevo en mi vida. Las incógnitas sobre mi papel en el Mundial empezaron a surgir, pero me llenaron de emoción y anticipación por lo que vendría a continuación.
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AMOR CLANDESTINO
RomanceAlexia es una influencer de las redes sociales, madre y divorciada, que recibe una oferta para ser la traductora personal de Kang Ian, una estrella global a la que siempre ha admirado. Aunque disfruta de su éxito, su admiración por él representa un...