Capítulo 3

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Narrador Omnisciente


En medio de la grabación del video musical y el ajetreo del set, el ambiente vibraba con una energía intensa. La música, las luces y los movimientos coreografiados conformaban un escenario que evocaba emociones y sensaciones. Mientras Ian ensayaba sus pasos y actuaba frente a la cámara, su mente divagaba hacia pensamientos que habían surgido en los últimos días.

El encuentro con Alexia, la traductora que había despertado en él una mezcla de admiración y profesionalismo, seguía resonando en su mente. La noticia de que habían investigado su pasado como fan suyo lo dejó perplejo. No solo porque ella admirara su música, sino porque las circunstancias y el contexto de su vida personal y transformación la hacían aún más fascinante.

Mientras los bailarines ensayaban fuera de la sala, Ian decidió tomarse un momento para sí mismo y llamó a Alexia para preguntarle sobre una frase en un idioma que necesitaba para el video. Sin embargo, la respuesta de su teléfono fue un silencio inesperado. Buscó visualmente a su alrededor, pero Alexia no estaba en su lugar. La confusión lo llevó a indagar con el equipo, y la noticia que recibió lo dejó boquiabierto: Alexia había estado involucrada en un malentendido; creían que había filtrado información sobre él. La idea de que pudieran sospechar de ella lo sorprendió y, de alguna manera, lo conmovió.

El hecho de que Alexia, a quien había conocido por poco tiempo, enfrentará tal situación lo llevó a cuestionar su propia imagen pública. ¿Cuántas veces se había equivocado al juzgar a las personas basándose en estereotipos? Reflexionó sobre cómo el juicio rápido y los prejuicios podían teñir las interacciones humanas, incluso cuando él mismo había sido víctima de ellos en el pasado. La historia de superación y autoaceptación de Alexia resonaba profundamente en él, y la admiración que ella había encontrado en su música y mensaje no dejaba de asombrarlo.

Con la intención de poner las cosas en claro y brindar apoyo, Ian decidió dirigirse a la terraza del hotel. En el trayecto del elevador se llenó de nerviosismo. Sentía un deseo genuino de entenderla mejor y de disculparse por el malentendido. Las puertas se abrieron, y allí estaba ella, concentrada en su teléfono, caminó hacia ella y el sobresalto momentáneo de Alexia se disipó al verlo, y la conversación fluyó con naturalidad. Hablaron sobre la situación, las circunstancias que habían llevado a esa malinterpretación y cómo el equipo había ofrecido sus disculpas.

Mientras ella compartía sus sentimientos, Ian no pudo evitar sentir una mezcla de admiración y empatía. La vulnerabilidad y la pasión con las que Alexia hablaba resonaron con sus propios deseos de demostrar su valía más allá de la imagen que la gente tenía de él como artista. Su confesión de que Starlight Crew había sido una fuente de empoderamiento y autoaceptación lo dejó sin palabras. Había momentos en que el impacto de su música en las vidas de las personas se volvía tangible, y este era uno de esos momentos.

El abrazo que compartieron reflejaba un entendimiento mutuo, una conexión que trascendía el papel de celebridad y admirador. Al separarse, las palabras de agradecimiento y aprecio flotaban en el aire. El restaurante se convirtió en un espacio donde dos personas, provenientes de mundos aparentemente diferentes, se encontraban en un punto de convergencia.

La cena transcurrió en medio de conversaciones que iban desde anécdotas de trabajo hasta el intercambio de opiniones sobre la vida y las experiencias personales. Ian se sumergió en la historia de Alexia, su dedicación por aprender múltiples idiomas y su pasión por conocer diferentes culturas. Admiraba su determinación y el esfuerzo que había invertido en convertirse en la persona que era hoy.

Las horas pasaron rápidamente, y la velada llegó a su fin. Ambos se despidieron con sonrisas en sus rostros y un sentimiento de conexión que parecía ir más allá de las circunstancias. Alexia regresó a su habitación llena de reflexiones y emociones. El encuentro con Ian no solo había aclarado el malentendido, sino que también había profundizado su admiración por él como ser humano. Sentía gratitud por haber tenido la oportunidad de conversar y compartir sus pensamientos de una manera tan genuina.

En su propia habitación, Ian también reflexionaba sobre la noche. El tiempo que pasó con Alexia lo llevó a darse cuenta de cómo las vidas de las personas pueden entrelazarse de maneras inesperadas. La conversación les había permitido conocerse más allá de los roles que desempeñaban en el mundo, y esa conexión lo dejó con una sensación de satisfacción y gratitud.

La experiencia con Alexia se convirtió en un recordatorio de la importancia de mirar más allá de las apariencias y las etiquetas para comprender la riqueza de cada individuo. Los capítulos de sus vidas, aunque diferentes en muchos aspectos, se cruzaban en ese momento, formando una historia que apenas comenzaba a desplegarse.

AMOR CLANDESTINODonde viven las historias. Descúbrelo ahora