*Advertencia de contenido sensible*
- ... y entonces se entregó. –
- Demonios. –
- Ella sabía que era mala idea. Yo sabia que era mala idea. Debimos... yo debí... no... -
- Hey, Hey... Rapunzel. No podemos culparnos por esto ¿Sí? Debemos actuar rápido, si no... -
La puerta se abrió de golpe. Las dos princesas seguían en la habitación de la rubia. Ana aun atendía algunas heridas de Rapunzel, así que ella estaba a medio vestir y con el cabello revuelto. Esa imagen hizo sonreír al príncipe Jack que había entrado.
- Mi señor. ¿Necesita algo o...? –
- Lago, Anya. –
Ambas se sujetaron fuerte de las manos, Ana no quería dejar sola a su amiga. Pero Jack se acercó y la abofeteó, luego la tomó del cabello.
- O te vas... o te quedas para ver como nos divertimos. –
La empujó a la puerta. Y, como otras veces, con dolor dejó a su amiga sola con el príncipe Jack.
- ¿Cómo estás, Sol? –
- Bi... bien, mi señor. –
Jack sonrió. Le encantaba tener ese poder sobre sus sirvientes. Se acercó a la rubia y vio sus hombros descubiertos; tenía golpes y algunas cortadas que él mismo le había hecho. Hizo el cabello de la joven hacia atrás, quedando parte de su pecho mas expuesta. Sol se sonrojó y agachó la cabeza.
- Perdóname, Sol... pero debía hacerlo. Tú lo entiendes. Debía asegurarme que no estuvieras con esa princesa infiltrada. –
Acarició su mejilla. Rapunzel detestaba la situación. Jack le hablaba de manera irónica e inocente, cómo si de verdad creyera lo que pensaba. Y ella solo podía aguantar las ganas de gritar, de poder responderle y matarlo en ese instante.
La caricia pasó a ser un agarre muy fuerte a su rostro. Jack hizo que Sol lo viera directamente.
- Lo entiendes ¿Verdad, Sol? –
Si... si, señor. –
Sonrió y la besó. El príncipe, prácticamente, la devoraba. Rapunzel aun estaba adolorida, así que se sentía mas incomoda de lo normal. Aun así, con dolor y lágrimas, hizo su trabajo; contestó el beso. Jack de inmediato la levantó, terminó por romper el vestido de arriba, giraron e hizo que la rubia se sentara sobre él. Sol se quejó de dolor, pero eso solo hizo que el peliblanco sonriera. Puso su mano en el cuello de la rubia sin apretar mucho.
- Sabes que nunca te haría daño ¿Verdad? –
Rapunzel solo pudo morderse la lengua en lo que algunas lágrimas salían. Y, cómo pudo, asintió. Jack volvió a sonreír y la acercó para besarla, luego la cargó y la colocó contra la cama, él por detrás levantó lo que quedaba de su falda y se acercó a su oído.
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FanFics | One Shots
FanfictionLa Inspiración llega y se va, a veces solo es un sueño pequeño, un pensamiento pasajero o alguna imagen en tu cabeza que te llena. ¿Por que no escribir todo eso y hacer historias llenas de magia? Los Ships y FanFics son parte de nosotros. Hay histo...