𝕍𝕒𝕝𝕚𝕖𝕟𝕥𝕖 (Male Merida X TN)

•Cap 4•

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Mientras el joven de rizos caminaba a su cuarto molesto, veía a TN que estaba acomodando algunas cosas distraída en su mundo.
Al pasar a su lado, tomaba su mano para llevarla a su habitación, sorprendiendo a la chica que lo miraba confundida, pero al ver su rostro, entendía que se trataba de la noticia.

Una vez llegaban al cuarto, este se quedaba en silencio mirando al suelo, mientras TN tenía una mirada preocupada por él.

-¿Lo sabias?-Preguntaba el chico mientras volteaba a verla

-No.. Bueno, lo supuse. La reina seguramente evitaba que me enterara para no decirte-Admitía mientras veía al chico suspirar e ir a su cama, mientras TN lo seguía y poder sentarse a su lado
-¿Estás bien?...-

-No. No es justo, no quiero que ella decida todo mi futuro-Diría el chico mientras miraba sus manos molesto
-¡Ella es..! ¡No puede ser tan...!-

Al ver que se contenía, TN le pasaba una de sus espadas al chico, para ver que este comenzaba a clavarla a los lados del poste de su cama con molestia, mientras TN se debatía en sí era seguro descargarse así su ira.

-¿Mejor?..-Preguntaba la chica al verlo agotarse

-Aún no-Murmuraba Merid mientras suspiraba para tirar la espada
-Siempre hago lo que dice, ¿y ahora quiere también decidir con quien voy a casarme?-

-Bueno, supongo que busca lo mejor para tí..-

-No quiero que sea obligado, no quiero perder mi libertad tan pronto-Diría este mientras tomaba una de las manos de TN, haciendo que esta lo mirara

-Es eso.. ¿O hay algo más?-Murmuraba la chica al notar en su mirada que había otra cosa que el parecía guardar

Ante su pregunta, el chico se quedaba pensando en la otra razón para oponerse a su madre, y eso era ella.
Debía decirle que la amaba, que la veía como alguien con quien estar a su lado, que fuera su única reina y que ya había ganado la guerra por su corazón.
Tomaba ambas manos de la chica, para poder mirarla a los ojos. Esos ojos oscuros que parecían querer ver su alma, lo cual lo ponían bastante nervioso, sin poder evitar mirar las facciones de su rostro hasta llegar a sus labios.

-Yo... Yo te-Antes de poder siquiera decir algo, la puerta se abría revelando a su madre quien los veía a ambos

Al ver a la reina, la chica se separaba rápido para bajar la cabeza apenada, sabiendo que la madre de Merid podría malinterpretar todo de verla en su cuarto.
Sin embargo, esta no diría nada al saber que Merid la habría traído hasta ahí para hablar de la noticia. Aunque no le convenciera que ella estuviera dentro del cuarto de su hijo, TN era alguien muy unida a Merid, y sabía que no la traicionaría a ella al ser su sirvienta más leal.

-Madre...-Diría Merid al voltear a verla, mientras Elinor entraba al cuarto tranquila
-¿Pretendientes, Boda?-

-Un día, existió un antiguo reino...-Comenzaba la mujer para contar una leyenda

-Ahg, mamá..-Se quejaba el chico para acostarse en la cama y dejarse caer al suelo
-Anticuado reino-

Por parte de TN, esta evitaba sonreír divertida por su reacción, mientras miraba a la mujer traer un tablero de ajedrez.

-Su nombre, ya olvidado. Goberbado por un rey sabio y justo, que era muy amado por todos-Explicaba mientras le mostraba la pieza del rey blanco en representación al rey de la historia
-Y cuando envejeció, dividió el reino entre sus cuatro hijos. Para que fueran los pilares, que sostuvieran la paz de esa tierra-

Al contar eso, colocaba tres piezas blancas y una negra formando un cuadrado, colocando el tablero encima de estos con el resto de las piezas encima. Todo esto, siendo visto y escuchado por Merid, quien apoyaba su cabeza en la rodilla de TN, mientras esta acariciaba sus rizos, mirando el tablero en silencio.