𝕍𝕒𝕝𝕚𝕖𝕟𝕥𝕖 (Male Merida X TN)

●Epílogo●

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Era un nuevo día en el castillo, donde el sol comenzaba a salir. Las cosas habían cambiado un poco para bien, aunque aún había cosas que resolver.

La joven TN, ya estando despierta, terminaba de arreglar su ropa, para salir del cuarto e ir a la cocina a preparar el desayuno.

(...)

Mientras comía una manzana, ayudaba a Muddie con los postres, terminando de preparar algunos mientras colocaba varios en una bandeja.

En un momento, al sentir una presencia cerca, volteaba rápido encontrándose a los trillizos, los cuales habían intentado tomar la bandeja.
Al ser descubiertos, los tres daban una sonrisa de inocencia, mientras la chica rodeaba sus ojos divertida.

-Solo algunos-Indicaba la chica para darles en otra bandeja más pequeña un par de dulces

Los tres tomaban rápido la bandeja, para abrazar a su sirvienta y nana favorita, seguido a desaparecer de la cocina, antes de que Muddie los encuentre.
TN soltaba una risa, negando con la cabeza, a punto de volver a su trabajo, cuando notaba en una esquina de la mesa, una flor con una nota, dejándola extrañada.

(...)

-Que sea tu novia ahora, no significa que estoy libre siempre-Diría la chica negando con una sonrisa, caminando mientras cargaba una canasta con ropa limpia

-¡Oh, vamos! Mamá no me llamó para las clases y pensé que podríamos salir juntos-Intentaba convencerla Merid, mientras la seguía, abriendo la puerta por ella para que pueda pasar al tener la canasta en manos

-Sigo siendo una sirvienta, Merid. Tengo responsabilidades igual que tu-Explicaba la chica mientras reía
-Tendrás que esperar al domingo, sabes que son nuestros días libres-

-Bueno, si lo piensas...-Intentaba buscar una excusa, para verla con una sonrisa, mientras la frenaba para tomar la canasta en manos
-Como ahora eres mi novia, eso te convierte en la futura princesa, y no deberías hacer esos trabajos-

-Buen intento, pero aún no lo soy, así que por ahora sigo trabajando-Diría la chica volviendo a tomar la canasta, viendo al chico bufar rendido
-Además, ser princesa no sería ser solo tu esposa. Debería aprender mucho-

-Si, en eso tiene razón-Al escuchar ambos la voz de Elinor, se sobresaltaban del susto, mientras a TN se le caía la canasta de ropa

-Majestad-Saludaba esta haciendo una pequeña reverencia avergonzada, pensando que debía volver a lavar la ropa luego

-Hola querida, justo te estaba buscando-Diría Elinor con una sonrisa

-¿Ah, si?-La joven miraba a Merid, el cual alzaba sus hombros sin tener idea

-Tal como dijo mi hijo, en algún futuro serías la princesa de Dum Broch-Explicaba mientras se acercaba a ella, para tomar sus hombros
-Y por ello, debes comenzar a prender a cómo ser una-

-Mamá..-Llamaba Merid entendiendo que le debía dar clases

-Lo siento cariño, pero si ella será tu prometida en un futuro, debe estar preparada-

La joven soltaba una risa nerviosa, pensando que era algo pronto para asumir que podría llegar a ser parte de la realeza. Pero por otra parte, entendía que eran deberes que algún día iba a asumir, si es que realmente quería estar con Merid, por lo cual suspiraba para ver a la mujer con un sonrisa.

-Entonces, ¿cuándo inician las clases?-Miraba a Elinor que sonreía, mientras Merid miraba a ambas mujeres de brazos cruzados

-Me alegra que aceptes. Inician mañana temprano-Anunciaba para comenzar a salir del lugar
-Hoy pueden salir juntos, mañana será un largo día-

-¡Sí!-Gritaba Merid al ver que si podrían salir, cuando tomaba la mano de la joven
-Vamos antes de que debas hacer algo-

Y sin darle tiempo a responder, ambos salían del lugar entre risas, olvidando la canasta de ropa en el suelo, cosa que encontraba Muddie, negando mientras iba a llevarlo a lavar.

(...)

Los días pasaban, y claramente era algo difícil estudiar para ser princesa en un futuro. No sólo eran clases comunes como historia, economía, política, y demás orientaciones, sino que también eran prácticas como etiqueta, danza, y decisiones del reino que Elinor supervisaba para ver si hacia lo correcto o no.

Eso, sumado a los trabajos del castillo, que no quería dejar de hacer aunque Merid y Elinor se lo recomendaban, la hacían dejar agotada, que al llegar a su cuarto, caía inconsciente por el sueño hasta el día siguiente.

Ahora mismo, la chica caminaba por los pasillos, soltando un bostezo mientras era el día libre que tenía junto a Merid, aunque no estaba muy despierta como solía hacerlo en esos días.

-¡Buenos días...-Merid saludaba con una sonrisa al encontrarla, hasta que la veía con algunas ojeras, por lo que su tono se iba apagando, pasando a ser preocupado
-¿Te encuentras bien?-

-Hola Merid-Diría la chica con una sonrisa somnolienta, mientras frotaba uno de sus ojos
-Estoy bien, solo fue una noche larga-

-Tal vez, deberíamos posponer lo de hoy-

-No, tranquilo. Estoy bien-Diría la chica intentando calmarlo, dando una sonrisa para tomar su mano
-¿Qué te gustaría hacer hoy?-

El joven pensaba un poco en ello, cuando se le ocurría una idea, para tomar ambas manos de la chica y verla con una sonrisa.

-Ya sé que podemos hacer, ven-Sin más, la llevaba a una parte del palacio, siendo algo que dejaba confundida a la chica, al pasar por otro pasillo que no lo llevaba hacia la salida

(...)

-Ah... ¿Y por qué estamos aquí?-Preguntaba la chica mientras estaban en el cuarto de Merid

-Para algo importante-Diría este mientras repentinamente la cargaba, llevándola hacia la cama para recortarla en esta

-¿Qué haces?-Preguntaba la chica riendo, mientras este se recostaba a su lado, para hacer que ella apoye su cabeza en su pecho

-Ahora, duerme un rato-Diría Merid mientras acariciaba su cabeza, viendo que iba a decir algo, por lo cual la Interrumpía
-Sé que estuviste con muchos trabajos estas semanas, y sé que eres muy terca para descansar. Así que te pido por mí que tomes un descanso ahora... ¿Está bien cariño?-

Cuando Merid la llamaba así, sabía que no podría negarse. Ante esto, la chica suspiraba derrotada, cerrando sus ojos relajada a causa de las caricias del chico.

-Esta bien... gracias-Diría la chica mientras lo abrazaba, comenzando a caer dormida

-A la próxima, yo te ayudo con los deberes del castillo. Así no tendrás tanto trabajo-Proponía el joven esa idea, viendo a su amada asentir, por lo que daba una sonrisa
-Descansa TN, te amo-

-Yo igual te amo, Merid-Diría la chica antes de caer dormida

Este al verla al fin dormida, daba una sonrisa para acomodarse, e igualmente descansar con ella, quedando ambos en un sueño, donde pensaban en el destino que les depararía a ambos como esposos y reyes del reino.
No sabían que era lo que les deparaba, pero lo que si sabían, es que ambos estarían juntos para lo que sea.

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Quería dar como una especie de final a ambos con pareja, ya que en la película no podía mucho por el caos del oso jsjs.

Pero bueno, me gustó que sea algo tranqui, ya que es un final que da a entender que ahora eran pareja y que en un futuro reinarán juntos.

Ay, adoro los finales felices uwu
Ignorando que ser reyes es todo un trabajo pesado, repleto de miradas juzgadoras y que te llevan a un pozo profundo que te devora sin oportunidad de escapa.... (mucho The Crow, lo siento).

En fin, espero les haya gustado mucho esta pequeña historia de la serie de "Male Princes".

Ya sin más que decir, nos veremos en la próxima parada.

Bye, bye ♡