El alfa Groovy

NUEVE

JIMIN

EN RETROSPECTIVA, fue mi culpa llegar tarde a la fiesta del lavado de platos,ganándome la falsa sonrisa pasivo-agresiva de Stacy mientras se disculpaba porempezar sin mí. 

Pedirle a Yoongi que me ayudara a encontrar la cocina fue mi primer error. Noes que considerara honestamente el interludio de veinte minutos como unproblema. ¿Y aprender que los baños estaban insonorizados? Información útil.Tanto es así que, de hecho, agradecerle con un beso, una intensa sesión de cariciasy pajas mutuas era completamente comprensible. 

Quiero decir, la gratitud era simplemente buenos modales. Y mis modaleseran impecables, muchas gracias. Además, mientras lo tenía para mí, obtuve suaprobación en algunas ideas para nuestro dormitorio. Ideas que pronto se haríanrealidad gracias a mi nuevo teléfono.

 Cuando llegué a la cocina, ya había pedido lo absolutamente necesario.Gracias a la hora temprana y a una tarifa apresurada, deberíamos estar durmiendoen nuestro nuevo y mejorado dormitorio al final del día.

Si Stacy pensó que su actitud mezquina se metería en mi piel, estabaequivocada. No sólo estaba hecha de teflón, sino que estaba zumbando por lacombinación de mi reciente orgasmo y el subidón de las compras. 

Cuidando mis modales, sonreí amablemente e hice las preguntas apropiadasmientras ella me ofrecía un rápido recorrido por la amplia y sorprendentementemoderna cocina con electrodomésticos de calidad comercial. Los brillantesaccesorios cromados me hicieron sentir como en casa, a pesar de parecer fuera delugar para una cocina de granja. 

Pero, de nuevo, esto no era realmente una casa de campo. Cualquier cosaentraba en una mansión de paletos donde la anarquía reinaba tanto en el diseñocomo en la decoración. Quizás no tanto la tabla de tareas. La gran pizarra blancaocupaba casi toda la pared y me recordaba a las pizarras de programaciónquirúrgica que se ven en los dramas hospitalarios de la televisión.

 Ver mi nombre bajo el epígrafe "Equipo KP de hoy" era muy bonito. Como sihubiera estado esperando a que me diera cuenta, Stacy sacó un rotulador de subolsillo. 

—¿Ves? Te dije que estaba a cargo de la pizarra. Es parte de mis obligacionescomo ama de llaves. Posiblemente el papel más importante que desempeño porquesaber quién hace qué es esencial con tanta gente.

 —Supongo que hay mucho que decir sobre la organización. ¿Quién es Marla?—Probablemente podría haberla complementado más, pero el nombre escrito allado del mío me distrajo.

 —Ha estado lavando los platos mientras esperábamos a que te unieras anosotros. Enseguida vuelve, la envié para que se asegurara de que todos los platosvolvieran del comedor. A veces la gente se entretiene con el café y se olvida de quetambién hay que lavar las tazas. —Stacy se giró y señaló hacia una gran zona defregaderos—. Sígueme. Te ayudaré a empezar. 

Una linda adolescente con una cabeza llena de rizos pelirrojos a lo Annie yuna sonrisa de sol entró, haciendo girar una taza de café de mango ancho alrededorde su dedo. 

—Esto fue todo lo que encontré Stacy. Creo que voy a empezar con las ollas.La de avena necesita un buen fregado. La he puesto en remojo, pero estababastante pegada. 

Viéndola hablar, un destello de metal me fascinó. ¿Los cambiaformas tienenaparatos? Nadie que conociera lo tenía, pero para ser justos, nunca había conocidoa muchos lobos fuera de mi pequeño círculo. Cuando Annie soltó una risitahistérica, tardé un segundo, y la sonrisa de Stacy, en darme cuenta de que lo habíadicho en voz alta.