Mis cinco novias, mi esperanza

Confesión ante la Diosa

Fuutarou Uesugi se encuentra posiblemente ante la decisión más difícil de su vida. Y no, no se trata de qué quiere estudiar en la universidad, sino que debe elegir a cuál de las quintillizas Nakano quiere confesar sus sentimientos.

El joven tiene el corazón dividido en pedazos. Él amaba a las cinco hermanas, las hizo cambiar de forma positiva, y también lograron cambiar algo en él. Ahora Fuutarou es un muchacho más sociable y también sonríe un poco más que antes. Deseaba poder estar con todas para siempre, como ha hecho hasta ahora.

Pero en este momento, incluso sabiendo todas las circunstancias que rodean a las cinco, el joven Uesugi seguía sin poder decidirse. Había desarrollado sentimientos tan grandes por las hermanas que sabía que elegir a una rompería los corazones de las otras cuatro. Y ese era un dolor que Fuutarou no podía soportar.

Tras caminar durante una hora por las calles, el joven Uesugi llega a una iglesia. Algo escéptico pero iluminado, Fuutarou entra mientras se pierde en sus recuerdos...

Fuutarou:

Jamás en mi vida me había sentido así. Cuando empecé en la Preparatoria Asahiyama, pensé que solo debía estudiar y estudiar hasta poder empezar y terminar una carrera para asegurar mi futuro.

Pero todo cambió hace ya un año, cuando las conocí...

Flashback:

Estaba en la cafetería pidiendo mi menú normal de toda la vida. Podía oír las burlas de otros alumnos tomándome por un raro, aunque tampoco le daba demasiada importancia. Y a punto de sentarme, me crucé con una chica pelirroja que nunca antes había visto. No imaginé que aquello iría a más...

???: Yo estaba antes - dijo contundente - Puedes sentarte ahí al lado. Muévete -le exigió-

Fuutarou: Aquí es donde yo me siento todos los días. Muévete tú -le respondí-

Al final, acabamos compartiendo la mesa. La verdad es que me puse un poco nervioso, pero me centré en mis asuntos.

Alumno anónimo 1: Uesugi está comiendo con una chica...

Alumna anónima 1: Qué extraño...

Fuutarou: Descerebrados... - susurré algo molesto - ¿Mmm? - Volteo la mirada hacia la pelirroja, que estaba roja como un tomate -

Fuutarou: ¿Pero qué le pasa? -me pregunto en mi mente - Nadie la obliga a sentarse aquí -afirmé mentalmente -

Fuutarou: - se fijó en su plato, tenía muchos más alimentos de los que él se podía permitir- Buen provecho - le dije -

???: Buen provecho - me devuelve el gesto -

La chica comía a gusto, hasta que se fijó en mí, que estaba estudiando mientras comía.

???: Oye, eso es de mala educación - me recriminó, aunque pasé de ella - ¿es que estudias mientras comes? - me preguntó algo escéptica -

Fuutarou: Sólo repaso para los exámenes. Déjame tranquilo - le dije algo enfurruñado -

???: Je, je -se rio un poco- ¿Tan desesperado estás? ¿Qué nota has sacado? - me preguntó mientras tomó mi examen sobre mi bandeja -

Fuutarou: Oye, ¿quién es la maleducada ahora? - le dije, aunque me hizo oídos sordos -

???: A ver, la nota de Fuutarou Uesugi es de... ¡¿Eh?! ¡¿100 puntos?! - exclamó impactada -

Fuutarou: Ah, ¡qué vergüenza! - dije desviando mi mirada de la suya -

???: ¡Me lo has mostrado a propósito! - me dijo algo molesta -

???: Jo. No quiero admitirlo, pero no soy buena estudiante. Cómo te envidio - admitió ante mí con sinceridad -